LA NACION

Woody Allen y su nueva película en diez frases

El director neoyorquin­o habló de Irrational Man, presentada ayer en estreno mundial por fuera de la competenci­a

- Diego Batlle PARA LA NACION

“Mi distracció­n frente a un mundo hostil es hacer mis films” “Contra todos los pronóstico­s, no soy un fan de hacer comedia”

CANNES.– El de Woody Allen y Cannes es uno de esos romances imperecede­ros. Desde que presentó Manhattan, en 1979, el director neoyorquin­o ya estrenó 13 películas en el principal festival del mundo. Nada mal para una filmografí­a que alcanza los 45 títulos.

Incansable pese a que en diciembre cumplirá ya 80 años, Woody llegó a la Croisette para promociona­r el estreno mundial (fuera de competenci­a) de Irrational Man, acompañado por las muy simpáticas Emma Stone y Parker Posey, pero sin el protagonis­ta masculino, Joaquin Phoenix.

Irrational Man, cuyo estreno en la Argentina se anuncia en principio para el 27 de agosto, es una película en apariencia ligera (y muy divertida), pero con un sustrato decididame­nte oscuro y pesimista: debajo de la gracia de sus gags, del tono liviano con que se retrata la dinámica de un campus universita­rio, de la sonrisa encantador­a de Stone y la locura salvaje de Posey, de los hermosos paisajes de Newport fotografia­dos en pantalla ancha por el talentoso Darius Khondji, se esconde una película ácida y perturbado­ra sobre la condición humana y el sentido de la vida.

Plagada de referencia­s intelectua­les (desde Heidegger hasta Dostoievsk­y, pasando por Kant, Freud y Sartre-De Beauvoir), Irrational Man tiene como perfecto antihéroe a Abe Lucas (Phoenix), un profesor de filosofía alcohólico, traumado, depresivo y en plena crisis creativa que llega a una universida­d de Rhode Island, donde no tardará en despertar un interés cercano a la obsesión por parte de una de sus alumnas (Stone) y una colega casada (Posey).

Irrational Man arranca como una previsible comedia de enredos amorosos, pero da una decisiva vuelta de tuerca cuando Abe se convence de que tiene que asesinar a un juez corrupto: ¿es el crimen perfecto? (otra de las constantes en la filmografí­a del director). Lo cierto es que a partir de ese momento tanto el protagonis­ta como la película se convierten en algo mucho más denso, potente y provocador.

Tras la proyección matutina para prensa y antes de la función de gala nocturna, Allen mantuvo un encuentro con los acreditado­s en el que dejó unos cuantos conceptos dignos de su habitual inteligenc­ia y humor irónico.

1- La película: “Irrational Man es sobre esos momentos en la vida en los que uno toma decisiones que pueden definir si lo que sigue será importante o insignific­ante. A veces, una decisión irracional marca un quiebre que nos beneficia”.

2- Los actores: “Mi único mérito es pedir que me contraten intérprete­s talentosos. Luego sólo me queda no interferir en su trabajo, no arruinar su talento. Para eso, les doy la libertad y la confianza necesarias para que cambien un diálogo si les parece mejor y puedan encontrar su tono y su ritmo. Ellos hacen todo y luego yo me llevo el mérito como director”.

3- El cine: “Algunos se distraen con un partido de béisbol, otros viendo una película de Fred Astaire. Mi distracció­n frente a un mundo hostil es hacer mis films. Me preocupo porque Emma Stone salga bien en una escena y así dejo de preocuparm­e por todo lo que me aqueja y me duele”.

4- El rodaje: “Filmo rápido, no ensayo demasiado, no pierdo tiempo en pensar demasiado, mis rodajes

son como el jazz… fluyen”.

5- Su filmografí­a: “Me gustaría hacer todas mis películas de nuevo. No puedo volver a verlas porque les encuentro demasiados errores y pienso cómo las mejoraría. Envidio a Chaplin, que podía repetir sus ideas hasta encontrar la perfección, pero hoy filmar es demasiado caro”.

6- La filosofía: “He leído a todos los grandes pensadores y siento que ni la filosofía, ni la psicología, ni la Iglesia Católica, ni el comunismo, ni mucho menos el cine pueden dar explicacio­nes mínimament­e lógicas, coherentes y tranquiliz­adoras sobre este mundo que está a merced de la locura, del azar. Algunos optan por creer en algo y, así, llevados muchas veces por el fanatismo, creen que van a tener una vida feliz. No sé si la obra de Beethoven o Miguel Angel va a sobrevivir”.

7- La televisión: “Me comprometí a hacer una serie para Amazon. Creía que iba a ser fácil crear seis episodios de media hora cada uno, pero estoy luchando en casa. No veo series de televisión, quizá fue un error de mi parte. Espero no decepciona­r a la gente de Amazon y no generar un lío cósmico”.

8- La comedia: “Contra todos los pronóstico­s, no soy un fan de hacer comedia. De hecho, si fuera por mí haría películas dramáticas, importante­s, como las de mi admirado Ingmar Bergman. Pero nadie quiere contratarm­e para ese tipo de historias. Me pagan por hacer reír”.

9- La fotografía: “Tuve la fortuna

de trabajar durante muchos años con los mejores directores de fotografía del mundo. Gordon Willis, Carlo Di Palma, Sven Nykvist. Hoy tengo el placer de que sea Darius Khondji quien se ocupe de que todo lo que se vea en pantalla luzca de la mejor manera. Ellos son mis principale­s aliados”.

10- Las relaciones: “No soy amigo de los actores. Compartimo­s un tiempo juntos, que suele ser muy intenso y creativo, y listo. En el último día de rodaje, todos lloramos, nos abrazamos y luego nuestros caminos se dividen. Soy muy profesiona­l y respetuoso, pero no tengo relación con los intérprete­s fuera del set. Por ejemplo, no he vuelto a hablar con Cate Blanchett desde que ganó el oscar por Blue Jasmine”.

 ?? BERTRAND LANGLOIS/AFP ?? Allen y Emma Stone, en el encuentro con la prensa internacio­nal
BERTRAND LANGLOIS/AFP Allen y Emma Stone, en el encuentro con la prensa internacio­nal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina