La soja Intacta impulsa el desarrollo
Muchos productores argentinos cosecharán este año su segunda campaña de soja Intacta RR2 PRO, desarrollada por Monsanto para la región de América del Sur, y lanzada en la Argentina después de 17 años de la introducción de la RR1, gracias al apoyo logrado en la cadena de la soja para contar con un sistema de reconocimiento de la Propiedad Intelectual (PI) para las nuevas biotecnologías.
Desde 2008, en que el Estado argentino otorgó a Monsanto la patente para la soja Intacta RR2 PRO, se comenzó a trabajar en la construcción de un consenso: primero con la industria y a partir de 2010 con los productores, de los que unos 10.000 –que representaban más del 70% de la superficie de soja– firmaron hace más de tres años cartas acuerdo que contenían los lineamientos para un sistema de reconocimiento de la PI.
Así, el sistema propuesto y debatido ampliamente por toda la cadena de valor en los últimos cinco años contó con el apoyo de un importante número de productores. No es fruto de la casualidad, sino tanto de los beneficios que Intacta ofrece, así como de los valores que profesan la inmensa mayoría de los agricultores por respetar y cumplir la ley. De todas formas, el uso de la tecnología Intacta RR2 PRO es una opción del productor y vendrán nuevas opciones en los próximos años.
Los productores comprobaron los beneficios de Intacta, que en esta campaña logró un diferencial de rinde promedio de 336 kilos por hectárea, beneficio que se suma a las ventajas que ofrece por la simplicidad de manejo y reducción de costos –por el ahorro de 1,5 aplicaciones de insecticidas–, además de uno de los mayores valores agregados para el productor: la tranquilidad de estar más protegido.
No es casual entonces que en un año difícil, de bajos márgenes ante un contexto internacional adverso, Intacta sea un éxito.
Unos 4700 productores sembraron Intacta esta campaña. Cerca de 4000 lo hicieron en la zona templada y pagaron la tecnología en forma anticipada. De los 700 restantes, que sembraron en la zona norte, más del 70% también eligió pagar anticipadamente, mientras que el 30% restante puede hacerlo en el momento de concretar la entrega del grano. Es una decisión de cada productor y muchos de ellos ya están autodeclarando la presencia de Intacta en sus entregas.
Por otra parte, aquella mercadería de soja que se entregue sin indicar la presencia de la tecnología Intacta RR2 PRO puede ser testeada por los operadores de granos para verificar si efectivamente no hay presencia de la misma. El comúnmente conocido como “control en granos” de esta tecnología es un mecanismo adicional que fomenta el uso de semilla fiscalizada en beneficio de toda la industria nacional. Este control se encuentra plenamente amparado por la legislación en vigor y, de no hacerlo, quien recibe grano estaría incurriendo en una infracción al derecho de patentes.
Si bien estamos muy orgullosos de la aceptación que Intacta tiene entre los productores, ésta apenas representa una pequeña porción del mercado de soja argentino. Monsanto no posee una posición dominante, dado que la soja más popular, la RR1, es de libre uso.
Cabe destacar que ésta es la primera de una larga lista de varios eventos biotecnológicos ya desarrollados y a la espera de ser introducidos en el país. Muchos son emprendimientos que están en manos de empresas de origen nacional
Monsanto Argentina está presente en el país desde hace casi 60 años. Genera más de 6500 puestos de trabajo. Nos honra que cientos de miles productores y sus familias decidan día tras día confiar en nuestros productos para enfrentar el complejo y desafiante proceso que conlleva la exigente actividad desplegada por el campo argentino.
Como empresa, tenemos un permanente compromiso con los productores argentinos, a quienes proveemos año tras año las últimas tecnologías de semillas contribuyendo a una mayor productividad y sustentabilidad de nuestras cosechas. El éxito de los productores es nuestro éxito. Estamos convencidos de que la soja Intacta tiene la oportunidad de transformar, una vez más la agricultura argentina, promoviendo tanto el desarrollo económico como el social para el país en su conjunto: productores, comunidad y Estado.
Monsanto Argentina está presente en el país desde hace casi 60 años