El boom de la inversión en tierras
Con este tipo de negocios, los grandes fondos buscan diversificar sus carteras
Los fondos en tierras siguen buscando oportunidades a pesar de leyes restrictivas a extranjeros en países como Australia o Brasil y a un contexto geopolítico complicado. Mientras algunos como Hancock o International Farming se enfocan en los Estados Unidos o en Canadá, otros se diversifican comprando tierras para producciones intensivas en los valles de los Andes, apostando a su futura valorización por estar en línea directa con los mercados de Asia.
El fondo de la Universidad de Harvard adquirió tierras en un cluster de cultivos intensivos en Perú, mientras que el fondo americano TIAA CREF, con 5,2 billones de dólares invertidos en tierras, anunció su desembarco en Chile, al igual que el fondo australiano SLM Partners.
Los inversores que buscan incorporar tierras a su portafolio a través de fondos especializados tienen sus intríngulis. Por un lado, los grandes fondos de perfil institucional son en general cerrados a inversores minoristas y, además, al comprar en países de bajo riesgo y en mercados relativamente maduros obtienen retornos moderados.
Por otro lado, los fondos locales en mercados emergentes atraen inversores de distinto tamaño y predispuestos a comprar tierras para desarrollar en áreas marginales, muchas veces flojas de papeles y/o contingencias ambientales. Si bien lo hacen a través de vehículos de inversión más informales o caseros, con plazos más largos y con liquidez incierta, logran ganancias importantes, como fue el caso de quienes anticiparon el arbitraje de precios en el reciente boom del Chaco paraguayo.