El resguardo frente a la inflación
Una vez superado 2015 habrá que recomponer en forma contundente el dilema de la inflación que domina nuestra economía. Situación que irradia su impacto sobre el sector y los negocios.
Las propiedades son vistas como un buen activo cuando la inflación es protagonista, en parte, porque este efecto hace que también se eleven los precios, y porque es un bien que en muchas ocasiones se adquiere o se construye con anticipos y cuotas, herramientas que mejoran la ecuación del que puede invertir. Se sabe que hay más pesos que dólares en el sistema, pero que por ejemplo, en el mercado de los usados, no se utilizan tanto (a menos que el dueño que vende los acepte) porque no generan la confianza necesaria y esta situación hace que exista una gran disparidad en los valores a la hora de las tasaciones. Es habitual que el propietario le exija a su tasador que pida más, para luego tener un margen de maniobra en caso de tener que bajar la cotización para sellar el acuerdo en pesos (aunque éste incluya parte en dólares).
En los proyectos que están por estrenar, la propuesta que diseñan los desarrolladores es diferente. Allí los valores son trazados con otros riesgos y previsiones, y van al compás del ritmo de las ventas o del éxito de ellas, ya que si se comercializa rápido habrá estabilidad. En cambio si la venta es más gradual, las unidades finales siempre son más costosas que las que se ofrecen en preventa o al poco tiempo de estreno del inmueble.
Frentea este panorama, el precio de los bienes no bajó. Y así como suben los insumos, los alimentos,laropa,etcétera,laspropiedadesensintonía con la inflación también aumentaron.
En diálogo con varios brokers y desarrolladores, coinciden en que el ladrillo es un bien favorable y resguarda el dinero de los que cuentan con liquidez. Históricamente en la Argentina, luego de resolverse largos períodos inflacionarios, no originó una desvalorización del metro cuadrado en las propiedades. En general superadas estas etapas, el precio se conservó y se potenció. Si bien la inflación daña hoy toda la economía, el ladrillo es un buen resguardo frente a este flagelo.
El dato positivo de la semana es que en marzo último, la cantidad de escrituras de compraventa de inmuebles en territorio bonaerense creció un 14% según lo informó el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires.