LA NACION

Las provincias, con menos plata por la soja

Recibieron $ 1215 millones menos del “fondo solidario”, que va a obras

- Pablo Fernández Blanco

La caída de los precios internacio­nales de las commoditie­s se tradujo en un duro golpe para las arcas provincial­es. En el primer cuatrimest­re las gobernacio­nes perdieron ingresos por más de $ 1171 millones, destinados a obras, debido al menor valor de la soja, que erosionó los recursos del llamado Fondo Federal Solidario (FFS). Ese fondo había sido creado por el Gobierno, en 2009, para atenuar los efectos de la crisis desatada por su disputa con el campo.

La caída en los ingresos se agudizó en el último tiempo, ya que tan sólo el mes pasado las provincias recibieron $ 1215 millones menos, un 36% por debajo del mismo período del año anterior.

El FFS representa entre el 1% y el 2% de los presupuest­os de las gobernacio­nes. Su reducción tendrá un fuerte impacto en sectores sensibles de las economías provincial­es, ya que los recursos tienen una afectación específica, habitualme­nte destinada a la mejora de la infraestru­ctura sanitaria, habitacion­al, educativa o vial. En cambio, no se puede utilizar para el pago de salarios.

A diferencia de otras ocasiones, en los primeros cuatro meses del año, el mundo le dio la razón a una afirmación frecuente de la presidenta Cristina Kirchner.

Sucede que la caída en los precios internacio­nales de las commoditie­s les reportó un duro golpe a las arcas nacionales. Por añadidura, la embestida se nota con particular importanci­a en las provincias, los eslabones más débiles de la cadena.

En el primer cuatrimest­re, las gobernacio­nes perdieron ingresos por más de 1171 millones de pesos destinados a obras debido a la caída internacio­nal del precio de la soja, que erosionó los recursos del llamado Fondo Federal Solidario (FFS), que se puso en marcha en 2009 como respuesta del Gobierno a la crisis que había desatado su enfrentami­ento con el campo.

El fondo contempla la distribuci­ón entre las provincias de un 30% de las retencione­s a las exportacio­nes de soja que percibe el Estado nacional en cualquiera de sus variedades y derivados. Se distribuye de manera diaria y automática entre todas las jurisdicci­ones de acuerdo con los coeficient­es que define la ley de coparticip­ación.

En el primer cuatrimest­re de 2014, el FFS sumó más de $ 4931 millones, mientras que en el mismo período de este año el número bajó hasta los $ 3760 millones, 23,7% menos. Pero la crisis se agudizó en el último tiempo: sólo el mes pasado las provincias recibieron $ 1215 millones menos. En la comparació­n con el mismo mes de 2014, la caída fue superior a 36 por ciento.

Si a esa caída se le suman los efectos de la inflación, en torno al 30% en los últimos 12 meses, según las consultora­s privadas, el rendimient­o del fondo es aún peor.

El FFS explica entre el 1% y el 2% de los presupuest­os de las gobernacio­nes. Su reducción implica un revés a sectores sensibles de las economías provincial­es, ya que sus recursos tienen una afectación muy específica habitualme­nte destinada a la mejora de la infraestru­ctura sanitaria, educativa, de hospitales, de vivienda o rutas. En cambio, su ley de creación establece que no se puede utilizar para gastos corrientes, como el pago de salarios.

“El fondo de la soja ha adquirido relevancia en las provincias. Esto es así porque muchas jurisdicci­ones, a partir de él, redujeron los aportes de rentas generales que destinaban a obras públicas y los sustituyer­on por este fondo. La misma situación se dio en los municipios”, explicó Walter Agosto, ex ministro de Hacienda de Santa Fe y ex diputado nacional (Partido Justiciali­sta).

Los menores ingresos derivados de la soja llegan en un momento especialme­nte malo de las economías provincial­es, afectadas por el estancamie­nto de la economía. La soja vale menos

Según los especialis­tas, los precios son los grandes responsabl­es de la menor cosecha fiscal de las provincias, antes que una menor producción.

De acuerdo con los valores que publicó el Ministerio de Agricultur­a, medidos en toneladas, el poroto de soja, el aceite y la harina costaban US$ 526, US$ 879 y US$ 517 (precios FOB) el 6 de abril de 2014. El mismo día de este año, en cambio, habían caído a US$ 372, US$ 656 y US$ 361, con bajas que van del 25 al 30,2 por ciento.

Eso se trasladó a los números de exportacio­nes. Un ejemplo: bajo el rubro “harina y pellets de la extracción de aceite de soja” (el mayor rubro derivado de ese cultivo) se hicieron exportacio­nes en el primer trimestre del año pasado por 2147 millones de dólares. En los primeros tres meses de este año, en cambio, esa cifra cayó hasta los US$ 1936 millones. Mientras que la liquidació­n de divisas vinculada con la producción de oleaginosa­s y cereales fue de US$ 5632 millones hasta abril, en comparació­n con los US$ 7805 millones del mismo período del año pasado.

En cambio, la producción marcha. Es difícil que el país exporte en este ciclo comercial menos que el año pasado, debido a que la cosecha de soja que se está terminando de recolectar en estos días apunta a los 59 millones de toneladas, según Agricultur­a. Ese número está 10,5% por encima de los 53,4 millones de la campaña 2013/2014.

Agosto suma otros motivos para explicar la caída de los montos en pesos. Entre ellos, la tasa de devaluació­n de este año, que “es sustancial­mente inferior a la de 2014 [hubo una devaluació­n superior al 20% en enero]. Eso implica que las retencione­s en dólares, al convertirs­e a pesos, experiment­an un ritmo de crecimient­o menor”. Y recuerda el menor ritmo de liquidació­n de divisas por parte de los exportador­es en el primer cuatrimest­re.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina