Margarita Stolbizer. “La UCR bajó sus principios para conseguir dos cargos”
La precandidata a presidenta por GEN piensa que el kirchnerismo dejará de existir, incluso si triunfa Scioli; critica a Macri, a Massa y a Sanz, y dice que busca evitar que la elección se polarice para que haya un cambio real
Dedicida a plantarse como alternativa ante una polarización que cree falsa, Margarita Stolbizer apunta contra todos. Advierte que, si es el próximo presidente, Daniel Scioli no tardará en “deshacerse” de Cristina Kirchner; que Mauricio Macri es el adversario “elegido” por la Presidenta porque lo ve “débil”, y que Sergio Massa “se acordó tarde” de la corrupción.
Pero en su paso por el ciclo Conversaciones en la nacion, el golpe más duro fue para Ernesto Sanz. “El radicalismo bajó sus principios para conseguir dos cargos”, dijo sobre el acuerdo con Pro.
–Mao decía que había una contradicción principal y contradicciones secundarias. Para muchos en la Argentina la contradicción principal es hegemonía o no hegemonía. Esa gente cree que tiene que haber la mayor masa crítica posible frente a la continuidad del actual esquema de poder. Hay otros que piensan que la contradicción principal es ideológica y que, por lo tanto, no tienen por qué estar sometidos a la presión de los que dicen: “Que se junten todos para evitar que esto continúe”, sino que hay que replegarse más sobre identidades de visión del mundo, ideológicas. Me parece que usted está más en esta segunda tesis, pero supongo que la presionan mucho para alinearla en la primera.
–Si se quiere, es algo que ya superé.
–¿Por qué?
–Me parece que como toda teoría maoísta el primer análisis atrasa. Siento que estamos ante la obligación y la responsabilidad de mirar hacia adelante. Estamos claramente en un final de ciclo y el desafío principal es cómo nos paramos frente a las oportunidades que nos brinda el futuro. Los que piensan que hay que juntarse para derrotar a los que están para que se vayan parece que no se anoticiaron de que los que están se van. Es la mejor noticia del panorama electoral.
–¿Qué futuro le ve al kirchnerismo?
–Creo que el kirchnerismo termina. El peronismo ha dado muestras más que suficientes de que el que tiene la lapicera y la chequera es el que ejerce el poder. Adiós, Cristina, y, a partir de ahí, no queda duda que quien sostiene el proyecto y el poder es Scioli. Ahora, ¿qué pasa si Cristina no gana? Me parece que ésa es la clave.
–Hoy [por ayer] Cristina eligió a Macri como su adversario. Le da tranquilidad el lugar en el que se para en la adversidad.
–En realidad, Macri es el reaseguro de que Cristina vuelva. Ella no lo elige solamente por la comodidad discursiva. Lo elige porque lo ve débil, vulnerable, con dificultades para armar un gobierno, que las va a tener de hecho. Entonces, Cristina cumple con la fantasía de la gran [Michelle] Bachelet, que es volver.
–Si gana el oficialismo y se mantiene la consolidación de un gobierno con mayoría parlamentaria que domina casi todas las provincias, ¿no seguiría habiendo un gran desequilibrio de poder en la Argentina?
–Me cuesta plantearme como hipótesis algo en lo que no creo. Siento que el período del kirchnerismo está clausurado, entre otras cosas, porque lo clausuró la sociedad. El 70 u 80 por ciento de la gente está harta.
–No hablo de kirchnerismo, sino de formato de poder.
–Para mí no hay ninguna chance de que eso ocurra. El estilo de gobierno termina el 10 de diciembre.
–¿Scioli tiene una concepción distinta de poder que los Kirchner?
–No es lo mismo. Por eso lo desprecian. Nosotros trabajamos para que haya una alternativa de reemplazo que no sea más de lo mismo.
–Supongamos que hay una continuidad del oficialismo a través de Scioli, ¿cómo imagina la oposición de ese oficialismo?
–Voy a defender siempre el marco institucional que es el Congreso, donde se expresan la pluralidad y el equilibrio de fuerzas. Ahí hay que trabajar para que exista un equilibrio que obligue a las fuerzas políticas y al partido que gobierne a establecer un marco de consenso y de acuerdo para sacar la Argentina adelante.
–¿Va a haber una gran polarización?
–Trabajo para que no exista y creo que es bastante posible. No existe lo que algunos quieren instalar como una polarización cuando lo que estoy eligiendo son dos cosas absolutamente iguales. Hay evidencias de la igualdad que existe del modelo, de la concepción de país, del ejercicio del poder, de mecanismos de corrupción, de sobreprecios, del juego como parte del capitalismo de amigos y todo este pase de calesita que son los dirigentes del peronismo que pasan de ser kirchneristas a ser macristas, massistas y otra vez kirchneristas. Los tres son exactamente iguales. Nosotros vamos a intentar colar una propuesta para demostrar que la Argentina necesita una opción política que defienda los principios de la democracia social y que recupere la ética como parte de la política. Nos hemos planteado dos principios: igualdad y decencia, que no están en la agenda de prioridades de nadie.
–¿Cree que a Massa le da asco la corrupción?
–Se acordó un poco tarde. Formó parte de un gobierno seriamente corrupto. Los Kirchner no empezaron a robar hace un año. Entraron a robar en 2003. Venían con una concepción autoritaria y corrupta de ejercicio del poder desde Santa Cruz.
–¿Al radicalismo de Sanz lo pone en la misma bolsa que a Macri y al peronismo?
–No. Deninguna manera. El radicalismo es un partido de principios. Pero ha definido una estrategia equivocada, que es preservar espacios de poder territorial. Respeto la estrategia, no la comparto. Bajan los principios, las banderas, la honestidad y la historia de un partido de principios para conseguir dos cargos de gobernador y cinco de diputados.
–¿Cómo está la causa Hotesur?
–Viene resistiendo todo tipo de embates, Si algo hizo este gobierno fue interferir en esa causa. Lo único que les falta es escupir a [Claudio] Bonadio en la puerta de los tribunales. Pero creo que va a seguir teniendo novedades.