Juicio por 114 kilos de cocaína Cuatro argentinos están acusados de contrabando de estupefacientes y lavado de activos.
Cuatro argentinos son juzgados por contrabando de droga; en otro proceso está en el banquillo de los acusados un presunto homicida
“La abuela ya salió.” La frase fue escuchada por personal de inteligencia de la Prefectura Naval en una intervención telefónica durante una investigación por narcotráfico. Todo indicaba que era el aviso en clave de que un cargamento de droga había salido hacia Europa. Detrás de la conversación hay una historia de 114 kilos de cocaína, un campo de 18 hectáreas en Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, cuatro sospechosos sentados en el banquillos de los acusados, un ciudadano colombiano acribillado en Barrio Norte, tres prófugos y un presunto sicario argentino.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. En Comodoro Py, el Tribunal Oran en lo Penal Económico (TOPE) N° 2 lleva adelante un juicio oral y público contra cuatro ciudadanos argentinos acusados de los delitos de contrabando de estupefacientes y lavado de activos.
El debate entró en su etapa final. El 22 de este mes será el turno de los alegatos del representante del Ministerio Público, el fiscal Marcelo Agüero Vera, y de la Aduana, que actúa como querellante.
“La frase «La abuela ya salió» la dijo en el juicio un suboficial de inteligencia de la Prefectura Naval que declaró como testigo. Todo indica que era una conversación en clave para comunicar que un cargamento de droga ya estaba en viaje rumbo a su destino final”, afirmó a LA NACION una calificada fuente judicial que participa del debate.
Según el requerimiento de elevación a juicio presentado por el fiscal en lo Penal Económico Emilio Guerberroff, Gerardo Ruidíaz, de 56 años; Florencio Bogarín, de 31, y Ariel Lértora, de 43, deben responder ante los jueces Claudio Gutiérrez de la Cárcova, Luis Losada y César Lemos por el delito de intento de contrabando de estupefacientes agravado. Ruidíaz también está imputado de lavado de activos, misma cargo por el que está acusado Fabio Montañana, un técnico superior en agricultura y profesor de piano y técnico foresto-industrialde 42 años.
Seis bolsos
La droga fue secuestrada por personal de la Prefectura Naval el 26 de junio de 2013 en la Terminal Portuaria Río de la Plata, donde trabajaban Bogarín y Lértora (ambos defendidos por el abogado Miguel Ángel Pierri). Estaba en seis bolsos hallados en un contenedor a bordo de un buque de bandera liberiana, próximo a zarpar.
El miércoles pasado durante la audiencia del juicio, los cuatro acusados hicieron uso de su derecho a hablar. Todos rechazaron las imputaciones. Por ejemplo, durante su declaración, Lértora se refirió a la droga secuestrada en su lugar de trabajo como “esa porquería”.
Según sostuvo el fiscal Guerberoff en la elevación a juicio: Bogarín, en coordinación con Lértora, “tuvo un rol principal en la elección e individualización del contenedor, su ubicación y posterior traslado dentro de las instalaciones de la terminal portuaria y el acondicionamiento del estupefaciente”.
César Pérez, que en el momento de los hechos investigados se desempeñaba como supervisor de buques en la terminal portuaria, se encuentra prófugo de la Justicia, informaron fuentes judiciales. Lo mismo sucede con los ciudadanos colombianos Luis Sierra Navarro y Francisco Duque Salazar.
Pero la historia había comenzado tiempo antes del secuestro de los estupefacientes. La justicia federal de Concepción del Uruguay y la Prefectura Naval investigaba en 2012 a una presunta organización narcocriminal que se preparaba para comenzar a traficar cocaína.
Según se desprende del expediente judicial, los investigadores del caso habían puesto bajo la lupa a un ciudadano colombiano de 39 años que usaba la identidad de Carlos Brausín García. Su nombre se hizo conocido en la Argentina cuando fue asesinado de siete balazos por la espalda cometido por un sicario en Marcelo T. de Alvear y Talcahuano el 17 de abril de 2002.
Pero su verdadero nombre, como reveló en su momento el diario Clarín, era Jairo Saldarriaga Perdomo, alias “Mojarra” o “Guajiro”, que había sido jefe de sicarios de un poderoso cartel colombiano. Entre 2000 y 2002, “Mojarra” estuvo detenido en la cárcel Modelo, en Bogotá, acusado de rebelión. Había militado en los frentes 43 y 27 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).
Por el homicidio de Saldarriaga Perdomo también se lleva adelante un juicio oral y público, que está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 porteño, integrado por Martín Vázquez Acuña, Luis Salas y Alberto Huarte Petite. La representante del Ministerio Público es Mónica Cuñarro.
En el banquillo de los acusados, según informó la página web de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar, está Jonathan Aristimuño, imputado de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria.
“Aristimuño también está vin culado con una organización narco colombiana. El imputado tiene antecedentes de condenas por robo con armas y también un homicidio en ocasión de robo en el partido de Avellaneda. Fue clave en la investigación la moto que utilizó Aristimuño esa tarde y que dejó abandonada en la escena del hecho, así como una serie de entrecruzamientos telefónicos”, se afirmó en la Web del Ministerio Público.
Y se agregó en www.fiscales.gob.ar: “Se trató de un homicidio planeado por personas colombianas vinculadas a la maquinaria del narcotráfico, con vinculaciones en el interior del país y con laboratorios químicos en dónde se procesa y luego se transporta la droga”.