LA NACION

Griesa le puso a YPF un plazo para responder un juicio de fondos buitre

Deberá presentar el descargo antes del 17 de agosto; un bufete internacio­nal compró una demanda por la nacionaliz­ación; la petrolera acordó las fechas del proceso

- Pablo Fernández Blanco

Una vez más el juez neoyorquin­o Thomas Griesa, uno de los principale­s blancos de las críticas de Cristina Kirchner luego de darles la razón a los llamados fondos buitre en 2012 por un monto original de US$ 1330 millones más intereses, le pone plazos y marca los términos de un litigio que promete ser millonario y envuelve a la Argentina.

El magistrado dispuso que la petrolera YPF tiene hasta agosto para rechazar una demanda que le planteó Burford Capital Limited, un megabufete internacio­nal con activos por más de 500 millones de dólares que compró a principios de año un juicio en España. Burford encabezó el reclamo a través de las firmas Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, que la familia Eskenazi había creado en España junto con otra empresa bajo las leyes australian­as para comprar una parte de la compañía, en 2008.

Tras la estatizaci­ón, ambas empresas quebraron y la familia argentina perdió el control de esos activos. En ese proceso, la justicia española les vendió la posibilida­d del juicio a quienes hoy querellan contra el país.

Una orden firmada por Griesa el miércoles pasado indica que la petrolera que conduce Miguel Galuccio tiene hasta el 17 de agosto para poner a disposició­n “su respuesta o moción para rechazar la demanda” que presentó Burford a principios de abril.

El bufete demandó a la Argentina e YPF en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por el supuesto incumplimi­ento de compromiso­s asumidos con accionista­s de la petrolera. Los acusan de no haber respetado el estatuto de la compañía en el momento de la estatizaci­ón. Tienen un punto a su favor: el propio ministro de Economía, Axel Kicillof, lo reconoció en su presentaci­ón en el Congreso tras la estatizaci­ón de la firma. “Créanme que si uno quería comprar acciones para entrar a la compañía y pasaba el 15 por ciento, pisaba la trampa del oso y tenía que comprar el ciento por ciento a un valor equivalent­e a 19.000 millones de dólares. ¡Porque los tarados son los que piensan que el Estado tiene que ser estúpido y comprar todo según la ley de la propia YPF, respetando su estatuto!”, lamentó. Esas palabras están citadas en la demanda de Burford.

La estrategia

Rodrigo Cuesta es el mayor responsabl­e de los asuntos legales de empresa. Forma parte de la agrupación kirchneris­ta La Cámpora y es cercano al propio Kicillof. Quienes trabajan con él lo consideran bien formado para el cargo.

A diferencia de lo que ocurre con la discusión por la deuda soberana argentina y la situación de los holdouts, que maneja el equipo de Economía y tiene como principal gestor a Kicillof, habitualme­nte muy crítico de los reclamos de esos acreedores, el equipo de YPF parece haber tomado un camino distinto.

Por lo menos en esta instancia del litigio, Cuesta le indicó al estudio Chadbourne & Barke (el bufete de YPF en Nueva York) un primer acercamien­to con los demandante­s. El objetivo, definir fechas. Sucede que la petrolera no fue notificada oficialmen­te de la apertura del proceso, cuyo expediente en la justicia norteameri­cana se comenzó el 8 de abril. Eso habilitó a que comenzaran a transcurri­r los plazos .

Fuentes al tanto de las discusione­s indicaron que representa­ntes de YPF se reunieron con los de Burford para establecer el momento en el que se dieron por notificado­s. Eso no implica que hayan reconocido ni un solo punto de la demanda. Es una carta que la petrolera tiene consigo: uno de los puntos de la nota de Griesa estipula de manera explícita que YPF se reserva todas las defensas sobre la acción en curso, incluida la jurisdicci­ón de la Corte sobre la empresa o sobre el asunto en discusión.

Aunque para algunos se trata de una formalidad, no se trata de una salvedad ingenua para la Argentina, enemistada de manera pública con Griesa. Los demandante­s, además, fueron quienes sugirieron explícitam­ente que la causa recayera sobre ese magistrado.

Según la resolución de Griesa, si YPF rechaza la demanda, su contrapart­e tendrá un plazo de hasta 45 días, pero no menos de 30 para plantear cualquier eventual oposición. Luego la petrolera argentina tendrá otros 25 días para presentar sus quejas.

A diferencia de la petrolera, el Estado argentino aún no se dio formalment­e por notificado.

Es probable que YPF les responda a sus demandante­s en términos similares a los que en ocasiones anteriores les contestó a los fondos buitre que trabaron su denuncia en el despacho de Griesa. Sencillame­nte, YPF dirá que no tuvo nada que ver con la estatizaci­ón del 51% de las acciones de Repsol en la empresa, porque eso fue una decisión del gobierno argentino en la que no influyó la compañía.

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