Y un día, Chiaraviglio volvió a volar: saltó 5,70m y estará en Río 2016
El garrochista ganó con 5,70m el Sudamericano de Lima y logró la clasificación para los Juegos de Río 2016
El atletismo argentino volverá a tener un garrochista en los Juegos Olímpicos: Germán Chiaraviglio. El santafecino, que participó en Pekín 2008, se coronó campeón del 49º Campeonato Sudamericano, en Lima, y su marca de 5,70 metros le abrió un lugar en Río de Janeiro 2016.
Un premio enorme para un muchacho que, a los 28 años, por fin va recobrando el nivel que en 2006 lo consagró campeón mundial juvenil con récord del mundo y que se perfilaba como una enorme esperanza para la Argentina en su deporte. Luego de eso, el santafecino pasó por tiempos duros, en lo deportivo y en lo personal, entre lesiones, operaciones y golpes anímicos. Ocho años y medio después de aquella formidable temporada, Chiaraviglio parece volver a ser el que fue, y a entusiasmar con lo que prometía ser.
En ese magnífico 2006 se había titulado campeón sudamericano en Tunja, Colombia. Todo ese tiempo pasó hasta que ayer consiguió lo mismo en tierra peruana. Primero saltó 5,30, luego superó 5,50 y, con la tercera intervención, se aseguró la victoria. Esos 570 centímetros lo dejaron a sólo uno de su mejor registro personal, logrado en Pekín en agosto de... 2006, todavía como juvenil.
La remontada del santafecino es evidente. Ya a fines de 2014 se insinuó una mejora; en marzo de este año alcanzó 5,65 y con eso accedió al Mundial de Pekín, de agosto próximo (posterior a los Juegos Panamericanos de Toronto); el 15 de mayo obtuvo un resultado resonante, al ponerse la medalla de bronce en la etapa de Doha (Qatar) de la prestigiosa Liga de Diamante, y ayer salió campeón sudamericano con su segunda marca personal histórica. Con el triunfo consumado en Lima Germán fue por más, al buscar los 5,80, pero esa altura se le volvió infranqueable en tres tentativas.
“Los 5,70 se sintieron muy bien. Estoy contento. Salté bien a pesar de la llovizna. Me sentí muy cómodo. Fue una excelente prueba”, celebró el argentino, según lo citó el diario El Litoral, de su Santa Fe. “Después de casi nueve años de no saltar esa marca, me clasifiqué para los Juegos Olímpicos, gané la medalla de oro para mi país... Fue algo completo”, se complació Chiaraviglio, que lejos quedó de frustrarse por no haber señalado el récord propio. “Para mí ésta es mi mejor marca. Creo que no cambiaban mucho dos centímetros más para hacer el récord nacional, porque lo que quería es esto, estar en mi mejor nivel. Estando así voy a tener más de una oportunidad para establecer el récord”, completó, acompañado por su madre y su hermana.
El triunfo lo ascendió al 12º puesto del ranking mundial y le reportó su sexta medalla general en torneos sudamericanos. Su categoría le alcanzó para, aun en aquellos malos tiempos, constituirse en el mejor garrochista del país, al punto de acumular ocho estrellas de campeón argentino. Pero para Germán Chiaraviglio eso no es lo importante, sino por fin volver a empezar a cristalizar, a los 28 años, lo que proyectaba a los 19. Y con un horizonte diáfano por delante: el horizonte olímpico.