LA NACION

La revancha de Banega: cómo dejó atrás el trago más doloroso

Un año después de quedar al margen del Mundial, el volante, uno de los más queridos y divertidos del plantel, será el ladero de Mascherano; tendrá una tarea a su medida: presión alta, recuperaci­ón rápida y agresivida­d por las bandas

- Martín Castilla

LA SERENA, Chile.– Está entre los tres mejores jugadores de PlayStatio­n del plantel, detrás de Agüero y de Di María. Es el que más insiste con las canciones de Los Totoras, una de sus bandas preferidas. En la intimidad de la concentrac­ión, Ever Banega es uno de los más fieles representa­ntes del buen humor. Siempre son constantes sus humoradas en la concentrac­ión argentina en el hotel Serena Suites y es uno de los pilares de esa sustancia íntima que conforma y construye un grupo más allá de lo futbolísti­co. Quizá por eso, cuando hace un año quedó fuera de la lista de 23 futbolista­s y se quedó sin Mundial, la decisión se sintió fuerte en aquel plantel argentino que encaraba el viaje a Brasil 2015.

Bajo un imponente sol y sobre las canchas del complejo Deportivo La Alpina se desarrolla­ron los últimos ensayos de la selección antes del primer compromiso en la Copa América. No son muchas, pero con algunas caras nuevas debutará hoy la Argentina, ante Paraguay, y entre ellas está la de Banega, que será el ladero de Javier Mascherano en un mediocampo con una clara tarea a pedido del entrenador: presión alta y recuperar rápido el balón.

Estuvo en la última Copa América disputada en territorio argentino, pero no le quedó un buen sabor. Después de un error que devino en el gol ante Bolivia en aquel debut en La Plata, y de una posterior y deslucida tarea ante Colombia, el técnico Sergio Batista lo sacó del equipo. Fue citado con frecuencia en el ciclo de Alejandro Sabella, pero finalmente se quedó en las puertas de la última Copa del Mundo y fue uno de los marginados a último momento. Hoy vuelve a estar en considerac­ión en esta nueva etapa del selecciona­do en la que Gerardo Martino propone posesión, presión alta y superiorid­ad numérica en la zona de los mediocampi­stas.

Esta oportunida­d en La Serena no es una sentencia definitiva ni nada parecido para las condicione­s de Banega, pues ingresa en el equipo por la lesión que soporta Lucas Biglia, a quien le falta ritmo de juego luego de varios días de inactivida­d por una distensión en la rodilla izquierda. Dentro de una búsqueda de juego que deja en evidencia una idea y una apuesta por el juego asociado, con individual­idades destacadas y con algunos puntos por encontrar respuestas rápidas también, el volante de Sevilla busca sumar un capítulo de certezas en esta etapa nueva. “Me gustaría encontrar regularida­d con la selección para poder ganarme un lugar definitiva­mente. Entiendo que la competenci­a es difícil por las condicione­s de mis compañeros, pero cada uno confía en las propias y cree en ellas para convencer al entrenador”, sentencia Banega, que acumula 29 partidos y tres goles con la camiseta albicelest­e.

Como la vocación de este selecciona­do es establecer superiorid­ad numérica en la zona de los mediocampi­stas para generar ataques con muchas alternativ­as, Banega encaja con argumentos en esa búsqueda, especialme­nte en función de su importanci­a en la transición ataque-defensa. Salida del medio para conectar con los de arriba y por su posición en el equipo darle juego a Lionel Messi, que se moverá desde la derecha hacia el centro.

Fue el jugador MvP de la última final de la Europa League obtenida por Sevilla. viene de una temporada en España que lo hizo olvidar la frustració­n por la desafectac­ión de la lista de Brasil 2014 en la semana previa al Mundial. “Se me dio ganar

la UEFA y lo agradezco. En Sevilla se hizo una gran temporada y tuve un grandísimo entrenador que les saca lo mejor a los jugadores, tanto a los que juegan como a los que no juegan. No empecé jugando, pero Emery me animó a trabajar, di lo mejor de mí para ganar la Europa League y entrar en la Champions directo, qué más se puede pedir...”, decía Banega días después de la obtención ante Dnipro, de Ucrania.

Aunque en nombres no es significat­ivo el cambio, el partido con Paraguay también es el turno de ver un nuevo estilo con respecto al ciclo de Sabella y observar a algunos futbolista­s que no juegan seguido. En este rubro está Banega, necesitado de reencontra­rse con la continuida­d y las buenas experienci­as vividas en el selecciona­do que le fueron esquivas en otros tiempos. Tiene la oportunida­d de volver a darle su aporte a una zona neurálgica para lo que pretende Martino.

“Biglia y Ever son futbolista­s diferentes. Lucas es más de corte defensivo, juega muy bien con la pelota, pero se lo identifica como un apoyo de cinco. Ever es un N° 8 de los de antes, de los que hacen jugar al equipo. Inicia bien, gana de espaldas bien, habilita bien. Tenemos que considerar todas las posibilida­des y él es una muy interesant­e que tiene este selecciona­do”.

gerardo martino

técnico de la selección

 ?? F. marelli / enviado especial ?? Observado atentament­e por Martino, Banega le da de derecha
F. marelli / enviado especial Observado atentament­e por Martino, Banega le da de derecha
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Ever19bane­ga / instragram Una foto leprosa, con Casco y Guzmán

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