Muy poco en el 0-0 de méxico y bolivia
A los dos equipos les faltó claridad para llegar al arco rival y así se rubricó la igualdad en un partido flojo
VIÑA DEL MAR.– Muy poco de México. Lo mismo de Bolivia. El segundo partido de la Copa América quedó en deuda con el fútbol. Fue un 0-0 con dos equipos que corrieron mucho pero que crearon casi nada. Pese a que los mexicanos tuvieron más dominio de pelota y ocupación del terreno rival, fue Bolivia el equipo que más cerca estuvo de abrir el marcador en la primera mitad. Igualmente, siempre dentro de un desarrollo lento del partido, con pocas situaciones de gol.
En esos 45 minutos iniciales, la mejor posibilidad de quebrar el cero estuvo en los pies del delantero boliviano Ricardo Pedriel, que a los 13 minutos tocó la pelota tras un centro y el balón dio en el palo derecho de Jesús Corona. El arquero, además, tuvo una buena reacción ante un zurdazo desde afuera del área de Jhasmani Campos, y con su vuelo impidió la apertura del marcador por parte del conjunto de Mauricio Soria.
Disconforme por lo sucedido en esa primera mitad, el entrenador azteca Miguel Herrera movió el banco en la segunda mitad. Con el ingreso de Raúl Jiménez el equipo ganó en peso ofensivo. Incluso, el delantero que juega en Atlético Madrid de Diego Simeone tuvo la oportunidad más clara de su equipo, cuando cabeceó apenas desviado un centro de Corona.
Poco a poco el partido se fue desnivelando en cuanto a la balanza de los protagonismos. México presionaba cerca del área rival, y Bolivia esperaba encontrar alguna réplica salvadora ante una realidad futbolística que le era definitivamente adversa. Incluso hubo lugar para la polémica por una falta que Morales le cometió a Aquino. Protestó todo México, pero el paraguayo Enrique Cáceres entendió que no hubo falta.
El final encontró a México bombardeando de centros el área boliviana, pero sin precisión para crear situaciones claras. Hay algo claro: cualquiera de los dos que pretenda avanzar de etapa deberá mejorar. Con lo poco que ofrecieron les costará mucho llegar lejos en la competencia.