Muchas luces y algunas sombras
El próximo viernes, a las 12, abrirá sus puertas al público el Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires en el predio de La Rural, en Palermo.
A diferencia de otros grandes motor-shows del mundo, el éxito de éste siempre (y hasta su realización) siempre estuvo atado a los vaivenes del mercado, sea por cuestiones económicas o políticas. ¿Qué encontrarán los visitantes? Decenas de novedades, autos que nunca antes vieron, muchos de los cuales pronto estarán en los concesionarios locales.
También podrán ver de cerca cuáles son las tendencias mundiales en materia de tecnología y energías no convencionales, donde los modelos eléctricos y los de hidrógeno anticipan cómo será la movilidad del futuro, con la sustentabilidad en primer plano.
Y tal como se informa en este suplemento, el salón porteño tendrá también una primicia mundial, esto es un modelo que se exhibe aquí antes que en cualquier otro lugar del planeta.
Este hecho bastante poco común llegará de la mano de Renault con su pickup, que se fabricará en Córdoba.
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar el esfuerzo que para las marcas y los organizadores significa armar esta muestra que sin duda será muy buena y tendrá bastante brillo en un contexto que no es el mejor.
Porque la aplicación del impuesto interno desde comienzos del año pasado, la dificultad para conseguir los permisos de importación y las restricciones al acceso de divisa extranjera para pagar vehículos y autopartes, distorsionan por completo el normal desarrollo de un mercado cuya dinámica exige reglas claras y previsibles.
Esos obstáculos provocaron la caída en las ventas de unidades 0 km en 2014 y en lo que va del año; esa tendencia a la baja en las operaciones todavía se mantiene. ¿Para qué exhibir modelos que no se pueden vender?
El salón tendrá gran calidad, excelentes stands y novedades importantes. Pero también la sombra de los ausentes. Ojalá alguna vez el país madure y tenga una economía fuerte y previsible que permita organizar un salón con asistencia perfecta.