Diversificar las fuentes de ahorro
Frente a dificultades financieras, las empresas buscan alternativas Si a los defaults de bonos corporativos brasileños como GVO, Tonon Bionergía y al más reciente de Ceagro por US$ 100 millones se suman otros, el financiamiento a empresas del agro podría resentirse.
En los últimos años, los inversores buscaron mejores rendimientos y empujaron las emisiones en dólares de bonos corporativos en mercados emergentes a US$ 1600 billones, superando así al segmento de bonos
high yield del mercado americano. Sin embargo, la corrección en las
commodities, una mayor volatilidad cambiaria y el récord de 132 empresas sufriendo bajas de las calificadoras de riesgo en el primer trimestre de 2015 aceleran la salida de inversores de bonos emergentes.
En Brasil los bancos tienen el temor de que, si este mercado continúa perdiendo liquidez, se vean obligados a refinanciar esos bonos para evitar una cesación de pagos en momentos que ellos mismos endurecen sus políticas de crédito y aumentan selectivamente las tasas por el creciente deterioro crediticio de su cartera.
Ante ese panorama, algunas empresas que tienen a los bancos como única fuente de fondeo buscan ampliar y diversificar sus alternativas de financiamiento a través de fondos de deuda, mercados de capitales locales, emisiones privadas o deuda subordinada. Sin embargo, para que este tipo de operaciones no se vuelvan complejas, onerosas y hasta inviables por el exceso de ingeniería financiera y cláusulas legales, los interlocutores de las empresas deben tener experiencia y know-how de productos financieros para negociar términos competitivos.