Damián Kirzner. “Lo que no es negocio no existe”
Productor transmedia y creador de éxitos televisivos, se define como un “emprendedor serial” mientras prepara Mediamorfosis
“¿ Si me considero un emprendedor serial? No en el término del emprendedorismo empresario, sí en el término de emprender todo el tiempo”, dice Damián Kirzner (48), presidente de la productora NewSock, y precisa: “Yome formé en la televisión y en el cine, donde todo el tiempo estás empezando un producto nuevo. En la tele a veces construís un gran edificio y el rating te lo derriba de un mazazo, y al minuto siguiente empezás todo de vuelta”. Son muchos los edificios que Damián construyó en los casi 30 años que lleva en medios desde que comenzó como productor de televisión en Desayuno. Fue gerente artístico de productoras como Promofilm e Ideas del Sur, y productor de cine junto a directores como Fabián Bielinsky y Eliseo Subiela. Muchas de sus creaciones han hecho historia; basta mencionar Sorpresa y 1/2, Fugitivos o Arde Troya, o ficciones como Okupas y Juana y sus hermanas, de las que fue productor. Ganador del Young Creative Media Entrepreneur, por estos días concentra suatención en Mediamorfosis, un foro creado para pensar y analizar el futuro de los medios de comunicación, que se realizará el 10 y el 11 de agosto en el Distrito Audiovisual (@ mediamorfosisba). –¿Cómo hacés para manejar tantos proyectos tan distintos al mismo tiempo? –Tengo la capacidad de ir empujando muchas fichitas en un tablero de la oca; algunas van avanzando y otras retroceden. A veces me gustaría poder concentrarme más en algunos proyectos. De hecho, cuando entro en una etapa crucial, como ahora, que estoy a 40 días de Mediamorfosis, me concentro y abro las otras cosas. Pero mi naturaleza independiente me fue forzando a emprender en múltiples caminos y diferentes tiempos; a corto, mediano y largo plazos tengo fichas que van en un tablero y nunca sabés bien cuál va a funcionar. –¿Cuesta armonizar el impulso constante de generar cosas con la necesidad de que al mismo tiempo sean redituables? –La tele fue una escuela en ese punto bastante interesante para mí. A diferencia del cine, tiene unido el rol del director y del productor en el de productor ejecutivo. En tele tengo la noción permanente de la estructura y el presupuesto. También aprendí en la tele que lo que no es negocio no existe: si planteás una idea y no es redituable, no tiene un punto de equilibrio razonable, no existe. Creo desde ese lugar. No creo delirios ni cosas insostenibles. En un momento me encontré produciendo Despabílate amor y Sorpresa y 1/2 en simultáneo, y aprendí que en televisión no podía quedarme como con Subiela dos semanas perfeccionando el producto, sino que tenía que encontrar una calidad aceptable y buena porque tenía un programa la semana siguiente. Ese equilibrio me lo enseñó la tele: soy un buen administrador, pero sin quitarme recursos artísticos –¿La masividad del medio es un obstáculo para tu creatividad? –No. Vengo de un medio tan cruel como la televisión, en la que es tan caprichoso el motivo por el cual a veces creás un producto genial y te ponen del otro lado un tanque de Hollywood como Shrek y se terminó, que aprendí ese equilibrio de encontrar una audiencia para el producto. No apunto a que todos sean Sorpresa y 1/2, sino a tener una audiencia aceptable, y eso lo hace redituable. Cuando quiero hacer algo que no tenga nada que ver con el mercado, hago fotografía –soy fotógrafo artístico y muestro lo que hago–. Ahí no negocio con nadie: me tomo todo el tiempo que quiero, cinco años para hacer una serie, lo disfruto y me corro del mercado. –¿Sentiste alguna vez estar creando proyectos fuera de su tiempo, adelantados? –Sentí muchas veces que estaba con la tablita de barrenar mirando para atrás y la ola estaba muy lejos. En 2007 desarrollé un juego para celulares con geoposicionamientos. Vi el Nokia N95, el primero que traía GPS, y dije: “En este teléfono puedo hacer el Fugitivos que hice con Matías” [Martin], que la gente se escondía por la ciudad, pero con el celular. Desarrollamos íntegramente la aplicación y finalmente la vendí a una compañía americana, porque acá no había masa crítica de smartphones. La curva decía que hacía allí iban, pero no estaban. Entonces, el siguiente producto que hice, después de aprender eso, fue Conectados: un programa para una tecnología absolutamente masiva, donde la audiencia se conectaba desde todo el mundo vía webcam. Lo hice en Uruguay y llegamos a los Emmy como finalistas con ese producto. Ahí estaba en una ola que tecnológicamente nos acompañaba. –¿Y hoy te gusta subirte a la ola o barrenar adelante? –Un poco y un poco. Soy un productor con una orientación a contenidos transmedia, pero no dejo de ser un productor de cine y de radio y me siguen gustando los medios tradicionales. Los medios y las tecnologías se acumulan, no se restan. Lo que creo es que hay un usuario que consume diferente; hasta las plataformas tradicionales hoy se consumen diferente. –¿Qué te atrae de los nuevos patrones de consumo de medios? –Creo que el hombre a partir de las nuevas tecnologías incorpora nuevas maneras de percibir la realidad. A partir de la conectividad tenemos un sexto sentido, que es la conexión. Percibimos la realidad a través de la conectividad y si no estamos conectados nos agarra algo parecido a si no estuviéramos viendo o escuchando. El ser humano ha cambiado como cambió la humanidad cuando pudo volar: nuestros abuelos vieron al hombre volar, nosotros le vimos al hombre crecer antenas. Lo que nos pasa a nuestra generación es que eso está pasando ahora. La gente a la que le genero contenido está viviendo este cambio, entonces hay que entender los nuevos hábitos de consumo de medios. Ahí es donde vamos a focalizar mucho desde Mediamorfosis, para entender a quién le hablamos. –¿Qué preguntas orientan Mediamorfosis? –Mediamorfosis es un espacio para pensar, mientras hacemos; parar, pisar la pelota y levantar la vista pera ver la cancha. Nos juntamos con colegas de todo el mundo, algunos realmente brillantes, para compartir nuestras experiencias. Elegí dos ejes: uno es el de los hábitos de consumo, para tratar de entendera qué usuario le hablamos, cómo consume medios la gente, y el otro eje es la realidad virtual, los contenidos inmersivos, cómo le contás una historia a un sujeto cuando se encuentra dentro de ella. El año pasado Mediamorfosis se hizo en Buenos Aires, pero este año se va a hacer acá y también en Montevideo y en San Pablo. La idea es que sea una plataforma que se vaya abriendo a América latina.