Una campaña bajo el cobijo de Cristina
Su designación como candidato a jefe de gobierno porteño sorprendió a algunos: por primera vez alguien de La Cámpora se postulaba para dirigir la ciudad más importante del país. Sin embargo, Mariano Recalde no era el único postulante. El Frente para la Victoria (FPV) propuso para las primarias del 26 de abril siete candidatos, una oferta amplia que dividió el voto kirchnerista y que después fue admitida por el propio oficialismo como un error: Recalde terminó en cuarto puesto, superado por los dos candidatos de Pro, Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, y el de Energía Ciudadana Organizada (ECO), Martín Lousteau.
En la búsqueda del impulso que necesitaba para superar al ex ministro de Economía y entrar al ballottage, el presidente de Aerolíneas Argentinas sumó la participación activa de la presidenta Cristina Kirchner a su campaña, como se pudo ver en la visita que ambos hicieron juntos a la villa 20, en el barrio porteño de Lugano, el jueves último.
La campaña tampoco estuvo exenta de escándalos. El caso del video en el que se ve a la vedette Victoria Xipolitakis en la cabina de un avión de Austral manipulando los controles junto a los pilotos durante el despegue provocó una rápida reacción del candidato, quien ordenó el despido de los comandantes y una suspensión para volar a la modelo por cinco años. Fiel al estilo kirchnerista, también acusó a los medios de montar una operación en su contra.
Sin embargo, a pesar del revuelo generado, las encuestadoras de opinión sostuvieron que Recalde sumó puntos en los sondeos.
Lo Positivo La participación activa de Cristina Kirchner en la campaña por la ciudad pareció sumarle volumen
Lo Negativo Pese a sus esfuerzos no pudo desplazar a Lousteau como principal contendiente de Rodríguez Larreta
La frase “Los porteños se merecen definir entre dos proyectos distintos y no entre dos candidatos del mismo”