Gritos atragantados, una mala costumbre entre los mayores
Messi tampoco pudo en la Copa América 2007 ni en el Mundial 2014; fue campeón Sub 20 y en los Juegos 2008
SANTIAGO, Chile (De nuestros enviados especiales).– El nudo le apretó tan fuerte la garganta que ni una palabra pudo pronunciar. Lionel Messi sintió el impacto por otra final perdida, la tercera con el seleccionado mayor, contrastante con los títulos en el Mundial Sub 20 de Holanda, en 2005, y en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008. El capitán del seleccionado argentino no habló. No hizo falta que lo hiciera anoche.
Messi sentía que ésta era la gran oportunidad tras el subcampeonato del mundo en Brasil 2014, en el que no estuvo tan cómodo por los cambios de sistemas y de funciones que decidió Alejandro Sabella. Cargó con la misma responsabilidad de aquella vez, ahora con Gerardo Martino como DT, y, como en un calco del pasado, Chile le arrebató la esperanza. Aquella vez fue Alemania, en una Copa del Mundo que empezó de mayor a menor: fue determinante en los encuentros del grupo y no tanto en la etapa final.
El otro partido decisivo que perdió fue en la Copa América de Venezuela, en 2007, con Alfio Basile. Después de una marcha casi perfecta, Brasil se impuso por 3-0. La tristeza fue idéntica, aunque el peso de la responsabilidad recaía sobre hombros más experimentados, como los de Juan Román Riquelme, Juan Sebastián Verón, Javier Zanetti, Gabriel Heinze y Esteban Cambiasso, entre otros. Es más, en esa oportunidad fue premiado como el mejor jugador joven de la competencia, pero tampoco le alcanzó.
Siete años transcurrieron desde que el rosarino levantó un trofeo con la camiseta celeste y blanca. Desde aquellos tiempos con los juveniles que sueña con una consagración a lo grande. Hoy, a los 28, con obligaciones más grandes, los golpes duelen más. Messi ya lo había manifestado en el medio del torneo: daría cualquier cosa por un título con el seleccionado mayor. El festejo, por ahora, sigue negándosele. No hay mucho más para decir. Al menos por ahora.