LA NACION

El CASI apuesta a las bases

La Academia encara el torneo con muchos juveniles que dan sus primeros pasos

- Alejo Miranda

Acostado en la camilla del vestuario, Jerónimo Solveyra exuda bronca. Terminó golpeado y maltrecho, pero la derrota duele más. El CASI acaba de caer ante La Plata 34-12 en su cancha. Por el tenor de los equipos, el resultado es lógico. Así y todo, el joven centro no se conforma. “Lo perdimos nosotros”, rezonga. “Hicimos todos para perder. No nos dimos cuenta de que lo podíamos ganar. Nos la tenemos que creer. Potencial hay, pero hay que saber usarlo.”

En cinco fechas del Top 14 Copa DirecTV presentada por QBE, el CASI acumula cuatro derrotas y un solo triunfo. Un récord que no se condice con sus pergaminos, pero que se entiende por la juventud e inexperien­cia de su plantel. Solveyra (19 años) es uno de los cinco chicos que jugaron ayer que fueron promociona­dos este año de la M-23 y la M-20 por el entrenador Ricardo Espagnol. El octavo Mateo Bast (22), el pilar Juan Ignacio Nieto Sánchez (20), el apertura Juan Wilson (20) y el ala Thomas de Almeida (20) son los otros cuatro.

“Hay que tener paciencia”, repite una y otra vez Espagnol. El Gallego está en su séptima etapa con la primera del CASI y conoce como nadie cómo son estos procesos: “Es un desafío grande y hay que aguantar. Cada vez que hay que hacer un recambio pasa lo mismo.”

El caso de estos cinco chicos, que excepto el bahiense Bast son de la categoría 95 que le dio al CASI cuatro títulos en las divisiones juveniles, se enmarca en un recambio mucho más grande. El más veterano ayer fue el ala Felipe Muslera (27). El resto no pasa los 25. El capitán Bruno Devoto tiene 22 y está en su segundo año en primera, en reemplazo de Juan Campero, uno de varios veteranos que se retiraron el año pasado.

“Lo bueno de esto es que la integració­n se hace más fácil”, opina Wilson, que jugó su tercer partido en primera, capitaliza­ndo las lesiones de Ignacio Almela e Ignacio Rodríguez Muerda; Tobías Casaurang (22), que había iniciado el año con la 10, volvió a su posición natural de fullback (ayer hizo un try de antología). “Es cuestión de seguir sumando partidos, que es lo que estamos consiguien­do. La idea es afianzarno­s”.

Alto y delgado, Solveyra luce todavía más chico al lado de los jugadores de La Plata, mucho más experiment­ados y potentes. Así y todo, el CASI dio pelea, y de no ser por un lapsus de desconcent­ración que le costó tres tries al inicio del segundo tiempo, otra habría sido la historia. De allí el lamento del centro.

“En el momento en que se den cuenta de que pueden va a venir el cambio. Eso lleva tiempo, pero a mí no me preocupa”, justifica Espagnol. El entrenador sostiene que el proceso recién empieza y va a seguir probando jugadores. Ayer, por ejemplo, en la intermedia jugaron el tercera línea Benito Paolucci y el segunda Ignacio Larrague, dos jugadores de la M-20 que participar­on recienteme­nte del Mundial Juvenil con los Pumitas, y el medio-scrum Tomás Descalzo, de la M-23. “Ya les dimos continuida­d a ciertos jugadores, ahora vamos a seguir probando”, avisa el head coach.

Sin títulos en los últimos 10 años (el último fue en 2005, el único en tres décadas), todo indica que el máximo ganador del rugby de Buenos Aires –con 33 títulos– deberá seguir esperando para levantar una copa. Y los chicos no le esquivan a la responsabi­lidad que implica vestir la aurinegra. “Es muy lindo y una responsabi­lidad a la vez. La historia pesa. Que te vengan a dar una mano tipos como el Chapa [Eliseo] Branca o Jorge Allen es un privilegio”, dice Nieto Sánchez, capitán de la 95.

Espagnol, no obstante, no se desvive por eso. “Yo no tengo apuro. Lo que menos me preocupa es clasificar a los playoffs o ser campeón. Ahora estamos en un proceso en el que intentamos mejorar el juego. Estamos laburando en eso”. El camino es largo, pero la base del CASI es sólida.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina