LA NACION

Una herida que sigue abierta y es cada vez más profunda

una herida que sigue abierta y es cada vez más profunda

- Por Claudio Mauri.

SANTIAGO, Chile.– Las caras son tan largas como la espera que se extiende. Las lágrimas vuelven a ser amargas, agrias. La escena es dolorosame­nte reconocibl­e por el parentesco con algunas recientes y otras que ya suman varios años. En medio de un estadio Nacional que vive la mayor alegría futbolísti­ca de su historia, hay un plantel argentino en estado de desolación. La espina de los 22 años sin títulos se mantiene ahí, seguirá creciendo, agrandará la herida de muchos jugadores y sumirá a un país futbolero en otra decepción, y en reproches y debates que resurgirán. No hubo cambio de época, la racha aciaga ya superó la mayoría de edad y está entrando en la adultez, tanto como este grupo de jugadores a los que la frustració­n se les está haciendo un callo en el alma.

Como dice la mayoría de los jugadores, es posible que esta generación se merezca un título, pero no por la final de ayer. Los penales no siempre son una historia escindida de lo que fue el partido. A veces hacen justicia, alumbran al ganador que bien lo pudo haber sido en los 90 o 120 minutos. Cuando la Argentina venció a Colombia en la definición por penales se interpretó como el premio lógico y merecido que se le había negado en los 90 minutos. La derrota de ayer fue consecuent­e con el flojo rendimient­o del equipo, bastante desfigurad­o respecto de la identidad que venía transmitie­ndo.

Acostumbra­do a jugar, anoche sólo aguantó. El equipo que hace un culto de la posesión y el juego asociado estuvo demasiado separado, estirado, con poco control del desarrollo. Se lo quitó este Chile que estaba ante la oportunida­d

La frustració­n empieza a transforma­rse en un complejo para la selección; con la derrota ante Chile, la espina de 22 años sin títulos se mantiene; la decepción de una generación de jugadores que no puede torcer la historia

de su vida y la aprovechó con una actuación digna de campeón. No le pesaron la presión de todo un país ni su nula tradición en resolver instancias decisivas. Mostró carácter, personalid­ad y fútbol para llegar a esa cima continenta­l que siempre había sido conquistad­a por los demás, con una supremacía repartida entre Uruguay, la Argentina y Brasil. Entre esos gigantes se hizo un hueco con todos los honores mediante esta generación de jugadores que es la mejor de la historia. Futbolista­s de talla pequeña (Chile fue el equipo con el promedio de altura más bajo de la copa), pero muy versátiles, dinámicos para intercambi­ar posiciones, moverse en bloque y con continuos apoyos. Pequeños gigantes imbuidos de la ambición y valentía que les inculcó Jorge Sampaoli.

La Argentina se quedó con las manos vacías en el único partido que tuvo menos posesión que el rival (43% contra el 57% de Chile). Todo un síntoma. Era de prever que Chile sería el adversario que más se le iba a animar, el que no iba a renunciar a sus conviccion­es por más figuras internacio­nales que hubiera del otro lado. Y sin la pelota, o con tenencia inferior a la habitual, la Argentina tuvo menos presencia, apareció deshilacha­da en varios momentos. Poco dominante, padeció la superiorid­ad numérica que Chile le creó en la zona media. Y si la Argentina no tiene el dictado en el mediocampo, su discurso es balbuceant­e. Y el arte del contraataq­ue lo tiene increíblem­ente olvidado, poco aceitado, aunque pudo ganar en el último minuto de los 90 con una réplica que condujo Messi, continuó Lavezzi y no alcanzó a definir Higuaín.

Más que a jugarlo, la Argentina se dedicó a durar en el partido. A mantenerse con vida, pero sin dar muestras de una salud rebosante. Aun con intermiten­cias lógicas por la alta intensidad que le imprime al juego, Chile dejó una sensación de mayor plenitud física. Su despliegue fue superior al argentino.

A menos de un año de la final del Mundial, hay fantasmas que se repiten. Si en el Maracaná Higuaín definió muy mal ante Neuer, ayer ejecutó un penal a las nubes. Si Tevez había visto el partido con Alemania en el living de su casa, anoche lo presenció desde el banco. Si a Mascherano ya no le daban los pulmones

chile se adueñó de varios premios

El trofeo resultó el galardón colectivo, pero Chile se llevó algunos premios individual­es de la Copa América: Arturo Vidal fue elegido el mejor jugador de la final; Claudio Bravo, el arquero del torneo, y Eduardo Vargas, con el peruano Guerrero, goleador. para ir a presionar sobre un costado a Schurrle en el centro del gol de Götze, ayer disputó todo el suplementa­rio en una pierna de tan acalambrad­a que tenía la otra. Si Messi fue desapareci­endo progresiva­mente en el Maracaná, anoche se diluyó en el Nacional. Si Di María no había podido empezar por un desgarro, ahora no duró más de media hora en la cancha por la misma lesión.

La historia ya tiene archivados nombres de larga trayectori­a en el selecciona­do sin el elixir de una vuelta olímpica. La lista puede incluir a Zanetti, Verón, Crespo, Sorin, Cristian González, Almeyda, Claudio López, Ayala, Riquelme, Cambiasso, Aimar, Heinze, Samuel… Desde ayer quedaron otros apellidos en lista de espera, en el límite de incorporar­se a esa nómina. Por ahora, el Tata Martino es uno más entre Passarella, Bielsa, Pekerman, Basile (segunda etapa), Maradona, Batista, Sabella. Diferentes estilos y modos de conducir a los que siempre les faltó cinco para el peso para coronar sus ciclos con un título.

De las últimas cuatro Copas América, la Argentina fue segunda en tres. La frustració­n empieza a transforma­rse en un complejo. Varios de estos jugadores llegaban de su mejor temporada en Europa. Estaban mejor que en el Mundial, aseguraban, pero la herida sigue ahí, abierta y cada vez más profunda.

 ??  ?? La angustia se refleja en la mirada perdida y los gestos corporales de Banega, Messi, Higuaín, Lavezzi, Zabaleta, Demichelis, Mascherano Rojo, Biglia, Otamendi
La angustia se refleja en la mirada perdida y los gestos corporales de Banega, Messi, Higuaín, Lavezzi, Zabaleta, Demichelis, Mascherano Rojo, Biglia, Otamendi
 ??  ??
 ?? F. marelli / e. especial ?? y Romero (abajo); la Argentina, en estado de desolación
F. marelli / e. especial y Romero (abajo); la Argentina, en estado de desolación

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina