Entonces, ¿Darwin había sido peronista?
Tenían razón los que decían que no había que subestimar a Scioli. Ella le puso a Zannini. Pero él le puso a Montaner. El jingle del candidato presidencial del FPV, el “Himno para la victoria”, fue compuesto e interpretado por el famoso cantautor latino.
El dato representaría un chiste menor salvo por un punto al que hay que prestar atención: el kirchnerismo terminó de construir su identidad cuando fue capaz de inventarse una estética, una “paleta de colores” propia.
Esa paleta incluyó un repertorio de ritmos y música (desde La Mancha de Rolando hasta el “Candombe Nunca Menos” o Fuerza Bruta), un repertorio de frases y palabras (“ser funcional a”, hegemónico, diversidad, democratizar, opereta mediática, etcétera) y una narración visual específica (en las cadenas nacionales, Javier Grosman oficia de director de cámaras y enfoca a los obreros dignificados, con sus cascos en la mano. Con su grúa épica, Grosman hace de cada toma un mural de Antonio Berni).
¿Qué significa entonces el jingle de Ricardo Montaner? Que a sólo dos semanas de ser ungido, Scioli ya empezó a imponer “su” paleta. ¿El cambio recién empieza?
“Vamos llegando con la V de la Victoria”, canta Montaner. “Que en mi país se llama la Gran Argentina (el nombre de la lancha histórica de Daniel)”.
El peronismo es anfibio en su pragmatismo. Charles Darwin, que fue politólogo y no lo sabía, ya había observado cómo las especies modifican su morfología para reinar en el nuevo ambiente. Ahora que el poder migra a la villa náutica La Ñata, muchos no tardarán en desarrollar branquias. En El origen de las especies faltó una frase: “el imperativo es el poder”.
¿Cuánto tardará la “paleta de colores” semántica del kirchnerismo en dejarle paso a la paleta sciolista? Seguramente un tiempo.
Después del escándalo en la Facultad de Ciencias Sociales, donde algunos alumnos hicieron una performance “posporno” en las aulas, sus autoridades avalaron lo hecho publicando un comunicado donde se decía lo siguiente: “El área en cuestión trabaja temáticas referidas a los géneros y las sexualidades desde 2012, con una perspectiva crítica que problematiza las visiones hegemónicas al respecto”. Otra vez la palabra “hegemónico”. ¿Acaso el kirchnerismo tiene la pretensión de ser recordado como un movimiento que deconstruyó toda práctica hegemónica, desde la periodística a la sexual?
Metáfora de la “década exagerada”, lo vanguardista no fue verlos desnudos en un aula, con prótesis de materiales diversos. Lo rupturista fue que ver que este año funcionan las estufas.