De Suiza a la Boca: encuentro de culturas
DAROS EN FUNDACIÓN PROA. Exhibe más de 40 obras de artistas latinoamericanos
“O iga señor presidente, ¡caramba!/ cómo es que va a gobernar/ porque así los campesinos, ¡hombre!/ con ellos van a acabar...” Rafael Moreno mira directo a cámara y continúa su canto, a capela: “Como corre el campesino, ¡caramba!/ buscando donde escapar/ porque en los enfrentamientos, ¡hombre!/ no los vayan a matar...”
Las palabras de Moreno resuenan como un siniestro mantra en el segundo piso de Fundación Proa, donde ayer se presentó la colección suiza Daros Latinamerica. Reproducidas en el video Bocas de ceniza (2003-2004), de Juan Manuel Echavarría, aluden a la realidad de Colombia, un país acosado desde hace décadas por los conflictos armados entre narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares.
“No es una muestra caprichosa sino que refleja la colección, que tiene obras bastante políticas”, dijo Rodrigo Alonso, uno de los curadores de esta exhibición que invita a reflexionar entre otros temas sobre el concepto de lo “latinoamericano”. “Daros propone rechazar la existencia de un arte latinoamericano como tal –señala Adriana Rosenberg, directora de Fundación Proa–, así como de cualquier otra categorización regionalista que pueda coartar la libertad de los artistas y del espectador.”
Junto con Katrin Steffen, de Daros, hace tres años Alonso comenzó a seleccionar más de 40 obras que abordan las tensiones geopolíticas a nivel global, la violencia y las marcas que ésta deja en el cuerpo. Revisaron más de mil trabajos –dibujos, esculturas, pinturas, objetos, instalaciones y videos– realizados por un centenar de artistas. Ambos se proponían incluir obras de aquellos que no hubieran exhibido nunca en la Argentina, pero la espontaneidad latina se impuso a la planificación suiza. Desde entonces, Faena trajo por primera vez al colectivo cubano Los Carpinteros y en estos días el Muntref hace lo propio con el brasileño Vik Muniz. Incluso durante ese lapso se inauguró y se anunció para fin de este año el cierre de Casa Daros, monumental sede carioca de la colección con base en Zúrich. Esta última e inesperada noticia hizo aún más especial la oportunidad de ver exhibidas en conjunto obras de Doris Salcedo, Rosângela Rennó, Regina José Galindo, Humberto Vélez y Jorge Macchi, por citar algunos ejemplos destacados del arte regional.
“El criterio que sostiene la colección no es el de una totalidad enciclopédica”, aclara la institución, fundada en el año 2000 por la coleccionista suiza Ruth Schmidheiny y curada por Hans-Michael Herzog. Tal vez eso explique por qué la Argentina está representada por 16 artistas y decenas de obras de Guillermo Kuitca, León Ferrari, Julio Le Parc, Nicola Costantino, Liliana Porter y Marcos López, mientras que sólo hay tres de Marta Minujín y apenas una de Victor Grippo.