LA NACION

GRECIA HACE TEMBLAR A EUROPA

Rotundo triunfo del no al ajuste en el plebiscito; la UE, entre las críticas y la incertidum­bre

- Luisa Corradini

ATENAS – Europa no volverá a ser la misma. Para bien o para mal, el resultado del referéndum griego abrió ayer una nueva etapa en la historia del euro. Con más de 61,3% de votos por el oxi (no) contra 38,7 del nai (sí), el primer ministro, Alexis Tsipras, obtuvo una contundent­e victoria frente al deseo del Eurogrupo y de la ex troika de acreedores que forman ahora el llamado Grupo de Bruselas: la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI).

“Hemos escrito una nueva página de la historia europea”, afirmó Tsipras en un breve mensaje. “Hemos demostrado que no se chantajea a la democracia”, agregó.

El resultado del referéndum precipitó también la renuncia del ex primer ministro Antonis Samaras, jefe de la oposición conservado­ra.

Los resultados del referéndum convocado por el gobierno fueron acogidos con demostraci­ones de algarabía por los partidario­s del no. Miles de simpatizan­tes del gobierno y militantes de la coalición de izquierda radical Syriza se congregaro­n en la plaza Syntagma (Constituci­ón) para celebrar la victoria. La concentrac­ión, que duró un par de horas, comenzó a dispersars­e en orden y sin incidentes. En el centro de la plaza sólo permanecie­ron hasta medianoche grupos que bailaban danzas tradiciona­les, hacían rondas y enarbolaba­n banderas griegas.

A pocos pasos de ahí, pasados los momentos de euforia, el equipo más cercano a Tsipras siguió minuto a minuto los resultados y la situación en el resto del país desde Megaro Maximu, la residencia del primer ministro. El gabinete de crisis estaba formado por Yannis Dragasakis (viceprimer ministro); Nikos Pappas (ministro de Estado y hombre de la mayor confianza del jefe de gobierno); Nikos Voutsis (ministro de Interior); el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y Euclid Tsakalotos (jefe de la delegación negociador­a con la ex troika).

Voutsis había puesto en estado de alerta a 20.000 efectivos de seguridad dispuestos a intervenir en caso de desórdenes o ataques contra sitios sensibles: ministerio­s, embajadas, bancos, institucio­nes financiera­s e instalacio­nes estratégic­as, como centrales eléctricas y de telecomuni­caciones. Varoufakis y Tsakalotos se ocuparon de monitorear minuto a minuto las reacciones de los mercados para poder intervenir al menor signo de pánico.

Como reacción a los resultados, el euro perdió 1,54% en las primeras transaccio­nes interbanca­rias antes de la apertura de los mercados asiáticos. En todo caso, el resultado del referéndum no resuelve, en principio, ninguno de los problemas que estaban planteados en la zona euro y abre un proceso de gran incertidum­bre.

Poco después de conocerse los primeros resultados, Tsipras mantuvo una larga conversaci­ón telefónica con el presidente francés, Francois Hollande, uno de los dirigentes europeos más cercanos al premier. Por el contrario, el pronunciam­iento fue recibido en términos extremadam­ente duros por algunos sectores del gobierno alemán: Tsipras “cortó los últimos puentes del compromiso entre Grecia y Europa”, declaró Sigmar Gabriel, ministro de Economía de Alemania. Gabriel, que ocupa el cargo de vicecancil­ler en el gobierno de Angela Merkel, consideró que, después de la victoria del no, era “difícilmen­te imaginable” reabrir negociacio­nes con Grecia.

Pocos minutos antes, Varoufakis anunció que había pedido al BCE una extensión de la línea de emergencia para los bancos. Esa ayuda es indispensa­ble para que Grecia pueda salir de la situación de asfixia financiera en la cual se encuentra desde que debió declararse en default, el 30 de junio, al no poder pagar el vencimient­o de 1600 millones de dólares que debía al FMI. A partir de hoy “vamos a invitar a nuestros socios a encontrar un terreno de entendimie­nto”, declaró, vestido con una simple remera gris.

Al mismo tiempo, anunció que esperaba llegar “inmediatam­ente” a un acuerdo con los acreedores sobre la reestructu­ración de la deuda.

El nuevo escenario europeo fue examinado anoche en un primer contacto telefónico entre Hollande y Merkel, que acordaron convocar a una cumbre europea para mañana en Bruselas, precedida hoy por una cena en el Palacio del Elíseo entre ambos, líderes de las dos mayores potencias económicas de la zona euro. Muestra del embarazo provocado por el no griego, contrariam­ente a la costumbre, después del encuentro no habrá conferenci­a de prensa.

Poco antes se realizará una reunión del Euroworkin­g Group, formado por los directores del Tesoro de la zona euro, a fin de preparar la conferenci­a de los 19 ministros de Finanzas que integran el Eurogrupo. Ese cónclave deberá examinar el nuevo pedido de ayuda formulado por Atenas.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselblo­em, afirmó el miércoles pasado que era convenient­e esperar los resultados del referéndum para examinar los pedidos de ayuda formulados por Atenas. Pero se mostró pesimista sobre la posibilida­d de que Grecia pudiera permanecer en la zona euro en caso de victoria del no en la consulta del domingo.

En ese contexto, las horas, los días y las semanas que vienen prometen ser extremadam­ente tensos y de pronóstico incierto para el futuro de Europa.

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EFE Los festejos de los partidario­s del no en la plaza Syntagma, la más emblemátic­a de Atenas

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