Sí a la vida
A todos los bebes víctimas del aborto que no pudieron nacer quisiera decirles desde lo más profundo de mi corazón: perdón, perdón por las personas que no los dejaron vivir. En nombre de todos los bebes que en este momento están en las panzas de muchas mujeres y no saben si van a poder vivir o no, grito fuerte, desde lo más profundo de mis entrañas: “Por favor, no me maten, ¡quiero vivir y ser feliz!
El nuevo protocolo publicado por el Ministerio de Salud de la Nación propone la interrupción legal del embarazo, pero es una contradicción. Interrumpir es parar y seguir y abortar es dar final a la vida. Si decimos: “Ni una víctima más de la violencia de género” decimos también: “ni un bebito menos, víctima de la violencia del aborto”.
En cada aborto un corazón se detiene y otro queda roto.
Hace doce años una chica, a quien no conozco, no abortó y gracias a ella hoy mi marido y yo somos padres adoptivos de unos gemelos. Hace diez años otra chica a quien tampoco conozco decidió no abortar y hoy también somos padres adoptivos de una chiquita. Ambas eligieron la vida y les dieron a nuestros hijos la posibilidad de vivir. A ellas les estamos eternamente agradecidos y no nos va a alcanzar la vida para hacer con mi marido todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a que muchos bebitos puedan vivir.
Entre todos digamos sí a la vida, siempre. En la adopción ganamos todos: la mujer que lo engendró, el bebe puede vivir y aquellos que no pudimos engendrar hijos, que podemos ser padres. Bettina Ugarte de Weber DNI 21.832.816