La pulsión del verdadero amor
Ricky Pashkus estrena Noche corta, una propuesta encarnada por artistas de diferentes vertientes
Si cada uno tuviese que definir lo que es el amor, seguramente, habría millones de respuestas diferentes. Para algunos, será entregar todo sin medidas; para otros, dejar ser; para unos, libertad; para varios... compañerismo. Para el director teatral Ricky Pashkus, el amor es la pulsión del acercamiento; además plantea que ese “amor perfecto” del que todos hablan, donde no hay discusiones ni problemas, no existe. “Creo en ese tipo de pulsión que ampara y protege cuando hay verdadero amor, pero que también permite que exista la pulsión del distanciamiento porque el amor que no lo permite termina ahogado”, confiesa.
Esta definición que plantea Pashkus sobre el amor es la base creativa en la que nace Noche corta, su nuevo musical. Su casa de la infancia se inundaba de música clásica y lírica, uno de los tantos motivos por los que saca a la luz este proyecto con un nombre muy especial, inspirado en la canción “La notte è piccola”, de las históricas hermanas Kessler. No se trata de una trama simple, sino más bien abstracta y, según explica él mismo, no es una historia en la que aparece una dramaturgia de entrada y salida. “Tiene que ver con la mirada con respecto al amor, que he ido desarrollando y aceptando a lo largo de los años, donde creo que el verdadero amor es el que puede superar la pulsión del no desear”, cuenta. Además confiesa que con respecto a la parte musical de la obra habrá una alternancia de música clásica con el estilo popular, en la que las melodías de Debussy, Faure y otros clásicos se entrelazan con el pop para crear este clima de tensiones e intensidades que plantea Noche corta.
Es una obra que cuenta la historia de amor de dos hombres que se permiten este tipo de pulsiones de las que habla Pashkus con respecto al alejamiento, que respeta la soledad de cada individuo más allá de estar juntos, los momentos y los tiempos de cada uno. Pero, por supuesto, también se verá todo el proceso para llegar a esa plenitud.
El elenco tiene grandes referentes de varios ámbitos artísticos. Por un lado, Alejandro Paker, primer actor del teatro musical, encarna al ex novio de Facundo Mazzei, reconocido bailarín televisivo, mientras que el bailarín Patricio Sauc será la actual pareja de Mazzei. Por el otro, Florencia Benítez –gran cantante lírica y actriz– junto con Lili Popovich serán las encargadas de introducir liviandad, remanso y alivio a este intenso cuento. “Lo que vemos en la obra es la relación de Mazzei con su nueva pareja, y lo que quizá comprendemos es que con este nuevo amor pudo generar algo puro y sano, que incluye las pulsiones de tolerancia, de comprensión, de desapego, cosa que la anterior relación no lo permitía”, explica Pashkus.
Además analiza que los integrantes del elenco supieron complementarse muy bien a la hora de trabajar más allá de sus diferentes orígenes artísticos. “Se genera entre todos ellos un aprendizaje de reglas, de normas, de contagio de lenguajes, que, a mi juicio, en este momento, me hacen bien porque estoy un poquito harto de lo prestigioso versus lo popular, lo popular versus lo mediático. Siento que son cinco talentos entregados junto con Marcelo Moguilevsky [vientos] y con Bruno de Lucchi [piano], que son músicos exquisitos. Vos ves que el talento de todos se comparte, más allá del origen de cada uno y da mucho placer ese encuentro”, explica.
El director confiesa que en principio era la historia de un hombre y una mujer, pero que vio en YouTube un video de Mazzei y Sauc bailando juntos, y le generó una buena energía por lo que decidió cambiar de rumbo. Además del virtuoso elenco, el equipo creativo se completa con Verónica Peccolo, que secunda a Pashkus en la parte coreográfica de la propuesta, y Marcelo Kotliar, encargado de las letras de las canciones en español.
“El amor que no permite el distanciamiento termina ahogado”