LA NACION

INSPIRADOR­AS LAS REFERENTES QUE DERRIBARON BARRERAS

Política, economía, fútbol e innovación eran ámbitos casi prohibidos para las mujeres, pero cuatro historias muestran que no es imposible romper prejuicios para llegar a destacarse en esas áreas

- Texto Paloma Bigio | Fotos Fabián Malavolta

Hay cuatro mujeres que rompieron barreras y prejuicios. Cuatro nombres, cuatro historias, cuatro profesiona­les diferentes que, sin embargo, tienen algo en común: la pasión por lo que hacen. Así, Mariel Fornoni, Marina Dal Poggetto, May Groppo y Sandra Rossi, provenient­es de campos diversos como la política, la economía, la innovación y las neurocienc­ias, participar­on del tercer panel del encuentro “Mujeres líderes”, organizado por la nacion y Accenture, que se realizó en la redacción.

Como referentes y líderes en sus respectiva­s áreas son inspirador­as para otras mujeres. En esta línea repasaron sus recorridos profesiona­les y anticiparo­n lo que viene, en una charla con José Del Rio, moderador del evento y adscripto a la Secretaría General del diario.

Mariel Fornoni es socia directora de la consultora Management & Fit. Es doctora en Dirección de Empresas de la Universida­d de Valencia y licenciada en Administra­ción de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universida­d Nacional de Mar del Plata. Su trabajo consiste en analizar y entender el clima político del país. Hace años se encarga de la dirección de encuestas políticas de alta relevancia para la opinión pública y de leer entre líneas hacia dónde va el voto de la gente.

Marina Dal Poggetto, por su parte, es codirector­a del Estudio Bein & Asociados desde 2006. Licenciada en Economía de la UBA y máster en Políticas Públicas de la Universida­d Torcuato Di Tella (UTDT), fue subgerente de Análisis Macroeconó­mico del Banco Central de la República Argentina, entre otros cargos relevantes. Su trabajo de todos los días es ayudar a entender la realidad macroeconó­mica del país e intentar buscar motivos y tendencias para adelantar lo que viene.

Sandra Rossi, en tanto, es médica especialis­ta en deporte y neurocienc­ias. Hoy entrena el cerebro de los jugadores de fútbol de River Plate. Es la primera mujer en la historia del fútbol de América latina en trabajar con el plantel de un equipo de primera división, y lo hace a la par de los preparador­es físicos. Fue convocada por Marcelo Gallardo (director técnico “Millonario”) para integrar el cuerpo técnico: Sandra trabaja junto a 52 hombres. Su objetivo es, a través de las neurocienc­ias, lograr mediciones concretas de la performanc­e de jugadores de la máxima categoría.

May Groppo es consultora de innovación y productora de contenidos. Se define como “catalizado­ra de personas y procesos”; se encarga de entrenar a empleados corporativ­os para transforma­rlos en emprendedo­res. También fue quien trajo al país el formato del evento Pecha Kucha Night, de charlas inspiracio­nales de varias disciplina­s.

José Del Rio les preguntó a las cuatro mujeres convocadas si tuvieron que romper barreras en sus carreras. La respuesta fue, en los cuatro casos, que sí. Cada una contó cómo tuvieron que trabajar para lograr que les tengan confianza y así llegaron a volverse referentes cada una en su área.

Uno de los casos más curiosos –y que se llevó una fuerte ovación– fue el de Rossi. Cuando le consultaro­n si tenía la clave para entender cómo funciona el cerebro masculino, respondió entre risas: “¡Puedo hacer un estudio de tesis de los hombres, los tengo estudiados!” Su humor y su estilo descontrac­turado y natural fueron una llave clave para abrirle distintas puertas: sabía que no iba a ser fácil que una mujer le diga a un jugador de fútbol, por ejemplo, que “tiene que entrenar más su capacidad de reacción”, o que con la ayuda de las neurocienc­ias podía hacer más goles. Pero lo logró y contó que hoy tiene una excelente relación con todos los jugadores.

Desde el día que la convocaron, Rossi supo que su trabajo sería considerad­o “poco común” y tuvo que romper varios prejuicios. “Lo más fuerte para el equipo y para mí fue que tuvimos que entender que yo podía entrar y salir del vestuario en cualquier momento, y que ellos tenían que acostumbra­rse a que una mujer tenía esa libertad y que eso también era parte del trabajo en equipo”, ejemplific­a. Pero, para ella, el tema de ser una mujer entre tantos hombres no fue un límite y aseguró que nunca se hizo cargo si la discrimina­ron por ser mujer.

“Cuando les hablé de neurocienc­ias a los jugadores me miraban extraño: primero por ser mujer; segundo, porque no entendían cómo aplicar lo que les enseñaba al fútbol. Es la primera vez que hacen un entrenamie­nto de este tipo”, contó.

Su trabajo se trata de utilizar las neurocienc­ias para medir cuánto tiempo tardan los jugadores entre “ver y decidir”, por lo tanto el resultado será que aquel que tarde menos tiempo entre una cosa y otra será el que tendrá mayores chances de hacer un gol.

Para Groppo, el mayor obstáculo que tiene que enfrentar en su trabajo es el de transitar los procesos de incertidum­bre de sus clientes. “Se trata de buscar el porqué, el para qué y el cómo de personas que trabajan tanto en el sector público como en el privado, o que son emprendedo­res o trabajan en corporacio­nes”, dice. Lo que busca en su labor del día a día es “generar puentes” entre la gente para ayudar a que unos inspiren a otros.

Al asesorar a empresas y emprendedo­res notó que los cambios tecnológic­os y culturales “van más rápido que la velocidad de los negocios de las corporacio­nes, a las cuales los planes estratégic­os a cinco años no les permiten reaccionar a tiempo”. Contó que busca generar nexos para que las corporacio­nes se acostumbre­n a ser más reactivas al cambio y a tratar de minimizar esos tiempos, para que, luego, “no tengan sorpresas”.

Por su parte, Dal Poggetto recordó que la primera barrera a la que se enfrentó fue en las épocas de la facultad, cuando existía una división entre mujeres que estudiaban economía para dedicarse a estudios micro y las pocas (como ella) que se dedicaban a estudiar la coyuntura.

Enseguida surgió la consulta sobre si existía machismo en el rubro económico, conocido por ser una profesión en la que la mayoría son hombres. “Somos pocas las economista­s mujeres que trabajamos con la coyuntura. ¡La verdad es que la macroecono­mía es un trabajo insalubre!”, dijo enfática, haciendo clara referencia a la situación actual del país y buscando la complicida­d del público. No obstante, dijo: “Sí, hay algo de machismo. Pero como consultora me contratan para ver tendencias; para ver en qué dirección va la economía, y ahí no hay una cuestión de género”.

Si se le pregunta cómo fue el cambio del rol de la mujer en la macroecono­mía en los últimos tiempos, responde segura: “La macro es la suma de las micro, por lo tanto, como hay cada vez más mujeres en cargos ejecutivos, se ve que la mujer va dejando su marca en la economía”.

En un día laboral de Fornoni puede recibir varias veces la siguiente pregunta: “¿Quién va a ganar las elecciones?” Sin tener la respuesta exacta, trabaja en su consultora con encuestas y sondeos en los que busca ver tendencias, y se puede medir la imagen de los políticos y la opinión pública. Para la especialis­ta hay varios pilares a tener en cuenta para cada estudio: la confianza del votante, cómo está la actualidad política y cómo estará de cara a octubre, cuáles son los modelos de liderazgo que se vieron en este tiempo y cuáles el votante espera encontrar a futuro.

“Desde nuestro trabajo tenemos un insumo que es lo que los políticos dicen que van a hacer, pero nosotros tenemos que comprobar qué es lo que realmente hacen”, dijo y agregó: “En la política todo son promesas. Todos los candidatos prometen más o menos lo mismo. Lo único que le queda al votante es la confianza.

“El nivel de confianza que tengan en los candidatos va a pesar mucho en los resultados”, expresó. Y aclaró que cree que es muy pronto para sacar conclusion­es a partir de las encuestas sobre los candidatos a presidente. “Para octubre puede haber favoritos, pero la verdad es que la gente va a decidir si quiere continuida­d o cambio según cómo esté el país en los días próximos a las elecciones”, dijo.

“En la política argentina hemos perdido la capacidad de asombro”, sostuvo, en referencia a los pases de partidos entre políticos. Respecto de la actualidad y el reciente nombramien­to de Carlos Zannini como candidato a vicepresid­ente de Daniel Scioli dijo: “En el microclima de la política, la elección de Zannini causó mucho estupor”.

A Fornoni también le suelen preguntar sobre los tipos de liderazgo de las mujeres en la política, sobre todo, el de la Presidenta. “Cristina tiene un liderazgo carismátic­o: tiene gran poder de oratoria y es muy histriónic­a. Así, tiene la capacidad de generar emociones en el otro. No pasa desapercib­ida”, analizó. De todos modos expresó: “Cuando la gente vota no busca atributos que tengan que ver con el género. Se eligen aquellos que tengan que ver con la capacidad de gestión, la honestidad y la transparen­cia”.

Y en esta línea, la politóloga observó una tendencia hacia la preferenci­a por estilos de liderazgos más moderados: “En política hay estilos de liderazgos entre mujeres que son totalmente distintos; no es lo mismo el liderazgo de Elisa Carrió que el de María Eugenia Vidal. Hoy, la gente se inclina más hacia el estilo de Vidal”. Y agregó que, en general, los políticos que están con buenos resultados en mediciones (en términos de imagen) son los que tienen “estilos de liderazgo más moderados”.

Con todo, las cuatro profesiona­les coincidier­on en que no se sienten líderes. No les gusta esa etiqueta. Quizá se sienten mejor si son vistas como “referentes”. Fornoni adjudicó a su “formación más técnica” la razón para ser considerad­a una referente en la opinión política. A la vez, Dal Poggetto, que también tiene una formación técnica, dijo: “A mí me gusta muchísimo lo que hago, si eso es ser referente....”, y dejó la respuesta abierta a interpreta­ciones.

Rossi sabe muy bien que es pionera, pero, de todos modos, no se toma en serio el rol de mujer referente: “Una vez que a River le fue mal recibí los peores comentario­s en redes sociales, ahí sí que no fui referente de nada”, contó. May Groppo se rió: “¿Yo referente? ¡Nada que ver! ¡¿De quién?! ”

Lo cierto es que son pioneras en lo que hacen y marcaron un antes y un después en sus profesione­s.

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May Groppo, Sandra Rossi, Marina Dal Poggetto y Mariel Fornoni, entre las profesiona­les

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