LAS 20 CLAVES DEL LIDERAZGO FEMENINO
Son grandes negociadoras y se apoyan en su intuición; tienen empatía, saben trabajar en equipo y ostentan un nuevo modo de innovar; además, el extra de tenacidad que tuvieron que aportar para llegar lejos las fortaleció
Los mitos se van cayendo al paso que ellas irrumpen en el mercado laboral. Hace 20 años era poco probable encontrar una mujer al frente de una compañía, liderando un emprendimiento o bien innovando en la manera de concebir un negocio. El protagonismo femenino responde a la caída de ciertos estereotipos –y arquetipos–, a los avances en el acceso a la educación y también a las pioneras que superaron barreras mentales y estructurales, conjugando el éxito laboral con el familiar. El encuentro de Mujeres Líderes, organizado por la nacion y Accenture el martes último, sirvió para condensar una serie de cualidades y aptitudes que evidencian su empuje en el mundo de los negocios, de la política, de la economía o de la sociedad civil. El identikit arroja una serie de diferenciales, aunque la mayoría de las protagonistas concluyó que no hay “una cuestión de género”, sino que los atributos son de las personas, independientemente de si son hombres o mujeres. Más bien, hablan de complementariedad para “ablandar” los ambientes de trabajo y lograr mejores resultados, incluso cuando hay que negociar. Con todo, a lo largo del evento, del que participaron más de 170 mujeres líderes de la Argentina, se pudieron extraer 20 claves del liderazgo femenino, que, por supuesto, llegó para quedarse.
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Negociar
Son más conciliadoras, no van por el todo o nada y el foco está en lo propio
Más conciliadoras a la hora de negociar. Más inclinadas a compartir que a competir. Así se reconocen y distinguen del hombre, que a la hora de la toma y daca suele ir al todo por el todo. Ellas se destacan por su visión de largo plazo, su mente fría para calcular el retorno y su foco puesto en lo propio más que en lo que se lleva el resto. También son más insistentes para obtener lo que persiguen. “El hombre quiere todo el pedazo de la torta. Las mujeres estamos menos apegadas. Si vemos que es beneficioso, y si somos tenaces y podemos conseguirlo en dos o tres cuotas, tal vez vamos para adelante”, contó Fabricia Degiovanni, directora general de Microsoft Argentina y Uruguay. Carola Fratini, CEO de QBE Seguros La Buenos Aires, piensa de modo similar: “A veces parece que somos más sencillas, o que dejamos algo en la mesa, pero si no es algo que quería, no me importa”, dijo.
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Consenso
El co-working y trabajo en equipo es natural por su capacidad de escuchar
“Consenso”, “escucha”, “reunir” y “trabajar en equipo” serán conceptos que seguramente surjan de un focus group destinado a definir cómo trabajan las mujeres. Es que ellas suelen ser valoradas por su capacidad de calmar las aguas en medio de las tempestades o de anticiparse a las situaciones de conflicto, pudiendo evitar posibles crisis. “Creo que una virtud de nosotras es que podemos ponernos en el lugar del otro. Somos flexibles y eso nos permite crear grandes equipos de trabajo, algo fundamental para que el trabajo se viva en todas las áreas, sea mejor y lo disfrutemos más”, consideró Yanina Nuñez, gerenta general de Copa Airlines en el país. “En el liderazgo de una empresa familiar, hay algunas habilidades comunicativas que hay que desarrollar para profesionalizar el trabajo”, dijo Andrea Grobocopatel, VP de Los Grobo.
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Empatía
Ponerse en el lugar del otro es clave a la hora de entender al cliente
Es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Desde una óptica más pragmática, May Groppo, consultora de innovación, lo entiende así: “Tenemos diferencias cuando nos sentamos a entender a nuestra audiencia o cliente. Hay mucho de escuchar y de saber comprender; sobre todo no avasallar o no subir la voz”. La capacidad de cambiar el prisma no sólo incide en la relación con el otro. También puede transformar un negocio. Inés Berton, fundadora de Tealosophy, cree que hay que dar más lugar a la intuición. “Yo no me guío mucho por los currículums –aseguró–. Un día llegué a un campo y vi a una chica manejando de una manera espectacular la situación y me dije: ella tiene que ser mi gerente de operaciones”, relató. También le pasó lo mismo cuando se alió con Guillermo Casarotti, creador de Inti Zen, a quien identificó desde el primer momento.
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Estadistas
Se alejan de la opinión y se apoyan en su capital profesional y conocimientos
Hoy, las mujeres buscan brindar modelos más que opiniones y justificar sus afirmaciones en su capital profesional, es decir, el conjunto de conocimientos diferenciados que poseen y que las destaca del resto. Antes de comenzar a crear algo nuevo, son más predispuestas a escuchar y relacionarse con el público objetivo o el cliente. Se organizan mejor bien y son más ordenadas. Mariel Fornoni, socia directora de Management & Fit, es un buen ejemplo y su progreso en la consultoría política valida esta perspectiva: “Yo vine con un perfil más técnico que a opinar, tal vez porque quería mostrar una formación más objetiva”, reconoció. También ofrece un perfil similar Marina Dal Poggetto, codirectora del Estudio Bein y Asociados, para quien una referente se consolida y abre caminos cuando “le gusta lo que hace, trata de entender lo que pasa y tiene en cuenta los impactos de corto y largo plazo”.
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Multitarea
La capacidad de multitasking es un valor agregado: manejan agendas paralelas
La mujer se enfrenta con mayor facilidad a distintas tareas. Puede estar pendiente de diversos temas del mundo laboral y, al mismo tiempo, tener en agenda cuestiones de organización familiar. Concilian de buen modo los dos ámbitos, sin crear “islas” y fomentan en sus compañeros un rol más comprometido en la casa. “Nunca desconectamos: cuando estamos en casa pensamos en el trabajo y cuando estamos en el trabajo también tenemos un oído puesto en el hogar”, aseguró Alexia Keglevich, CEO global de Assist Card, y sabe de lo que habla: pasó los 90 abriendo mercados en Asia, lejos del hogar. Desde una mirada más académica, Alicia Caballero, decana de la Faculta de Economía de la UCA, dijo que están “con la antena sobrevolando todo” y, por eso, les es más fácil realizar muchas tareas en menor tiempo. “Estamos bien preparadas para grandes responsabilidades”, aseguró.
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Balance
Siempre aportan un plus y sortean barreras, pero deben conocer cuál es su límite
Para crecer en sus respectivos ambientes, las mujeres dependen del valor agregado que aporten a sus organizaciones. Sienten la presión de tener que destacarse para ser reconocidas y escalar en la misma empresa o migrar a otra. Así lo entiende Nadine Pavlovsky, VP de Marketing, Programación y Productos de DirecTV: “Las mujeres tenemos muchos platos en el aire y ninguno se nos puede caer”. Alejandra Ferraro, líder de Recursos Humanos para Accenture en América latina, lo resumió diciendo que “hay que saber que el límite está en cada una”, y agregó: “No hay que buscar hacer todo perfecto, sino saber balancear o saber definir dónde hay que estar en cada momento, y tener contención personal. Creo que la discusión pasa por no ponernos barreras, y también es importante no irse de un proyecto antes de que llegue el momento”.
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Tejerredes
El networking es clave en el mundo de los negocios y las mujeres lo saben
Las mujeres pisan cada vez más fuerte porque entre ellas mismas se promocionan. En espacios como el de“Mujeres Líderes, pero también en otros foros y ámbitos de reunión. “Creo plenamente en la integración vida-trabajo. Conocer a tu equipo y sus intereses, generar ambientes participativos y celebrar reconocimiento son tres ejes muy importantes para liderar”, dijo Paula Molinari, presidenta de Whalecom. A través del networking, también las mujeres analizan las estructuras de sus organizaciones y plantean cómo desarrollarse sin perder de vista el cuidado de la familia y la vida social. Andy Maetow, directora de Marketing y Relaciones Institucionales del Hotel Emperador, ofició de anfitriona en varios de estos encuentros y conoce por dentro la dinámica. “Los grupos de mujeres y varias ONG intentamos promover el empoderamiento de las mujeres, y se notan los avances”, dijo.
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Prejuicios
Tienen la capacidad de animarse a más; ir contra los paradigmas las fortalece
Las consagradas hablan de “animarse a más y romper paradigmas”. Andrea Frigerio, actriz y emprendedora (lanzó la marca de perfumes Roses are Roses), dijo que “por autolimitación una no se anima a saltar al ámbito de los negocios”. Nuñez, de Copa, aportó: “Hay que superar las estructuras mentales y eso solo se logra con mujeres atrevidas”. Degiovanni, número uno de Microsoft, también se acopló: “Coincido y creo que tenemos que evaluar el modelo con el que nos enfrentamos. Las mujeres debemos animarnos y los hombres no tienen que tener tantos prejuicios”. Por su parte, Mabel Fernández, de Syngenta, insistió en este aspecto, porque, según dijo, “la mujer está encontrando su lugar y desde la diversidad genera un ámbito donde se construyen ideas superadoras”. Sin dudas, la tenacidad para romper barreras las fortalece.
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Contexto
Hay un marco más favorable para su desarrollo; no deben ser su propia barrera
La principal barrera para el desarrollo de la mujer es la mujer. Las entrevistadas coincidieron en que hay un contexto más favorable para que ellas se desarrollen en el ámbito empresarial o conduzcan emprendimientos. Pero la clave pasa por superar las barreras y creer que pueden. Las que son madres sienten que relegan tiempo con sus hijos o sus maridos, que se pierden algunas situaciones de la vida cotidiana. “Yo soy mamá y mi familia es mi prioridad. Sin ellos nada tiene sentido. Lo importante es la calidad del tiempo que dedicamos a la familia. Tal vez la cantidad sea poca, pero lo que importa es la calidad. Creo que si estás contenta con tu vida, hacés cambios y sos feliz, estás en el camino correcto”, se explayó Keglevich, CEO global de Assist Card y una de las panelistas de Mujeres Líderes, evento que organizaron y LA NACION Accenture.
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Valores
Las mujeres tienen argumentos propios y sería un error caer en el feminismo
Quizás entre los pocos ítems que quedan del lado del debe, según ellas mismas admiten, es que en algunos aspectos son más conflictivas para conducir equipos. Manejan la presión de un modo menos efectivo, trasladan preocupaciones a sus equipos o ponen varas tan altas como las que ellas se fijaron para llegar. De todos modos, eso no parece ser un obstáculo mayor si se tiene en cuenta que los estudios de opinión revelan que la mayoría de los trabajadores espera que el liderazgo femenino aumente considerablemente para 2020. Otros estudios prefieren hablar de un liderazgo integrado para un mayor éxito. Torres Carbonell avaló esta teoría: “No se trata de ser feminista; creo en mujeres que son líderes por sus valores y por el hecho de ser mujeres, con componentes muy interesantes y que aportan mucho al mundo de la política, la ciencia, la empresa o el deporte”.
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Full life
Los ámbitos personal y laboral están unidos; no son compartimentos estancos
Muchas emprendedoras y trabajadoras consideran el apoyo y el aliento de su pareja fundamental para el desarrollo profesional. “Mi equipo es mi marido”, sentencia María Cher, emprendedora full time y full life, para quien el trabajo nunca se desliga de la casa. “Mi marido es una parte fundamental, lo tengo que confesar. Él me alienta y me apoya, y cuando estoy por soltar la toalla me ayuda a seguir adelante”, contó otra mujer líder. Sally Buberman dirige Wormhole junto a su pareja y, para ella, no es ningún obstáculo o una causa de discusión. Todo lo contrario. “Nos divertimos trabajando juntos y eso nos da mucha satisfacción”, contó la cofundadora de la plataforma educativa virtual, que dijo que su mayor obstáculo fue perder a uno de los socios. “Cuando falleció, pensamos en cerrar la empresa; pero seguimos adelante”, relató, visiblemente emocionada.
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Otra mirada
Complementariedad, la clave
Las empresarias y líderes de opinión consultadas aseguran que no buscan reclamar una plena igualdad con el hombre, pero acuerdan al hablar de una “complementariedad para generar mejores resultados”. Gabriela Goldszer, de Ocampo Propiedades, definió: “Aportamos una mirada complementaria; eso genera un resultado más completo y una recompensa mejor para el cliente”. Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepreneurship del IAE, agregó: “La mujer ayuda a equilibrar los entornos de trabajo y aporta mucho al desarrollo integral de cada persona”. Las presiones las manejan distino. Por caso, Fratini reconoció: “Cuando me ofrecieron este puesto tuve muchísimo miedo, pero también pensé «a lo sumo, qué puede pasar? Me echarán y me iré a ser ama de casa»”, dijo con humor la actuaria, “una carrera poco común entre las mujeres”.
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Logros
Las aptitudes de la mujer exitosa son personales y no una cuestión de género
En general, las mujeres relativizan la “cuestión de género”. Sostienen que las cualidades y aptitudes de una mujer exitosa son inherentes a esa persona y no al sexo. Se muestran menos prejuiciosas que los hombres, que suelen ser más proclives a los clichés. Jackie Maubré, número uno de Cohen y pionera en el mundo financiero, cree en una buena formación como principal herramienta de empoderamiento de la mujer. “El trabajo está en el valor que uno da a un grupo. El conocimiento y el análisis que cada uno pueda otorgar permiten que las mujeres se abran camino y compitan de igual a igual con el varón. Para exponer una razón o realizar una ecuación financiera no hay diferencia de sexos, aunque es verdad que la mujer aporta otra dinámica al grupo”, sostuvo la número uno de la sociedad de Bolsa que opera desde 1975.
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Sensibles
Aportan calma y temple cuando las conversaciones suben de tono
También Maubré, que se especializó en la administración de portfolios de inversión, destaca un intangible femenino: “En las discusiones de mercado, donde nadie tiene la verdad absoluta y a veces las conversaciones suben de tono, podemos aportar el temple, la calma, ensamblar distintas visiones o apaciguar los ánimos”. Para Fornoni, ese costado “le da sensibilidad al hombre, que si la tiene, muchas veces no la pone en el trabajo”. Pero también hay quienes piensan que juega en contra, sobre todo cuando hay que tomar decisiones difíciles. “Pasión, compromiso y visión” son las tres claves que para Liliana Lampuri, presidente de Elementos Esenciales, marcan la diferencia en cuanto a liderazgo femenino se refiere. “Creo mucho en las mujeres; somos muy fuertes y, juntas, seguiremos haciendo el cambio”, agregó con entusiasmo.
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Intuición
Es un diferencial clave que también las guía en el mundo de los negocios
La intuición femenina es otro diferencial. Creer para ver. La recurrencia a ese “sexto sentido” para guiarse en el mundo de los negocios, tal vez en parte ligado a la empatía, les permite innovar en el modo de encarar una situación. “Tengo un estilo de liderazgo inclusivo. Me encantan los desafíos, así que los busco hasta en los equipos de trabajo. Busco personas que sean diferentes y opuestas a lo que yo soy”, describió Isela Costantini, presidenta de General Motors para la Argentina, Uruguay y Paraguay. Pero, sin lugar a dudas, es un valor agregado, sobre todo en ambientes poco diversos. “Sisos mujer y diferente, das valor agregado al grupo. En mi trabajo, la clave ha sido comprender y generaral godiferente sobre lo que estamos opinando. Una mujer despierta una dinámica diferente en una reunión con hombres, porque inspira respeto, es conciliadora y puede siempre traer una respuesta diferente”, evaluó Maubré.
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Modelos
Las mujeres tuvieron mentores tanto en el mundo laboral como personal
Jefes y jefas, actuales o del pasado, surgen como mentores y modelos de liderazgo que siguieron y en los que se apoyaron para llegar a lo más alto en el mundo laboral. Pero también surgen madres y abuelas como principales inspiradoras de las referentes que hoy comandan las empresas y sus propios emprendimientos. Las mujeres más cercanas en su infancia y en su adolescencia las ayudaron a forjar el carácter y a superar las dificultades. Destacan de ellas la pasión, la persistencia, la laboriosidad y el carácter con el que afrontan la vida. Y ahora son ellas las que transmiten eso a sus hijas o nietas: los millennials tienen otro registro, otro mundo conocido donde no entran en consideración las diferencias entre hombres y mujeres. “El aporte de las mujeres es fundamental en los equipos de dirección”, agregó Cristina Bomchil, fundadora de Valuar.
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Avance
Actividades consideradas “masculinas” cedieron terreno ante las mujeres
Desde el comienzo de la inserción laboral femenina en la Argentina, fechada en los inicios de 1960, las mujeres se han ido insertando en sectores de la actividad que con el tiempo devinieron “femeninos”, en contraposición con otros que permanecieron dominados por los hombres. Es el caso del ámbito de la salud o la enseñanza, por nombrar dos. Pero las actividades “masculinas” cedieron terreno, particularmente en la administración pública y en el grueso conglomerado de los servicios. Mientras hace 30 años las mujeres parecían más proclives hacia las carreras humanísticas, hoy ellas elevaron su participación e incluso superan en algunas facultades de administración y negocios a los hombres. También crecen los espacios para la formación gerencial, en muchos casos gracias al mentoreo. “Aunque hay lugares a donde las mujeres les cuesta entrar, se puede”, coincidieron ellas.
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Potencial
Queda camino por recorrer: sólo el 5% de los puestos altos son de las mujeres
Según Accenture, en la Argentina, sólo el 5% de los puestos de liderazgo están en manos de mujeres. No obstante, más de la mitad de los consultados aseguran que las compañías están preparando a más mujeres para roles de alta dirección. María Bettina Llapur, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Gas Natural Fenosa, cree que el público masculino tiene que descubrir aún más el talento femenino. “Las empresas no explotaron las potencias femeninas del todo y eso es algo que se lo pierde la sociedad”, dijo. En términos laborales, el famoso “techo de cristal” se hizo añicos frente a la diversidad de campos donde la mujer se insertó y la fijación de pautas claras para remunerar los puestos jerárquicos también ayuda. Así, aún resta camino por recorrer en los andariveles más bajos de las grandes firmas y en las pymes.
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Más sillas
Sólo el 13% de los directorios a nivel global son presididos por ejecutivas
La Organización Internacional de Trabajo (OIT) destacó en un reciente estudio que sólo el 13% de las juntas directivas de empresas son presididas por mujeres a nivel global; a esta realidad se suma que, en un 65% de los casos, las mesas directivas están compuestas mayoritariamente por hombres: menos del 30% del directorio viste asiduamente zapatos con tacones. Según la OIT, hacen falta tres mujeres por cada decena de directivos para que sus opiniones sean tenidas en cuenta. Por si fuera poco, ellas parecen encerrarse en “gerencias blandas”, como las de RSE, Comunicación o RR.HH. “Hay cada vez menos exigencias de género para las búsquedas de posiciones. Antes, las mujeres quedábamos relegadas y hoy son pocas las empresas que por lo menos se atreven a decirlo”, dijo Ana Renedo, socia de UP Consulting.
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El futuro
Las nuevas generaciones ya no se plantean diferencias por cuestiones de género
De nuevo, las jóvenes generaciones, menos ligadas a un libreto o sujetas al statu quo, no viven las diferencias, sino que para ellas todos es diversidad e integración. Denise Berger, de Claro, estuvo de acuerdo: “Las nuevas generaciones no ven tantas barreras”. Sin embargo, algunas empresas evolucionaron antes, sin esperar a la llegada de las nuevas generaciones. “Siempre tuve oportunidades; trabajé codo a codo con el CEO y reporté a otros países; no veo que haya prejuicios. Creo que puedo seguir creciendo y llegar a esos lugares de liderazgo, porque me ofrecieron ir a otros países a abrir espacios y no importó el género”, contó Dolores Arese, head de Marketing de FSA Group. Pero no todo es tan fácil. La generación de jóvenes que se están incorporando a las compañías tienen, muchas veces, jefes directos que se formaron en otro contexto.