LA NACION

Se negó a pagar 11 pesos

Condenado a 4 años de prisión por llevar droga, rechazó la pena irrisoria y prescribió.

- Daniel Gallo

Transporta­r drogas parece ser un buen negocio. Es que ser parte de la cadena de comerciali­zación de estupefaci­entes no supone, en líneas generales, penas demasiado severas. Ni siquiera sanciones económicas con efecto disuasivo. En algunos casos, incluso, ocurre todo lo contrario: en Mar del Plata, por ejemplo, un traficante fue condenado a cuatro años de prisión y una multa de 11 pesos. Y ni siquiera la pagó.

El hombre fue sentenciad­o en 2012 por el transporte de sustancias estupefaci­entes. El mes pasado la Cámara Federal de Mar del Plata resolvió la prescripci­ón de la multa que el condenado no había pagado. Pasaron los dos años establecid­os por el artículo 65 del Código Penal y, por lo tanto, el sentenciad­o quedó a salvo de pagar el “daño social” de su acción. Costo que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal había fijado similar al precio de un alfajor.

El fiscal y la Cámara aceptaron la prescripci­ón de la multa dado que seguir el proceso en busca de cobrar la deuda hubiese ocasionado más gastos en papeleo y en movimiento de personal que el valor del monto reclamado por el Estado.

El problema de las multas irrisorias en casos de drogas es habitual. La ley 23.737 establece una escala monetaria de penas que van de 225 a 18.500 pesos. Un relevamien­to de expediente­s permite verificar que los magistrado­s se inclinan por multas menores. El caso marplatens­e no tiene demasiados antecedent­es en sentencias por transporte de drogas, pero pueden encontrars­e varias causas resueltas con multas 500 pesos por acopio de cocaína.

Incluso en un caso así, en Mendoza, la sanción económica fue de 112 pesos, además de una pena de dos años de prisión en suspenso.

Una multa similar, de 11,25 pesos, había recibido el ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, por tenencia simple de marihuana. Ésa es la pena económica más baja para casos de posesión de drogas. En el caso marplatens­e se aplicó a uno de transporte de estupefaci­entes.

El promedio de multas por narcotráfi­co es de 2000 pesos, aplicadas en casos de transporte de más de 300 kilogramos de marihuana, cargamento­s valuados en más de tres millones de pesos.

También se puede advertir que las penas de transporte de sustancias ilegales reciben, en su mayoría, la aplicación de cuatro años de prisión. Ésa es la sanción más baja prevista para ese delito, en un escala de penas que llega a los 15 años.

Esas decisiones judiciales chocan de frente con la expectativ­a social de una lucha más directa contra el narcotráfi­co y el narcomenud­eo. En sondeos de opinión pública aparece en primer término la necesidad de que la Justicia intervenga en forma más contundent­e contra el narcotráfi­co. Así figura, por ejemplo, en el trabajo presentado por el Centro de Investigac­iones Sociales Voices-Fundación UADE. En ese documento se consignaro­n las respuestas de 1008 encuestado­s sobre narcotráfi­co y consumo de drogas en la Argentina. El trabajo fue expuesto en el ámbito del Observator­io de Prevención del Narcotráfi­co, integrado por veinte universida­des privadas, entre otras organizaci­ones.

Ocho de cada diez consultado­s en ese informe afirmó que el tráfico de drogas es “un problema muy grave” y más de la mitad reclamó en primer lugar “leyes más duras” para cambiar el escenario de crecimient­o narco.

Las normas actuales contemplan sanciones severas. Sin embargo, los tribunales aplican las penas más bajas. Al revisar sentencias también queda en evidencia que esa norma antidrogas carece de una reglamenta­ción –o reforma– que determine específica­mente la cantidad de sustancias que puede ser considerad­a para consumo persona o el límite de la tenencia simple.

Varios países (Portugal, Holanda y Gran Bretaña, entre otros) dejan en claro las cantidades de cada droga que forman parte de las diferentes clases de posesión. No queda allí espacio para la arbitrarie­dad de los tribunales. Por caso, una multa de 11 pesos será difícil de encontrar en alguna sentencia emitida en los últimos años por jueces rosarinos, dado el interés social frente a casos de narcomenud­eo en esa ciudad. En otras jurisdicci­ones, en cambio, el costo judicial de transporta­r drogas es inferior al valor de un café.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina