Martín Lousteau. “Estamos lejos de ser funcionales al kirchnerismo”
El postulante de ECO desafía al macrismo y endurece su estrategia rumbo a la definición
No confirmó solamente que peleará en el ballottage con su rival de Pro, Horacio Rodríguez Larreta, por la jefatura de gobierno porteña, dentro de 12 días. Lo más sugestivo en la actitud de Martín Lousteau (ECO) fue que no se inhibirá en sus críticas a la gestión macrista en la ciudad de Buenos Aires aunque apunte al propio Mauricio Macri, con quien comparte el mismo espacio opositor a nivel nacional y es quien tiene las mayores posibilidades de desalojar al kirchnerismo de la Casa Rosada.
“¿No te vas a bajar del ballottage?”, lo acicatearon desde distintos sectores, propios y ajenos. Anteayer, Lousteau perdió por 20 puntos –45,5 por ciento de los votos para Pro y 25,5 por ciento para su espacio–, y para muchos debería desistir de la segunda vuelta. ¿El argumento de quienes barajaron esa posibilidad? Proteger la imagen de Macri, sobre todo.
“Sí, hubo presiones desde distintos lugares (para desistir del ballottage), pero lo que vale es lo que eligió el ciudadano. Hubo un 45% de gente que votó a Pro, pero también hubo un 55% que no lo votó y creemos que debemos respetarlo. Primero, porque hay reglas que debemos cumplir y, segundo, porque creemos que se puede administrar mejor y queremos dar ese debate. Es lo que votó la gente”, explicó ayer Lousteau.
Fiel a su estilo desafiante, Lousteau dio vuelta la pregunta, ahora en diálogo con la nacion. “Si en las elecciones nacionales Scioli obtiene el 44,9 % de los votos y Macri el 35%, ¿le dirían a Macri que se baje del ballottage? Seguramente, no”, retrucó el postulante de ECO y ex ministro de Economía.
“El ballottage es provechoso para todos, pero sobre todo para la gente –insistió Lousteau–. Por eso queremos debatir cuanto antes las soluciones a los problemas de la ciudad: seguridad, salud, educación y, sobre todo, cómo hacer más equitativa una ciudad que hoy no lo es.” –Aquí el problema es otro: usted pertenece al mismo espacio nacional que Macri y, al cuestionar la gestión de la ciudad, está cuestionando también la capacidad para gestionar de uno de los candidatos presidenciales más fuertes que tiene la oposición. –Perfecto. Yo digo que todas las gestiones son mejorables y perfectibles. ¿Pro administra mejor que el kirchnerismo? Sí. Pero no hay que olvidar que, como a nivel nacional y provincial, el gobierno porteño ha tenido 2,2 veces más plata que en 2000. Entonces la pregunta es: ¿hubo mejor educación, salud, seguridad? Yo creo que no. Entonces cuando se habla de oportunidades perdidas del gobierno nacional –al que yo critico todo el tiempo, porque han sido muy malos al administrar un presupuesto gigantesco–, también creo que deberíamos aplicar los mismos principios a la gestión local. –Entonces, el gobierno macrista no gestionó bien. –No. Digo que nosotros podemos hacerlo mejor. –Algunos opinan que usted, así, es funcional al kirchnerismo. –De ninguna manera. Miremos lo que pasó en la elección: nosotros competimos en la ciudad y relegamos al kirchnerismo al tercer lugar, algo que no ocurría hacía mucho tiempo. Estamos lejos de ser funcionales al kirchnerismo; de hecho, hemos sufrido campañas sucias de parte de ellos a lo largo de la campaña. –¿Cree que muchos de los que lo votaron a usted en esta primera vuelta podrían cambiar su voto por Rodríguez Larreta para darle un envión a Macri en su candidatura presidencial? –Entiendo que ésa es la estrategia de Pro para aumentar su volumen de votos. Yo creo que debemos pensar el proceso a largo plazo y ser conscientes de que el jefe de gobierno porteño tiene un impacto que va más allá que gestionar en la ciudad. Nosotros no sólo administraríamos mejor, sino que estaríamos en mejores condiciones que Rodríguez Larreta para marcarle al futuro presidente, sea (Daniel) Scioli o Macri, lo que hace bien o mal a nivel nacional. –¿Cómo piensa atraer a los votantes kirchneristas? –Nuestra campaña va a seguir de la misma manera. Nosotros nos definimos a partir de las cosas que representamos, y una de esas cosas es nuestro modo de discutir. Nosotros no hacemos campaña a partir de la descalificación, sino a partir de datos objetivos. Eso es lo importante: que podamos debatir sin agresiones pero rigurosamente, con datos.