Un potencial enorme con Aldridge y West
San Antonio mantuvo su base y fortaleció el juego interior con dos grandes figuras
San Antonio no quiere resignar el protagonismo obtenido en los últimos 15 años en la NBA. Gregg Popovich se movió rápido apenas se abrió el período de negociación. Con su fama bien ganada de franquicia familiar, armoniosa y con personalidad ganadora, los Spurs convencieron a una de las principales joyas que ofrecía el mercado de agentes libres. Se quedaron con LaMarcus Aldridge, pivote de Portland, que cumplirá 30 años el 19 de julio próximo y que en la última temporada promedió 23,4 puntos y 10,2 rebotes en los Blazers.
El juego de seducción hizo que Aldridge aceptara un salario inferior al que le ofrecían otros equipos. Estaban interesados Phoenix, Los Angeles Lakers, Dallas, Houston, Toronto y Miami.
Igual no fue barata la transacción. San Antonio tuvo que pagar 80 millones por cuatro años. Para abrir espacio en su nómina salarial se desprendió de Tiago Splitter (8,5 millones de dólares pasó a Atlanta), Cory Joseph (3,2 y se iría a Toronto), Aron Baynes (2,5 y pasaría a Detroit) y Marco Belinelli (agente libre que firmó con Sacramento).
Pero eso no fue todo. Ayer se confirmó la contratación de David West (34 años), que en su búsqueda de primer anillo en la NBA cuando le quedan pocos años a su carrera descartó un contrato de 12 millones de dólares con Indiana para cobrar el mínimo para un veterano (1,4 millones). Esta contratación eliminó cualquier posibilidad de soñar con la llegada de Luis Scola a los Spurs.
Tony Parker, Boris Diaw, Patty Mills y Kyle Anderson ya tenían contrato; renovó con su figura, Kawhi Leonard por 90 millones de dólares por cinco años. También prolongó los vínculos con Duncan, Ginóbili y Danny Green, y falta resolver las situaciones de Matt Bonner y Jeff Ayres. Además, en la Summer League de Las Vegas probará al base Nate Wolters, ex Milwaukee Bucks.
La estrategia de armado de plantel fue excelente. El potencial es enorme. Ahora deberán congeniar todo ese talento en la cancha.
¿Qué aportan las incorporaciones desde lo deportivo? Aldridge le da un mayor poderío ofensivo en el juego interior y mucho oficio. Tiene un muy buen tiro de media distancia y es un gran rebotero. West es un jugador rocoso que le dará robustez a la defensa. En la última temporada con los Pacers promedió 15,5 puntos y 7,2 rebotes.
El Big Three envejeció y la renovación permitió la llegada de nuevas estrellas. Ahora Leonard y Aldridge parecen ser los líderes del equipo. Sin embargo, creer eso sería ir en contra de la filosofía de Popovich. El equipo está por encima de cada individualidad. Así fue que San Antonio llegó tan lejos en los últimos años. ¿Podrá repetir esa tradición con tantas estrellas?