Regresa a la dirección en Francia al frente del Lille
Dirigirá a Lille, de Francia, a partir del 1° de julio próximo; los motivos que pudieron seducir al técnico rosarino, de personalidad fuerte y exigente y que genera un gran cambio en cada plantel
Marcelo Bielsa volverá a dirigir. Nuevamente en Francia, esta vez a Lille. Y la noticia se conoció en medio de un domingo sofocante en Buenos Aires, con las mentes más puestas en el esparcimiento, el fútbol amateur, las piletas y el sol. Pero aún así, hasta el más despistado terminó enterándose. Vuelve Bielsa. Muy rápidamente, cuando el club anunció su contratación, la twittósfera explotó. Enseguida aparecieron mensajes rebotando la noticia incluso en Chile, pero con el agregado personal de cada persona. “Ya empiezo a ser hincha del Lille” o “el fútbol vuelve a ser fútbol”. Los más ocurrentes, hasta empezaron a subir fotos de la heladerita que hizo famosa en su última etapa en Olympique de Marsella, la que usaba como asiento para seguir los partidos en el banco de suplentes. En la vereda opuesta, los que se niegan a que el rosarino reciba
tantos elogios: “¿Qué ganó?”; “¿Por qué cada vez que se habla de Bielsa se usa la palabra “revolución”?,
como si fuera el único que puede generar algo así…”. Mientras el debate sigue (y seguirá) sobre sus estilos y formas, lo que puede asegurarse es que Bielsa no pasa inadvertido, ni para los fanáticos suyos ni para otros que se distancian de él. Ahora, el desafío del Loco será poner de pie a un equipo que ganó su última liga en la temporada 2010/2011 y que no la pasa bien. Hoy Lille está 14°, peleando los puestos de descenso. Y si bien asumirá recién el 1° de julio próximo, ya está al mando (desde el martes pasado) Frank Passi como DT, quien ya trabajó junto con Bielsa en la aventura de Marsella.
Una de las formas de entender a Marcelo Bielsa es arrancar por la frase de Gérard López, presidente de Lille, declarado un fanático del entrenador y su estilo de juego. En el entusiasmo, en una charla con la agencia AFP, a López se le escapó un “es un entrenador que tendría un puesto en cualquier equipo del mundo, y que él haya elegido a Lille le permite al proyecto cambiar su dimensión”. El punto está en eso. Fue Bielsa quien “eligió” a Lille, seducido por cuestiones que sólo se confirmarán una vez sea presentado oficialmente en conferencia de prensa. Fue Bielsa quien “eligió”.
Es una expresión, una figura que en apunta a candidatos en donde le sobran ofertas o que estarían capacitados para afrontar cualquier esfera de torneo. Y en ese rubro, está claro, son pocos los DT que pueden “elegir” dónde asumir tomando como referencia todo el planeta: Guardiola, Mourinho, Ancelotti, Conte, Simeone y… ¿cuántos más?
Pero hasta en eso Bielsa es particular y se distancia de los mencionados. En algún momento integró esa lista, aunque logra despegarse desde las motivaciones porque a Bielsa no le mueve el piso el cartel de dirigir a Real Madrid, Barcelona o Bayern Munich, sino el proyecto, aunque éste debe ser sustentado, antes de los resultados, con los pedidos y exigencias que van desde los posibles refuerzos hasta de cómo debe estar el pasto del predio de entrenamiento. Bielsa no responde que sí sólo ante la tentación del nombre del club y el dinero del contrato. Tiene, además, que ver un potencial y –al mismo tiempo– debe verse él como impulsor de ese potencial, debe sentir que lo puede encauzar. Sólo así puede “entenderse” que el Loco se haya ido a México (Atlas), después de Newell’s en 1992. Durante su primer año, Bielsa dedicó sus esfuerzos en potenciar la cantera de la institución, como ya había hecho en Rosario. Se probaron a más de... 11.000 jóvenes de donde salieron jugadores como Rafa Márquez, Juan Pablo Rodríguez, Jared Borgetti, Oswaldo Sánchez y Pável Pardo, entre otros.
A partir de la forma de razonar de Bielsa, quizás una de las cuestiones que lo sedujo ahora para volver a trabajar es el gran semillero de talentos que tiene Francia. Además, hace un mes, en la fecha límite de traspasos, Lille fichó a seis futbolistas de 23 años o menores, entre ellos el delantero holandés Anwar El Ghazi (21), quien llegó de Ajax, y viene de anotar su primer gol. Y el plantel cuenta con hombres experiencia: Vincent Enyeama (arquero nigeriano) y Éder (quien le dio el título de la pasada Eurocopa a Portugal).
Todos al ataque
Más allá del estilo de juego protagonista y ofensivo (nunca encuentra motivos para dejar de atacar), Bielsa les transmite pasión a sus dirigidos, en cada entrenamiento, en cada partido, en cada charla. “En el fútbol uno no debe ceder la iniciativa ni el dominio del juego. Intentar asumir el control del juego es la mejor garantía para imponerse. Hay que crear una filosofía de espíritu, de conjunto, que apunte al embellecimiento del juego y no a la especulación. Hay proyectos especulativos que son decentes y efectivos, pero yo creo en lo contrario. Creo en mantener el comportamiento, sin especular, durante todo el tiempo que uno pueda en el partido”, explica el DT en el libro “Los 11 caminos al gol”. Una frase que lo define.
También busca generar contagio en sus dirigidos. Y uno de los mayores elogios que puede recibir Bielsa es cuando, futbolistas que pasaron por sus manos, cuentan que los perfeccionó. Casi todos reconocen que, tras ser dirigidos por el Loco, se hicieron mejores futbolistas, técnica y tácticamente y en la toma de decisiones.
De personalidad fuerte y exigente, Bielsa fue protagonista de conflictos con los dirigentes de varias instituciones porque cada acuerdo verbal era tomado como una religión inquebrantable. La directiva de Lille no tiene miedo de que ahora pase algo similar. Marc Ingla, director general del club, le comentó a AFP: “Lo conozco hace tiempo. Y si dio portazos o no fue a determinados sitios es porque tenía razones muy específicas. Es alguien muy profesional, muy recto. Si tomó estas decisiones en el pasado es porque estaban justificadas”. Con semejante aval, quizás Bielsa encuentre en Lille su nuevo lugar en el mundo.