Santiago empieza a usar drones para vigilar mejor
Hay quejas por la vulneración de la privacidad
SANTIAGO, Chile.– Dentro de una semana, cuando marzo esté instalado en el calendario, comenzará a operar el primer dron municipal de vigilancia en Chile. La comuna en la que debutarán estos aparatos es Las Condes, en el sector oriente de Santiago, y su alcalde, Joaquín Lavín, ya cuenta con un dispositivo y tres funcionarios certificados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para operarlo. Luego se sumarán más, hasta formar una brigada o patrulla de drones.
El alcalde Lavín explica a la nacion la finalidad del plan: “Vamos a operar en la zona en donde hay más problemas de tráfico de drogas y en aquellas plazas y espacios públicos donde se encuentren personas que consumen drogas o alcohol, y que inhiben a las familias de concurrir a esos lugares. Se contemplan diez parques y plazas y esos drones van a operar desde las 18 o 19 horas”.
Otro objetivo es la vigilancia de casas cuando sus residentes salen de vacaciones o por el fin de semana. Las Condes ya cuenta con un sistema en el cual los vecinos pueden encargar sus hogares al municipio y los guardias realizar seis o siete rondas en el día. “Pero nosotros sólo podemos ver la entrada de la casa –dice Lavín–. El dron nos permite ver en los jardines, dentro de las panderetas [medianeras] y detectar si hay alguien merodeando o un ladrón entrando a una casa por atrás.”
Las Condes cuenta con sistemas de vigilancia, como botones de pánico, cámaras de seguridad, aplicaciones para celulares, grupos de WhatsApp vecinales y globos aerostáticos de tecnología israelí para vigilar espacios abiertos. Los drones permitirán complementar ese labor, porque pueden grabar entre los árboles o en calles más estrechas. “Puedes llevarlos adonde quieras, son más flexibles de maniobrar”, agrega el jefe comunal.
Providencia, comuna vecina de Las Condes, anunció hace 10 días que también vigilará las calles con drones, pero aún no lo aprueba el concejo municipal.
A estas dos iniciativas se oponen algunos concejales, vecinos y fundaciones, como la ONG Datos Protegidos. Su directora, María José Arancibia, dice que están en total desacuerdo con esas propuestas: “Los municipios no consideran la vulneración de garantías fundamentales que hay con relación al uso de los drones. Se busca poner al ciudadano en este estándar de normalidad, que es el de la vigilancia. Eso no es lo correcto, no es lo normal estar vigilados por drones o globos aerostáticos las 24 horas”.
Arancibia explica que incluso en las plazas el límite entre lo que es público y privado es dudoso. “Si un dron logra reconocerme en una plaza de Las Condes, no hay ninguna autorización para grabarme o mostrarme o indicar que estoy ahí”, advierte la directora. “Esto de los drones es un show mediático del siglo XXI”, agrega.
Los aparatos están regulados en Chile por una norma transitoria y recién en 2018 tendrán un cuerpo legal específico. Los drones de Las Condes deben cumplir con requisitos como tener permiso, seguros, operadores con licencia, no pesar más de nueve kilos, tener paracaídas y no salirse del alcance visual del piloto (500 metros) o superar los 130 metros de altura.