No identifican a los acusados del crimen de Florencio Varela
Las ruedas de reconocimiento dieron negativo
Los dos sospechosos señalados como presuntos partícipes del homicidio a balazos de dos chicas y las heridas graves a otras dos ocurrido a la salida de un boliche de Florencio Varela hace diez días no fueron reconocidos por los tres testigos presenciales del ataque.
Se trata de Luis Esteban Weiman, de 36 años, el vigilador privado que está detenido desde el inicio del caso y al que se lo ha acusado, especialmente desde el entorno de las víctimas, tanto de acosar a una de ellas –Denise Juárez, de 17 años– como de integrar una presunta red narco que usaba a las chicas para comercializar drogas en los boliches de la zona sur del conurbano.
El otro sospechoso es Adrián Abraham, de 31, que no fue detenido y sólo fue notificado de que se lo investigan en relación a lo ocurrido a las 6 del sábado 11 de este mes en Senzabello y Los Andes.
El abogado Antonio Solivaret, uno de los defensores de Weiman, y Verónica Casamiquela, letrada por el particular damnificado, informaron a la agencia de noticias Télam que los dos sospechosos fueron sometidos a la rueda de reconocimiento ante un remisero y otros dos jóvenes testigos que no señalaron a ninguno de ellos como la persona que les disparó a las cuatro amigas. “Ahora tenemos que esperar los resultados del entrecruzamiento de llamados y del dermotest [análisis de disparo de armas]. Son dos pruebas, sobre todo la segunda, fundamentales. Mañana [por hoy] a última hora van a estar”, explicó Solivaret.
El defensor aclaró que Weiman aun no optó por dar su versión de los hechos a la Justicia –la semana pasada se negó a declarar en su indagatoria– ya que primero quieren contar con los resultados de aquellas y de otras medidas de prueba.
“La fiscalía está trabajando bien. Hay varias hipótesis, una de ellas traída por el particular damnificado, en la que Abraham podía ser una de las personas [involucradas] porque tenía relación con las chicas”, señaló el defensor, quien insistió con que Weiman “no estuvo” en la escena del crimen y que no sabe quién pudo haberlo cometido.
Consultado sobre el móvil del ataque, el letrado descartó que se trate de un “narcocrimen” o de una agresión por “despecho” o “instigación” y no descartó la hipótesis de un “tirador” que actuó por placer o sin una razón aparente.
La abogada Casamiquela –que representa a las familias de Sabrina Barrientos, la otra chica asesinada, y de Magalí y Némesis, las dos heridas– opinó que si bien es probable que ninguno de los dos fue el tirador, ambos “tienen cosas para decir”, pero las ocultan. “Las chicas estaban en contacto con un mundo turbio y sus nexos con ese mundo eran Weiman y Abraham, eran sus únicos nexos”, señaló.
Para la Justicia, Abraham y otro sospechoso, Maximiliano Mansilla –al que se le secuestró una pistola calibre 9mm, como la usada en el crimen–, son conocidos de Weiman, quien lo niega.