LA NACION

Conurbano bonaerense. Parcial acatamient­o y mucha incertidum­bre

Muchas escuelas abrieron sus puertas, pero hubo clases sólo en algunos grados

- Agustina López

Marta se acerca a la reja de la escuela N°2 Bernardino Rivadavia, de El Palomar. Toca timbre y espera, aunque un cartel en la puerta le anticipa la respuesta: “No inicio de clases por paro docente”. La portera se asoma y le confirma lo que sospechaba: su hijo mayor, que comenzaba la secundaria, no tendrá clases. “Bueno, me voy a buscar a la nena al lado entonces”, se resigna. En la escuela N° 17, a pasos de donde se encuentra, sí se abrieron las puertas y los chicos asistieron normalment­e a las aulas.

“Hoy (por ayer) se acordó trabajar. Veníamos adhiriendo a todos los paros, pero queríamos hacer el acto de hoy. Lo más probable es que volvamos a hacer paro esta semana”, dijo a la nacion Mónica, la directora de ese colegio.

Esta escena ejemplific­a lo que ocurrió en varios puntos del conurbano bonaerense ante el paro de ayer, que tuvo acatamient­o dispar. De acuerdo con lo que pudo constatar la nacion en una recorrida por colegios del norte y el oeste del conurbano, algunos abrieron, otros no y en algunos casos los establecim­ientos funcionaro­n, aunque con asistencia parcial de la planta de empleados.

Por ejemplo, en la escuela Perito Moreno, de San Martín, el 50% de los docentes no fueron a trabajar, según confirmó personal del lugar. Sin embargo, muchos chicos asistieron a clases porque sabían que la escuela estaba abierta y, como sus padres no podían retirarlos, se quedaron a pasar el día y realizaron actividade­s recreativa­s con los preceptore­s.

A la vuelta, en la escuela N° 23, la historia fue diametralm­ente opuesta: “Hoy vinieron casi todos a trabajar, te diría que sólo faltaron uno o dos docentes”, contó una secretaria del colegio que prefirió no dar su nombre. “El año pasado el 60% adhirió al paro, pero se les hizo mucho descuento a los docentes por ello y entonces muchos prefiriero­n venir a trabajar este año. El descuento estuvo mal hecho porque la medida era legal. De todos modos, muchos eligen no sumarse porque tratan de cuidar la escuela y a los chicos que vienen al comedor”, explicó.

Asistencia dividida

En la escuela N° 28 de Ciudad Jardín también hubo asistencia dividida. En la puerta de entrada, los directivos colocaron una cartulina con una línea en el medio. De un lado estaban los cursos que no tendrían clases porque los docentes a cargo adherían al paro (13 grados en total) y del otro, aquellos que harían actividad normal (10 cursos). Hubo de todo: padres que debieron volver a sus hogares con los chicos y otros que dejaron a sus hijos en la escuela.

“Estoy de acuerdo con el paro”, dijo a la nacion Martín, mientras miraba entre la marea de chicos que se apresuraba­n a salir de la escuela, tratando de ubicar a su hijo. “Es un reclamo justo el que hacen los docentes y creo que el Estado tiene el poder de lograr que se solucione el conflicto con una mejora de su oferta”, agregó.

En tanto, en la escuela N° 8, de Florida, la directora del establecim­iento confirmó que la asistencia de los docentes fue “por encima del 90%”, por lo que las clases transcurri­eron como siempre.

Una incógnita recurrente entre los padres que se acercaban a preguntar a la puerta de los colegios o que llamaban por teléfono era “¿cómo sigue el conflicto docente?”. Es que, si bien se decretó un paro nacional de 48 horas para mañana y pasado, la medida de fuerza para hoy es confusa. Si bien se confirmó un nuevo paro de los gremios bonaerense­s, el dispar acatamient­o que tuvo eleva la incertidum­bre.

Si todo continuara como hasta ahora, el viernes habría clases y el paro se retomaría el 21 y 22 de la semana que viene, en caso de que la pulseada salarial no se resuelva.

“Tengo que venir y preguntar en el día porque a veces no saben qué decirme. El otro día había clases y no lo mandé porque pensé que no tenía que venir”, se quejaba una madre en la puerta de la escuela N° 7 de Castelar, que ayer funcionó con normalidad.

Más allá de atender las llamadas, muchas escuelas optaron por utilizar sus páginas de Facebook para actualizar las novedades y facilitar la organizaci­ón.

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