Intendencia narco: cayeron el jefe comunal y el vice de Itatí
MARIHUANA. Fueron detenidos junto con el jefe de la policía local, el de la delegación de la Federal y otros 19 sospechosos
Itatí, la ciudad correntina históricamente conocida por su Virgen y recientemente convertida en la puerta de entrada al país de la marihuana paraguaya, cosechada al otro lado del río Paraná, se quedó ayer sin cúpula política. El intendente, Natividad “Roger” Terán, y su vice, Fabio Aquino, fueron detenidos por su presunta vinculación con el tráfico de marihuana hacia Buenos Aires. También fueron apresados el jefe de la policía local y el de la Federal.
En cuestión de minutos Itatí, la ciudad de la Virgen y situada a orillas del río Paraná, en Corrientes, quedó acéfala y sus calles fueron invadidas por más de 600 gendarmes en uno de los operativos más grandes contra el narcotráfico en esa región considerada como la puerta de entrada de la marihuana paraguaya al país. Un golpe a lo que se dio en llamar “la narcopolítica”.
El intendente Natividad “Roger” Terán, que ganó las elecciones en 2013 encabezando la lista del Frente para la Victoria (FPV); su vicejefe, Fabio Aquino, y el comisario Diego Ocampo Alvarenga, máxima autoridad de la Policía de Corrientes en esta ciudad de 9100 habitantes, fueron detenidos ayer a la mañana en un operativo ordenado por el juez federal porteño Sergio Torres, en el que quedaron presos otros 20 imputados. Anoche 14 sospechosos estaban prófugos.
Así lo informaron a la nacion calificadas fuentes judiciales. Se sospecha que todos ellos formaban parte de un entramado narco que funcionaba desde las entrañas del estado local. Ese engranaje distribuía en siete provincias cargamentos de marihuana.
“El intendente Terán, el vicejefe comunal Aquino y el comisario Ocampo Alvarenga, desde sus funciones facilitaban y aseguraban el tráfico de marihuana”, dijo a la nacion una calificada fuente del caso.
También fueron detenidos integrantes de fuerzas federales de seguridad como el subcomisario Rubén Ferreyra y el sargento Carlos López, que estaban destinados en la Delegación Corrientes de la Policía Federal Argentina, y el segundo comandante de la Gendarmería Fernando Alcaraz, que tiempo atrás cumplió funciones en Itatí. Además fueron apresados otros dos efectivos de la Policía de Corrientes: el sargento Mario Molina y su compañera Gabriela Quintana.
Durante la mañana, cuando desembarcaron en Itatí los uniformados de la Gendarmería Nacional, la ciudad quedó desierta. Los “chajás”, jóvenes que avisan a los narcos del posible peligro de un operativo de seguridad, se esfumaron de las calles de una localidad que vive del turismo religioso por la Virgen de Itatí y, se sabe ahora, de un sistema clientelar dominado por un gobierno municipal perforado y contaminado por el narcotráfico.
La dimensión del operativo fue inédita en esa región: más de 600 efectivos, helicópteros y patrullas terrestres y fluviales golpearon lo que se presume es el corazón del tráfico de marihuana en el país. El presentimiento que rondaba por el pueblo, según contó una fuente de la investigación, era que “esta vez iban por todos”. Así parece ser.
Fuentes de la investigación dijeron que el subcomisario federal Ferreyra fue detenido en la localidad de Goya, pero en su oficina de la delegación, en la ciudad de Corrientes, se descubrieron 17 panes de marihuana que no estaban justificados por ninguna causa judicial.
“No nos importa si son políticos, jueces o miembros de las fuerzas de seguridad; si actúan como cómplices del delito están del lado enemigo. Nosotros queremos un Estado que sea parte de la solución y no del problema”, dijo ayer, en Itatí, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich (ver aparte).
Desde la villa 21
La investigación que derivó en las detenciones de ayer en Itatí y en otras ciudades de la provincia de Corrientes es fruto de un expediente judicial que llevan adelante el juez Torres y su equipo de colaboradores desde hace dos años y medio. Se trata de la derivación del operativo del 16 de mayo de 2014, cuando quedaron bajo la lupa judicial tres mujeres acusadas de vender drogas en la villa 21, en Barracas.
En ese momento, las escuchas telefónicas y las tareas de campo realizadas por los detectives de la Gendarmería pusieron uno de los focos de investigación en Itatí, puerto de entrada de la marihuana en el país, según calificadas fuentes judiciales. De la investigación también participó la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo del fiscal federal Diego Iglesias.
El mes pasado, en otra causa judicial a cargo del juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila, la Gendarmería detuvo a Mariela Alejandra Terán, una de las hijas del intendente, y a su pareja Ricardo Piris. Seis días más tarde fue capturado con 521 kilos de marihuana Hernán Aquino, un hermano del viceintendente; era la tercera vez que le secuestraban droga. Todo el entorno del poder político local estaba quedando rodeado.
Ayer, la casa del intendente fue una de las primeras en la lista de los allanamientos. En esa casona de estilo colonial de paredes blancas con arcadas y tejas rojas, los gendarmes detuvieron a Terán –que no opuso resistencia– y le secuestraron una camioneta Toyota Hilux.
“Hay escuchas telefónicas que comprometen seriamente al intendente de Itatí. En las conversaciones intervenidas el jefe comunal habla de concretar ciertos «negocios». Según los investigadores, con eso hacía referencia al tráfico de marihuana”, explicó a la nacion un detective judicial.
En esas escuchas telefónicas otros integrantes de la organización narcocriminal hablan de “surubí” o “dorado”, peces tradicionales de las aguas del Paraná. Se cree que así hablaban de droga.
Como publicó la nacion en enero pasado, tres bandas dominaban esa zona perforada por el contrabando de cannabis de Paraguay, cuya frontera líquida con Corrientes es el río Paraná. Estas bandas eran lideradas por Carlos Bareiro, Luis Saucedo, alias “Gordo” y Federico Marín, apodado “Morenita”. Estos clanes funcionaban desde 2011 de manera coordinada y con el amparo político del poder político local y parte de las fuerzas de seguridad.
La cercanía con Paraguay –de costa a costa hay entre 2500 y 3000 metros nutridos de islas– puso a Itatí como una zona caliente del contrabando. Pero la actividad delictiva mutó hace menos de una década. El salto fue veloz: del tráfico ilegal de cigarrillos se pasó al más lucrativo narcotráfico. “No nos importa si son políticos, jueces o miembros de las fuerzas de seguridad: si un político es cómplice del delito, está del lado del enemigo. Queremos un Estado que sea parte de la solución y no del problema”, afirmó la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa apenas arribada a Itatí, donde se produjo la detención del intendente, Natividad “Roger” Terán; de su vice, Fabio Aquino; del jefe de la policía local; del encargado de la Delegación de la Federal, y de otras 19 personas acusadas de narcotráfico.
Acompañada por el gobernador Ricardo Colombi, y los secretarios de Seguridad Eugenio Burzaco y Gerardo Milman, Bullrich agregó: “Hoy, junto a la Gendarmería y el gobierno de Corrientes, hemos dado un golpe para que Itatí no sea recordada por el narcotráfico y sí por su Virgen”.
El mandatario provincial, en tanto, resaltó la actuación de las fuerzas federales y dijo: “Felicitamos a los hombres y mujeres de la Gendarmería por el trabajo realizado y por los resultados positivos obtenidos. Esperamos que hoy la comunidad de Itatí pueda tener un nuevo despertar. Debemos cuidar y proteger a nuestra juventud”.
Sobre los alcances y las consecuencias de los operativos de ayer, Bullrich puntualizó: “Este es un mensaje muy fuerte para todos; este gobierno no tiene miramientos, sin son políticos no van a tener protección [...] El poder político cubría y las fuerzas de seguridad entraban en la misma lógica y hubo que sacar de raíz a toda la organización”.
Ella ya había hablado de la “narcopolítica” cuando fueron detenidos, en cuestión de días, la hija de Terán y uno de los hermanos de Aquino. “Sabíamos que no eran solamente sus familiares [los involucrados] sino que ellos estaban comprometidos, pero había que hacer la corroboración probatoria”, indicó Bullrich, que precisó: “Hay miembros de fuerzas de seguridad, incluso federales. Hay un prefecto en disponibilidad, un gendarme detenido y miembros de la Policía Federal y de la policía provincial”.
La ministra finalizó: “Lo importante es la voluntad política del presidente [Mauricio] Macri y de decirnos a nosotros que no tengamos miramientos: en este caso, son [funcionarios] del Frente para la Victoria [por la dupla Terán–Aquino], pero no importa de qué partido sean; lo importante es que aquel que sea cómplice de la droga, aun si es político, va a ir preso”.