CLAVES DE UNA ELECCIÓN CON IMPACTO REGIONAL
El nuevo gobierno será favorable a seguir en la UE
–¿Qué significa el resultado para Europa?
–Es, ante todo, un alivio después del Brexit y de la victoria de Trump. La derrota del populista eurófobo y antiislamista Wilders implica que Holanda, la quinta economía de la eurozona, seguirá dentro del bando que impulsa la integración. Un triunfo de Wilders hubiera dado alas a la ultraderechista Le Pen en Francia, donde se vota dentro de poco más de un mes.
–¿Cómo se elegirá ahora el nuevo gobierno holandés?
–Holanda es una monarquía parlamentaria. La Cámara baja tiene 150 escaños, y se requiere el acuerdo de un mínimo de 76 para formar un gobierno. La representación es proporcional y existe un sistema de circunscripción única, lo que garantiza una gran fragmentación. Por eso nunca hubo un gobierno de mayoría y siempre gobernaron coaliciones.
–¿Quién quedó mejor posicionado para gobernar?
–El primer ministro Mark Rutte, liberal de centroderecha, salió primero y tiene todo para continuar. Igual perdió bancas y tendrá que buscar una coalición con por lo menos cuatro partidos y de diferentes ideologías.
–¿Cuánto tiempo tiene para negociar?
–No hay límites. Formar gobierno puede demorar meses. Hay que definir el programa, los ministros y quién será el premier. Durante ese lapso, Rutte seguirá al mando, con poderes acotados.
–¿Qué ideología prevalecerá?
–Seguramente saldrá alguna coalición de centro, heterogénea. Rutte podría gobernar con la democracia cristiana y los liberales progresistas, más algún apoyo extra. Podrían ser los cristianos ortodoxos o una alternativa más a la izquierda que incluya a los laboristas y a los Verdes, de impresionante ascenso.