Para los inversores, aún no se necesita ser cautos
Las Bolsas vivieron un día de fiesta; rebotaron las commodities y las monedas emergentes
Una verdadera fiesta de mercados se desató ayer apenas el Banco Central de EE.UU. comunicó que había decidido adosarle a su moneda otra dosis de tasa al subirla nuevamente en un cuarto de punto para dejarla en el rango de 0,75 a 1% anual. La medida, aun cuando amplía el diferencial del rendimiento que tenía el dólar respecto de otras divisas semejantes (las tasas son del -0,75%; -0,10%; 0,00% y 0,25% en Suiza, Japón, Europa e Inglaterra, respectivamente), hundió 1,1% a esa moneda. También descomprimió las tasas de largo plazo que sirven como referencia al costo de financiamiento mundial, que cayeron de 2,60 a 2,493 (4%) a 10 años y de 3,175 a 3,107 (2%) a 30 años.
A su vez, favoreció una rueda de ganancias para todas las Bolsas (Wall Street y la región con las mejores alzas en dos semanas), las monedas emergentes (se revalorizaron 2% el real brasileño y el peso mexicano, por caso) y casi todos las commodities (2% el crudo y 1,5% promedio los metales con el oro incluido), a excepción de los granos.
¿Qué pasó entonces? Los analistas explican que para entender esta reacción del mercado hay que considerar que la decisión de la Fed estaba descontada desde hace casi dos semanas. Y las únicas dudas del mercado estaban centradas sobre el panorama futuro que describiera el organismo.
“Al no cambiar ninguna de sus proyecciones (sólo el cronograma de alzas previsto para 2019) ni avanzar en definiciones sobre un programa de descarga de los bonos que tiene en cartera, disipó todos los temores sobre una posible aceleración en esa hoja de ruta y confirmó su apuesta gr a dualista ”, explicó Manuel Terré, de Delphos Invesment.
“A simple vista, lo de hoy [por ayer] parece contrariar los manuales. Toda la curva americana se movió para abajo, los índices americanos subieron con fuerza (S&P +0,84%, Nasdaq +0,74%, Dow +0,54%), rebotaron el petróleo y el oro, y el dólar se debilitó frente a las monedas del G 10 y más aún frente a las emergentes. Pero esta reversión tiene que ver con la cautela previa y un diagnóstico que invalidó la expectativa de mercado”, coincidió Andrés Vilella Weiz, portfolio manager de Balanz Capital.
“Los inversores esperaban que la Fed modificara su pronóstico sobre la cantidad de veces que aumenta ría las tasas y el organismo sólo lo retocó marginalmente con vistas a 2019. Ergo, hay margen para seguir apostando a tomar riesgo”, insistió.
Así lo interpretaron incluso los inversores locales, como mostró la mejora de 1,6% en la Bolsa porteña, que se accionó luego de conocerse lo dispuesto por la Fed, y en las mejoras de hasta 2,6% que se anotaron los bonos argentinos más largos (como el que vence en 2046).