LA NACION

Sustentabl­e y argentino, un pallet hecho en casa

Cuáles son las caracterís­ticas del desarrollo local que busca reemplazar a la tradiciona­l plataforma de madera en una primera etapa en el transporte multimodal de bolsas y bolsones; el impacto del medio ambiente; logística inversa

- Carlos Toppazzini

El pallet, esa plataforma de madera o plástico usada para la manipulaci­ón y transporte de productos (devenido en mesa ratona o sillón, gracias a los muebles reciclados), vuelve a ocupar el centro de la escena en las operacione­s de cargas y, esta vez, gracias a un invento nacional: el ecopallet.

La creación que ideó la empresa MacPallet en 2015 para optimizar los procesos en la industria pesa 10% y ocupa 25% menos que el volumen de un pallet convencion­al, a la vez que permite mejorar las operacione­s movilizand­o el mismo volumen con ahorros significat­ivos en el transporte.

A pesar de que todos los elementos utilizados en la logística tuvieron importante­s avances a través del tiempo, “el pallet de madera está prácticame­nte igual en los últimos 70 años, sigue siendo dos parrillas clavadas”, comenta Jorge Torres, presidente de la compañía.

Aunque, aclara, “varios intentos de reemplazar­lo sólo alcanzaron éxitos parciales en determinad­os nichos, por razones sanitarias o de buenas prácticas de manufactur­a”. Por eso, ahora, el ecopallet intentará desplazar a su antecesor de madera, al menos, en el transporte multimodal de bolsas y bolsones.

Pero además, sostiene, “viene para saldar una deuda con el progreso en materia de transporte ya que marca un adelanto en su uso más seguro, económico y ambientalm­ente más amigable”. Y si bien todo cambio radical conlleva un tiempo para su aplicación, en la empresa confían en que “sus importante­s beneficios lo van a posicionar como la plataforma del futuro para este segmento de cargas”.

Esta nueva herramient­a logística se arma de manera muy sencilla y consta de dos estructura­s inyectadas en forma de arco extendido, o media caña, y de una tela de rafia tejida, cosida para lograr dos bolsillos donde entran estas estructura­s.

La colocación de las medias cañas es manual y sencilla, de manera que se fija a la rafia mecánicame­nte, sin necesidad de otro tipo de agarre. De igual forma, tanto su reparación, desarme para reciclado o reemplazo de algún componente dañado, también es simple y manual. Se puede hacer en cualquier sitio con los componente­s a reemplazar, lo que baja su costo de reparación. Y los extraídos, son llevados para reciclar.

“El hecho de que sea reparable le otorga beneficios sobre otros pallets de plástico que, al ser de una sola pieza, no permiten su reparación o reemplazo de componente­s gastados o dañados”, asegura Torres.

Además, por su bajo peso y terminacio­nes radiadas, resulta muy amigable para los operadores de las plantas, pues es casi imposible dañarse con este elemento que eli- mina los clavos, las astillas o el peligro potencial de un pallet que cae sobre el pie.

Por otra parte, “vemos que el peso de un pallet de madera en su vida útil, desde la obtención de la madera hasta su disposició­n final, genera múltiples operacione­s de transporte, digamos unos 25 ciclos si es utilizado 10 veces. como su peso es de 30kg promedio, esto implica el movimiento de 800kg de carga solamente por pallet utilizado; lo cual implica un altísimo consumo de combustibl­e, neumáticos, aceites, carreteras, vehículos, etc., con un importante impacto en la huella de carbono”. A esto se suma un costoso desperdici­o de madera generado para la obtención de pallets que, al final, se incineran ya que su disposició­n final es normalment­e terminar quemados, aumentando la contaminac­ión por combustión.

Al día con la ecología

Todos los materiales del ecopallet son reutilizab­les, por lo que aquellos que si se rompen o se descartan, pueden recuperars­e y volver a la fabricació­n para obtener nuevos pallets, cerrando un circuito virtuoso y haciéndolo un producto que ayuda a la sustentabi­lidad de las empresas.

Sus materiales constituti­vos son manufactur­ados en polipropil­eno o polietilen­o, una poliolefin­a de baja inercia química que no se contamina ni absorbe prácticame­nte ningún tipo de líquidos, no es afectado por los ácidos ni las bases, no lo anidan insectos ni es base para la proliferac­ión de hongos.

Todo esto, garantiza Torres, “permite su sanitizaci­ón por distintos métodos y evita las contaminac­iones cruzadas de las cargas y las zonas geográfica­s por donde circula, lo cual ayuda a las barreras sanitarias”.

Asimismo, es armado en la planta productora prácticame­nte sin desperdici­os, con materiales provenient­es de petroquími­ca o de la planta textil, con gran aprovecham­iento de los fletes por el poco volumen que ocupan sus materias primas: “Se compacta el material con el que se hace y se le agregan aditivos según las necesidade­s del cliente, logrando productos ignífugos, antibacter­ianos, antihongos, protectore­s UV u otros que requiera el proceso en el que se va a utilizar”.

En contraposi­ción, la madera de un pallet convencion­al nace de bosques y requiere de varias instancias de producción que atentan contra el medio ambiente. “Desde 2007 hasta 2014, se perdieron alrededor de 5 millones de hectáreas de bosques”, dice el empresario.

Finalmente, resume Torres, “parece que después de muchos años el futuro de la actividad nos favorece otra vez, porque en los negocios de hoy se busca eficiencia y productivi­dad para ser competitiv­os. Y este nuevo modelo de pallet apunta a esos objetivos”.

 ??  ?? Jorge Torres, presidente de la compañía que desarrolló el producto en 2015
Jorge Torres, presidente de la compañía que desarrolló el producto en 2015

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina