Sustentable y argentino, un pallet hecho en casa
Cuáles son las características del desarrollo local que busca reemplazar a la tradicional plataforma de madera en una primera etapa en el transporte multimodal de bolsas y bolsones; el impacto del medio ambiente; logística inversa
El pallet, esa plataforma de madera o plástico usada para la manipulación y transporte de productos (devenido en mesa ratona o sillón, gracias a los muebles reciclados), vuelve a ocupar el centro de la escena en las operaciones de cargas y, esta vez, gracias a un invento nacional: el ecopallet.
La creación que ideó la empresa MacPallet en 2015 para optimizar los procesos en la industria pesa 10% y ocupa 25% menos que el volumen de un pallet convencional, a la vez que permite mejorar las operaciones movilizando el mismo volumen con ahorros significativos en el transporte.
A pesar de que todos los elementos utilizados en la logística tuvieron importantes avances a través del tiempo, “el pallet de madera está prácticamente igual en los últimos 70 años, sigue siendo dos parrillas clavadas”, comenta Jorge Torres, presidente de la compañía.
Aunque, aclara, “varios intentos de reemplazarlo sólo alcanzaron éxitos parciales en determinados nichos, por razones sanitarias o de buenas prácticas de manufactura”. Por eso, ahora, el ecopallet intentará desplazar a su antecesor de madera, al menos, en el transporte multimodal de bolsas y bolsones.
Pero además, sostiene, “viene para saldar una deuda con el progreso en materia de transporte ya que marca un adelanto en su uso más seguro, económico y ambientalmente más amigable”. Y si bien todo cambio radical conlleva un tiempo para su aplicación, en la empresa confían en que “sus importantes beneficios lo van a posicionar como la plataforma del futuro para este segmento de cargas”.
Esta nueva herramienta logística se arma de manera muy sencilla y consta de dos estructuras inyectadas en forma de arco extendido, o media caña, y de una tela de rafia tejida, cosida para lograr dos bolsillos donde entran estas estructuras.
La colocación de las medias cañas es manual y sencilla, de manera que se fija a la rafia mecánicamente, sin necesidad de otro tipo de agarre. De igual forma, tanto su reparación, desarme para reciclado o reemplazo de algún componente dañado, también es simple y manual. Se puede hacer en cualquier sitio con los componentes a reemplazar, lo que baja su costo de reparación. Y los extraídos, son llevados para reciclar.
“El hecho de que sea reparable le otorga beneficios sobre otros pallets de plástico que, al ser de una sola pieza, no permiten su reparación o reemplazo de componentes gastados o dañados”, asegura Torres.
Además, por su bajo peso y terminaciones radiadas, resulta muy amigable para los operadores de las plantas, pues es casi imposible dañarse con este elemento que eli- mina los clavos, las astillas o el peligro potencial de un pallet que cae sobre el pie.
Por otra parte, “vemos que el peso de un pallet de madera en su vida útil, desde la obtención de la madera hasta su disposición final, genera múltiples operaciones de transporte, digamos unos 25 ciclos si es utilizado 10 veces. como su peso es de 30kg promedio, esto implica el movimiento de 800kg de carga solamente por pallet utilizado; lo cual implica un altísimo consumo de combustible, neumáticos, aceites, carreteras, vehículos, etc., con un importante impacto en la huella de carbono”. A esto se suma un costoso desperdicio de madera generado para la obtención de pallets que, al final, se incineran ya que su disposición final es normalmente terminar quemados, aumentando la contaminación por combustión.
Al día con la ecología
Todos los materiales del ecopallet son reutilizables, por lo que aquellos que si se rompen o se descartan, pueden recuperarse y volver a la fabricación para obtener nuevos pallets, cerrando un circuito virtuoso y haciéndolo un producto que ayuda a la sustentabilidad de las empresas.
Sus materiales constitutivos son manufacturados en polipropileno o polietileno, una poliolefina de baja inercia química que no se contamina ni absorbe prácticamente ningún tipo de líquidos, no es afectado por los ácidos ni las bases, no lo anidan insectos ni es base para la proliferación de hongos.
Todo esto, garantiza Torres, “permite su sanitización por distintos métodos y evita las contaminaciones cruzadas de las cargas y las zonas geográficas por donde circula, lo cual ayuda a las barreras sanitarias”.
Asimismo, es armado en la planta productora prácticamente sin desperdicios, con materiales provenientes de petroquímica o de la planta textil, con gran aprovechamiento de los fletes por el poco volumen que ocupan sus materias primas: “Se compacta el material con el que se hace y se le agregan aditivos según las necesidades del cliente, logrando productos ignífugos, antibacterianos, antihongos, protectores UV u otros que requiera el proceso en el que se va a utilizar”.
En contraposición, la madera de un pallet convencional nace de bosques y requiere de varias instancias de producción que atentan contra el medio ambiente. “Desde 2007 hasta 2014, se perdieron alrededor de 5 millones de hectáreas de bosques”, dice el empresario.
Finalmente, resume Torres, “parece que después de muchos años el futuro de la actividad nos favorece otra vez, porque en los negocios de hoy se busca eficiencia y productividad para ser competitivos. Y este nuevo modelo de pallet apunta a esos objetivos”.