Atacar junto al río y refugiarse en las nubes
La Argentina defiende mal”. Vaya autocrítica, y es de Edgardo Bauza. Claro que el análisis es más amplio: “Cuando tuvimos tiempo de trabajar, defendimos bien, como contra Colombia. Ese fue el único partido para el que pudimos trabajar tres días y se notó. Algo que no ocurrió contra Paraguay, Perú o contra Venezuela, cuando fuimos un desastre. Yo lo veía desde afuera y me quería matar, menos mal que jugamos contra Venezuela porque con otro nos comíamos cuatro. La idea de juego la tienen, pero enfrente estará Chile que es jodido, los de arriba son buenos, por afuera te llegan… Para mí, desde lo anímico y futbolístico va a ser fundamental ese partido”. Justamente contra Chile, dentro de una semana, otra vez no habrá tiempo: “Sí, es un drama. Martes a la tarde y miércoles. Dos prácticas voy a tener, si, ese es un problema sin solución”, reniega Bauza.
Durante el verano, el entrenador confió que entre Jonatan Maidana y Matías Caruzzo saldría el reemplazante del suspendido Ramiro Funes Mori. Se apresuró, porque la demora en la reanudación del fútbol local les quitó ritmo a ambos defensores. Y posibilidades. “Lo imagino a Rojo jugando contra Chile, sí, a Rojo, como lo hace en el Manchester United; Mourinho me dijo que ahí le solucionó muchos problemas”, adelantó Bauza. Romero; Mercado, Otamendi, Rojo y Mas será la defensa contra Chile. Biglia –si se recupera del golpe en la rodilla izquierda– y Mascherano, más Messi, Di María, Higuaín y… ¿Dybala o Agüero? “Hoy no lo sé… por suerte están los dos en un gran nivel. A los chilenos hay que correrlos también y, desde lo táctico, Dybala por ahí me los va a correr más”. La Joya Dybala parte con evidentes ventajas.
Ganar en el Monumental –la selección vuelve a Núñez sólo por exigencias económicas del Comité de Regularización– y rescatar un empate en Bolivia. Esa es la cuenta de Bauza. “Con 4 puntos quedamos a un paso del Mundial”, advierte el Patón, que para ascender a los 3650 metros de La Paz cambiará casi todo: dibujo, nombres y ambición. “Va a haber por lo menos cuatro jugadores amonestados contra Chile que no van a poder jugar con Bolivia porque llegarán a la segunda amarilla. Sí, va a volver Funes Mori. Yo estoy imaginando un 5-4-1, bien cerrado para tener la pelota, cortar el juego, cortarlo, cortarlo, cortarlo, cosa de llegar 0-0 a los últimos 20 y después ver si lo podemos ganar. De pelota parada, por ejemplo, lo podemos lastimar a Bolivia. Después hay que ver dónde lo acomodo a Messi, quizá lo pongo ahí, por la derecha, que no corra tanto... O puedo jugar 4-1-4-1, con Mascherano atrás, que se meta entre los centrales… Pienso ponerlo a Pizarro, que está más acostumbrado a jugar en la altura por estar en México; además juega bien, el chico no la pierde. Pensaba en Biglia, claro, ahora veremos, más Di María por la izquierda… Y según el desgaste que haya tenido Higuaín contra Chile, veremos si repite o va Pratto. Más Mercado, Otamendi, Funes Mori y Mas en la defensa. No va a salir de ahí, pero siempre dependerá de quiénes sean los amonestados. Y también cité a Bufarini pensando en Bolivia, seguramente lo voy a meter en el segundo tiempo”.
Bauza estudió las visitas a la altura de Pekerman, en 2005, y Sabella, en 2013, y piensa replicar aquellos planes. Casi calcados. La Argentina ganó 2-1 con José (después de 32 años) y empató 1-1 con Pachorra.
Retoma Bauza la autocrítica y analiza su ciclo de seis partidos, tan dispar como la cosecha: dos victorias, dos empates y dos derrotas. “Por momentos el equipo sí apareció y por momentos no, pero creo que nos estamos acercando. Ahora queremos lograr el primer objetivo, que es clasificarnos, para estar más tranquilos y después planificar bien los tiempos para poder trabajar y darle a la selección una idea”.
Bauza confieza que sin tiempo de trabajo el equipo se defiende mal y que la selección todavía no definió una idea de juego. No se engaña, acepta las deudas, pero ahora sólo le importan los puntos.