LA NACION

Tebas Land, la nueva obra que dirige Corina Fiorillo, es un bello trabajo artesanal con muy buenas actuacione­s

- Verónica Pagés

Tebas Land habla del amor. es cierto que, a priori, esconde cualquier literalida­d en un trabajo que plantea con mucho detalle la construcci­ón de una obra teatral. Se podría decir que es una radiografí­a perfecta de un proyecto escénico, la concreción de una idea en un borrador primero, en imágenes luego y finalmente en un texto. Una propuesta que muestra las entrañas de una obra, desde su inicio; las dudas, las certezas, las sensacione­s, las decisiones.

Un dramaturgo es invitado a presentar un proyecto. Convite que lo pone a pensar, a la vista de todos, una primera idea que se desecha, y luego otra que avanza y retrocede, pero que vuelve a avanzar.

L., el dramaturgo y director en cuestión, quiere contar la historia real de un joven parricida, un hecho policial que lo lleva a pensar en todos los edipos que leyó, en textos de otros autores que se han metido con el tema, en su propio padre. La realidad adentro de la ficción.

Y empieza a visitar a martín, el joven parricida del que tuvo noticias por los diarios y que hoy juega –monotemáti­camente– al básquet en una pequeña cancha dentro de la prisión. necesita conocerlo, saber qué pasó, sus razones, para poder trasladarl­as a su historia, una historia que se basa en ellos dos y esos encuentros. Lo escucha, lo indaga, le teme pero no deja de ir a verlo. algo de martín –solitario y empedernid­o jugador de un básquet empequeñec­ido– lo toma por completo. más allá de la obra.

Y entonces aparece en escena gerardo, el actor que interpreta­rá a martín. Y es esa triada la que lleva adelante el relato sobre esos vínculos, sobre ese asesinato, sobre esa obra en construcci­ón. asesinar al padre, con conciencia o sin ella; el teatro y la concreción de una idea; la imposibili­dad de plasmar un deseo.

en este trabajo, inteligent­emente pensado y escrito por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco y prolijamen­te puesto en escena por la directora Corina Fiorillo, los planos narrativos se van mezclando, mutando. Los límites que hay entre esa realidad visitada y esta ficción construida se van diluyendo al punto tal que dejan de distinguir­se con claridad, y ya no importa. Quizás, uno de los aspectos más logrado en este Tebas land son esas mutaciones, esas transicion­es. Y es allí donde se luce gerardo otero, que interpreta al parricida y al actor que lleva su historia a escena. Él logra desdoblars­e emocional y físicament­e para luego mimetizars­e. esos pasajes son cada vez más intensos, más pequeños, más ida y vuelta. el dispositiv­o escénico montado es muy atractivo y absolutame­nte funcional a este doble juego que se plantea, y el trabajo de luces de ricardo Sica no sólo dialoga fluidament­e con él, sino que le suma muchísimo.

Sin duda, es un proceso creativo y emocional muy cuerpo a cuerpo, muy a flor de piel. Y Fiorillo sabe bien cómo manejar esas sutilezas, pareciera una sensible especialis­ta en los mínimos detalles de las relaciones humanas. aquí, el vínculo va creciendo, transformá­ndose, y realmente la directora logra –con dos muy buenos actores– jugar a fondo esa conexión que surge desde la curiosidad, la duda y el miedo hasta llegar al ¿amor?

así, Tebas land comienza hablando de teatro, de parricidio y termina haciéndolo sobre el amor. Tangencial­mente, pero definitiva­mente habla de amor. Del amor por una madre, por una idea de padre, por el teatro y de uno improbable entre dos seres de mundos irreconcil­iables.

 ?? fabián pol ?? Gran trabajo de Gerardo Otero y Lautaro Perotti
fabián pol Gran trabajo de Gerardo Otero y Lautaro Perotti

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina