Krzysztof Zanussi. “Toda la cultura de los países desarrollados es frívola”
La gran leyenda del cine polaco presentó en Pantalla Pinamar su film Cuerpo extraño, en el que se yuxtaponen filosofía, sexo y religión
Pinamar.– es uno de los directores legendarios de la historia del cine polaco y referencial dentro de los grandes nombres del cine europeo. Con 77 años cumplidos, y ante una platea repleta al filo de la madrugada, tuvo lugar la presentación en Pantalla Pinamar de Cuerpo extraño, la última labor de Krzysztof zanussi. Conocido en la argentina desde su lejana ópera prima La estructura del cristal, y reconocido por sus reflexiones filosóficas en el cine unidas a una exploración metafísica desde una perspectiva católica, zanussi declara que su última película no fue bien recibida en Polonia: “La hostilidad de los movimientos feministas fue muy fuerte y fue eliminado del Festival nacional de gdynia por indigno, además de que no gusta mi crítica a las multinacionales. Pero para un autor provocar cierta hostilidad ideológica no es un error”. en la argentina, su intenso drama sobre un joven del movimiento de los Focolares que debe enfrentarse a la vida vacía y a las presiones de su jefa en la empresa donde trabaja mientras su novia elige tomar los hábitos como monja de clausura recibió el aplauso emocionado del público y se afirma como una de las grandes películas presentes en el festival, que confirma la notable vigencia del gran cineasta polaco.
–En Cuerpo extraño usted reflexiona sobre el vínculo de las relaciones humanas mediadas por la economía y añade incluso un manejo del propio cuerpo casi perverso. ¿Cree que es una tendencia de la sociedad contemporánea?
–La sociedad se desarrolla en niveles diversos, pero indudablemente es la tendencia dominante junto con una ideología que es muy difícil de definir, pero muy marcada por la filosofía posmarxista y del posmodernismo que es una hija del marxismo. en mi película Iluminación hay una pequeña entrevista con un gran físico teórico que dice algo muy audaz, y es que para el físico teórico la clarividencia no es un absurdo porque el futuro existe porque estamos fuera del tiempo y hay personas que pueden intuir. La razón no es el único elemento cognitivo, la intuición también es válida. Hablamos del mundo como determinado y no es verdad.
–¿Cómo recuerda su primer contacto con la Argentina?
–Llegué en 1970 al Festival de Cine de mar del Plata con un gran retraso y a último momento a la proyección de La estructura del cristal, mi primera película en mi primer festival internacional. en ese festival estaba Pasolini con maría Callas y lo considero como un realizador con una gran sensibilidad metafísica, y eso es más importante que sus herejías.
Teorema es una gran obra del penporque samiento profundamente religiosa. Sus últimas películas parecen más de una víctima de una turbulencia sexual, como Saló, que toca problemas muy importantes, pero donde la metafísica no está presente.
–En Cuerpo extraño está presente la perversión sexual y también la dualidad muy marcada entre el bien y el mal. Pero parecería que el mal es más fuerte e importante.
–Sí, pero porque está presente en la vida por la falta del amor que es el motor de todo. Tuve críticas feministas y también de las grandes estructuras multinacionales que tienen gran poder, y en Polonia ofrecen un nivel de vida más alto y que fueron también en mi contra. el problema contemporáneo es que nadie es condenado por hacer el mal. La madre adoptiva de la protagonista mandó a los inocentes a la muerte y está basada en un caso real. es la misma persona que inspiró a mi colega Pawel Pawlikowski en
Ida, es el mismo personaje de la jueza, solamente que él fue más generoso y le dio la oportunidad de la autopuni- ción. Pero yo tomé a la persona que en la vida real vivió más de 80 años y jamás mostró arrepentimiento.
–¿Cree que vivimos una época de aceleración del sentido gracias a la sociedad digital?
–Pienso que estoy de acuerdo, pero como ex físico debo poner el acento en otro lugar: con la aceleración del lenguaje y el acceso a la información los jóvenes no absorben fácilmente el lenguaje antiguo, y hablo con ellos sobre la diferencia entre la inteligencia artificial y la inteligencia máxima de Dios, y que rezar no es un acto psicológico para el bienestar como lo piensa el iluminismo, sino para influir en las decisiones de Dios, pero fuera del tiempo. el inicio y fin del mundo son en el mismo momento, y la dirección del tiempo es subjetiva. esto no es un ejemplo absurdo, sino que nuestro pensamiento es tan inadecuado a la realidad divina que la física de hoy tiene los instrumentos para entender que esto está fuera de nuestra capacidad mental.
–¿Qué opinión le merece el pontificado de Francisco teniendo en cuenta que parecería existir un cambio de misión pastoral con respecto a Wojtyla y Ratzinger, a quienes conoció muy bien?
–Creo que el contenido es el mismo, sólo los acentos. el lenguaje no es el de un filósofo, sino de un pastor, y es una confusión enorme porque la gente toma cada palabra como una declaración filosófica. Pero esto no es obligatorio porque San Pedro no fue teólogo tampoco. otro es el acento en los pobres, que es muy importante, pero creo que también debemos pensar en todos los extremos del mundo. Somos responsables de nuestros hermanos pobres, pero también de nuestros hermanos ricos y de adónde conducen ellos a la humanidad. aquí falta el contacto. Pero no es una crítica, sino una característica, ningún pontífice puede ser completamente universal.
–En tiempos del comunismo usted sufrió el espionaje, pero luego vivió una situación insólita que inspiró otra película…
–es cierto. Un día se presentó ante mí un señor pidiéndome empleo era de la policía secreta que me vigilaba y ya con la democracia había perdido su puesto. Consideramos con mi esposa que no tenía ética para trabajar en casa, pero le ofrecimos podar el jardín. no quiso. Se lo envié a Wajda, pero no estaba en Polonia en ese momento. Sí lo conoció Kieslowski y en parte de allí nació el argumento del último episodio de la trilogía Rouge, con el juez que espía a sus vecinos.
–¿Por qué cree que los realizadores contemporáneos del cine-arte están alejados de una mirada de valores absolutos como los que presenta Cuerpo extraño?
–Toda la cultura de los países desarrollados es profundamente frívola y no confronta con los verdaderos problemas. La necesidad del consumismo ofrece valores fáciles del mercado y nosotros como cristianos no estamos cómodos en el mundo del consumo. Debemos relativizar el valor del poseer y acentuar el valor del ser, y eso no es bien visto. De allí que hoy los cristianos seamos un cuerpo extraño en la sociedad.