El dinero no es todo. Noruega tiene la receta de la felicidad
Lidera el ranking del World Happiness Report; el informe dice que los factores económicos ayudan, pero no alcanzan
NUEVA YORK (Reuters).– Esta vez hubo algo de sorpresa. Después de tres años, Noruega desplazó a Dinamarca como el país más feliz del mundo, según un informe divulgado ayer, que concluye que los factores económicos influyen, pero no son suficientes para garantizar el bienestar de la población. El ranking, que forma parte de una iniciativa global lanzada por la ONU, ubicó a la Argentina en el puesto 24.
NUEVA YORK.– Los noruegos tienen una razón más para sonreír, como si eso fuera necesario. Después de ocupar el cuarto lugar el año pasado, Noruega desplazó a Dinamarca como el país más feliz del mundo en un nuevo reporte difundido ayer en el Día Internacional de la Felicidad, que instó a las naciones a aumentar la confianza social y la igualdad para mejorar el bienestar de sus ciudadanos.
Noruega se encumbró en lo más alto del World Happiness Report 2017 a pesar de la caída del precio del petróleo, una pieza clave en su economía. Dinamarca e Islandia completan el podio, mientras que 13 países de América latina están entre los 50 primeros de las 155 naciones incluidas: Costa Rica (12), Chile (20), Brasil (22), la Argentina (24), México (25), Uruguay (28), Guatemala (29) y Panamá (30), entre otros.
Los países del norte europeo dominan la clasificación por reunir una serie de factores, como altos ingresos, asistencia sanitaria y social, buen gobierno, bajos niveles de corrupción de las empresas y las instituciones y buenas políticas ambientales, según el informe realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por su sigla en inglés), una iniciativa global lanzada por las Naciones Unidas (ONU) en 2012.
Si bien los factores socioeconómicos explican gran parte de la diferencia de felicidad entre los países, los factores sociales desempeñan un papel subestimado. Como evidencia, los autores del reporte citan períodos de crecimiento económico sustancial que, sin embargo, fueron acompañados por la disminución de felicidad en China y Estados Unidos, que ocupó el puesto 14.
Suiza, Finlandia, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Suecia completan los 10 primeros países de la lista. Sudán del Sur, Liberia, Guinea, Togo, Ruanda, Tanzania, Burundi y la República Centroafricana son los últimos del ranking. Alemania ocupa el lugar 16, seguida de Gran Bretaña (19) y Francia (31).
El reporte se basa en respuestas a una simple pregunta de evaluación de la vida planteada a personas de todo el mundo entre 2014 y 2016 por Gallup, la empresa dedicada a la investigación de mercado.
“Por favor, imagínense una escalera, con pasos numerados de 0 en la parte inferior a 10 en la parte superior. La parte superior de la escalera representa la mejor vida posible para usted y la parte inferior de la escalera representa la peor vida posible para usted. ¿En qué escalón de la escalera diría que se siente personalmente en este momento?”
La humanidad está a medio camino de la escalera, con una puntuación global promedio de 5,3, basada en cientos de miles de encuestas realizadas por Gallup durante esos años. Los cinco países principales tienen puntuaciones por encima o por debajo de 7,5. La República Centroafricana tiene una puntuación de casi 2,7.
Los autores encontraron seis factores fundamentales: producto bruto interno per cápita (una medida básica de la riqueza nacional); años saludables de esperanza de vida; apoyo social (tener a alguien en quien confiar cuando hay problemas); confianza (una percepción de ausencia de corrupción en el gobierno y los negocios); la libertad para tomar elecciones de vida, y generosidad (medida por donaciones).
Sin embargo, hay valores atípicos. En América latina, las evaluaciones de vida son aproximadamente 0,6 puntos más altas en promedio de lo que de otra manera serían predichas por esos indicadores. Los países de Asia oriental tienen el problema opuesto, reportando menos felicidad de lo que se esperaría sobre la base de esos factores. En ambos casos, los autores reconocen, al menos en parte, las diferencias culturales.
A pesar de que hay excepciones, los autores sostienen que esos seis factores explican gran parte de la variación de la felicidad en todo el mundo y que las naciones ignoran los factores sociales por su propio riesgo.
Jeffrey Sachs, director de SDSN y asesor especial de la Secretaría General de la ONU, explicó que Estados Unidos estaba retrocediendo en la lista debido a la desigualdad, la desconfianza y la corrupción. “Las medidas económicas que el gobierno del presidente Donald Trump está tratando de implementar empeorarán la situación”, añadió. También indicó que le gustaría que los países siguieran el ejemplo de Emiratos Árabes Unidos y otras naciones que han designado ministros de Felicidad.