“estoy más maduro para tomar las cosas que vienen desde afuera” –Central se había acostumbrado a ser protagonista, pero hoy está atrás de la pelea...
L a carrera de Diego Rodríguez bien podría describirse como una montaña rusa sin fin. De ser marcado como una gran promesa de las inferiores de Independiente, cuando hizo su debut en 2011, a irse por la puerta de atrás, con la reprobación de los hinchas. Un sube y baja constante: del descenso histórico con los Rojos al regreso a Primera división siendo una de las figuras; de ídolo a chivo expiatorio; de titular indiscutido a jugar en la Reserva; de capitán y referente en el vestuario a enemistarse con la dirigencia; de tener un contrato con una cláusula de tres millones de dólares a irse a préstamo sin cargo a Rosario Central. Así de cambiante puede ser este deporte.
Rodríguez lo sabía, pero al mismo tiempo confiaba en sí mismo para dar vuelta la situación. El problema estaba en que los demás (dirigentes y parte de los simpatizantes), no. Eduardo Coudet, por entonces entrenador canalla, lo convenció para que se mudara a Rosario y el arquero esperó su oportunidad. Hubo cambio de mando en el banco. Se fue el Chacho, llegó Paolo Montero. Pero la salida del uruguayo Sebastián Sosa le dejó la titularidad en el reinicio del torneo. Ahora, busca consolidarse en el arco de Central. Del pasado mejor no hablar, por ahora. A los 27 años, el marplatense admite a la
que en Rosario está la oportunidad nacion perfecta para relanzar su carrera.
–¿Costó acostumbrarse a Rosario?
–No, con Mar del Plata son ciudades parecidas, nada más que uno tiene mar y el otro río. La gente, dentro de todo, es similar en el día a día. Me siento cómodo, a gusto y ojalá me pueda quedar un largo tiempo.
–Ante Quilmes (1-0) ganaron, pero sin convencer...
–Necesitábamos los tres puntos, más allá del rendimiento. Somos un equipo que va al frente, pero no podemos regalarnos atrás. En el partido con Godoy Cruz (derrota por 1 a 0 en el Gigante de Arroyito), nos dejamos llevar por la ansiedad de no jugar durante varios meses, tomamos decisiones apresuradas y eso nos jugó en contra.
–¿Te afectó llegar a un club donde también corrías desde atrás? ¿No dudaste en venir?
–Lo importante era venir acá y hacer las cosas bien. Tenía que seguir con la misma mentalidad: la continuidad ya iba a llegar. De a poco me voy sintiendo mejor y eso es importante no sólo para mí, sino para el equipo. Hay que transmitir seguridad desde atrás.
–Hace poco dijiste que no volverías a Independiente...
–Nunca dije eso. [sonríe irónicamente] Se han dicho muchas cosas, sobre todo de mi salida de Independiente. Ahora tengo la cabeza en Central. Todavía falta mucho, tres meses para que se termine el préstamo, y tengo ir partido a partido y demostrar. Lo que venga después...
–¿Por qué decís que el argentino es el fútbol más lindo?
–Porque la paridad lo hace competitivo y apasionante. Vos ves al Barcelona y nos quedamos encandilados, les mete ocho goles a todos, pero llega un punto en que cansa.
–¿Cómo te fuiste de Independiente?
–Bien. Hablo seguido con los utileros, los masajistas, con compañeros... Creo que me fui de la mejor manera y eso es lo importante.
–¿Ves en Central un lugar para relanzar tu carrera?
–Vine a buscar continuidad y es lo que hoy tengo. Además sabía que llegaba a Central, un equipo que en los últimos años ha sido protagonista de todos los torneos. Por eso siempre dije que pasar a Central era dar un paso importante en mi carrera.
–¿Qué objetivos te planteás a nivel personal?
–Quiero seguir teniendo continuidad y rendirle al equipo.
–¿Cómo te encontrás en relación a ese arquero que dejó Independiente?
–Me encuentro más maduro para tomar las cosas que vienen desde afuera, pero siempre siendo autocrítico. Este paso fue un crecimiento personal que fue muy importante para mí.