LA NACION

Más ciencia, menos lesiones y mejor rendimient­o

- Marcelo Gantman

L a NBA pierde 250 millones de dólares por año en jugadores lesionados. A la NFL se le van 150 millones. La MLB drena 700 millones por esa rejilla. La Premier League, que en los últimos once años no logró disminuir su promedio de lesiones, gasta 300 millones en futbolista­s inactivos. Alguien asegura que esos números pueden bajarse.

Paul Balsom, jefe de ciencias deportivas y análisis de rendimient­o de Leicester City, fue quien exhibió estas cifras ante más de mil asistentes en el Sport

Innovation Summit de México realizado en febrero pasado. Balsom trabaja para Leicester desde 2008 y también lleva analizados como científico deportivo más de 250 partidos de la selección de Suecia. “¿Qué hacen las ciencias aplicadas al deporte? Se resume en dos palabras clave: lesiones y rendimient­o. Nuestra tarea es disminuir la cantidad de lesionados y mejorar el rendimient­o de los deportista­s. Todas estas organizaci­ones podrían bajar hasta un 40 por ciento la cantidad de lesionados con el correcto uso de los informació­n que entregan los propios atletas”, contó Balsom.

Un dato contundent­e sostuvo la sorpresiva y fabulosa campaña de Leicester City que le permitió ganar la liga: Claudio Ranieri tuvo disponible al 96 por ciento de su plantel, aún cuando utilizó solo 18 futbolista­s en la temporada. Fue el promedio más alto de la EPL. Leicester pasó de campeón de la Premier al puesto 15 de la tabla, pero sigue montado en su propia ola que lo lanzó a los cuartos de final de la Champions. Balsom tomó el promedio de lesionados en la Champions League desde 2001/2002 hasta 20015/2016. Las métricas indican que los equipos suelen contar con el 85 por ciento de sus jugadores disponible­s, es decir, sanos para jugar. Los campeones suelen estar por encima de esa media o igual, nunca por debajo.

El rendimient­o de un futbolista no se evalúa por la cantidad de kilómetros recorridos, un dato inútil con el que se abruma al espectador. “Todos vimos esa estadístic­a que muestra que Lionel Messi a veces corre un poco más que su arquero. El fútbol se juega más con el cerebro que con los pies, porque uno puede dejar de correr pero no puede dejar de pensar. Un cálculo modesto estima que un futbolista puede tomar alrededor de mil decisiones por partido, pero para nosotros, el número está entre tres mil y cuatro mil. Mi tarea es evaluar el rendimient­o del jugador desde la preparació­n física y también en la toma de decisiones. Es un balance entre las dos cosas. Un jugador mal en lo físico toma malas decisiones”, apuntó Balsom.

“Existen dos clases de entrenador­es actualment­e: los que adoptan las métricas de rendimient­o y los que están desemplead­os”. La ironía fue de Adir Shiffman, ejecutivo de Catapult (compañía dedicada al análisis y seguimient­o estadístic­o) en la organizada por el MIT. La reunión anual evaluó el uso de la tecnología y la recopilaci­ón de datos en la NBA.

Luis Scola, de último paso por Brooklyn Nets, integró uno de los paneles y habló sobre cómo los atletas incorporan este fenómeno: “No podemos pedir que los datos nos hagan perfectos, pero si que nos sirvan para ser mejores de lo que éramos. Hoy un jugador necesita saber si ocupa el primero o el último lugar dentro de un equipo..”. ¿Invertir en ciencia o gastar de más en lesionados? A veces el deporte profesiona­l demora en dar la respuesta adecuada.

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