A esta altura, ni con Maradona la selección estuvo peor
Seis fechas antes del final, el equipo tiene 19 puntos y se encuentra en repechaje, un escenario inédito; la urgencia, un rival añadido a Chile
Desde que las eliminatorias se juegan todos contra todos, la Argentina nunca estuvo peor. Para encontrar un escenario tan incómodo como el actual hay que retroceder hasta los días de Diego Maradona como entrenador. Con la temeridad que encierra el recuerdo. Al cabo de 12 fechas, como ahora, la Argentina sumaba 19 puntos, detrás de una mediocre campaña con cinco victorias, cuatro empates y tres derrotas. Acababa de ser abofeteada 6-1 por Bolivia, pero al menos resistía en el cuarto lugar, con plaza directa para Sudáfrica 2010, y tenía una diferencia de gol de +5. El recorrido actual también descubre a la selección con 19 puntos (5-4-3, idéntico trayecto, aunque sólo +2), pero marcha en el quinto lugar, en la inestable zona de repechaje.
El marco no puede ser más inquietante al rememorar cuánto sufrió aquella selección, que apenas en la última fecha, en Montevideo, se aseguró la clasificación al superar a Uruguay, que luego ganaría su plaza en el repesca ante Costa Rica. El ciclo de Edgardo Bauza siente escalofríos en el cuerpo porque debe sumar puntos con urgencia. Al menos la mitad de los que quedan en juego: 9 de 18. “Si ganamos los tres partidos que nos quedan en casa estaremos en el Mundial”, confió el entrenador. Precisamente 28 unidades atrapó Maradona y fueron suficientes para que la Argentina finalizara cuarta. Imposible saber si volverán a alcanzar; convendría aspirar a una cosecha que no sólo asegure los puntos de local. También habría que sumar el próximo martes en La Paz, y más adelante en Montevideo y Quito.
En definitiva, todos contra todos, la Argentina siempre se clasificó a las Copas del Mundo. Y generalmente se ahorró el sufrimiento que por estas horas sí acecha. Pero siempre estuvo mejor que ahora a esta altura de la ruta clasificatoria. Siempre. Por ejemplo, camino a Francia 98, con el polémico Daniel Passarella al frente, al término de la 12ª fecha reunía 22 puntos. Rumbo a Corea-Japón 2002, con Marcelo Bielsa, arrollaba a sus oponentes sudamericanos con 29 unidades. Para Alemania 2006, ya con José Pekerman en lugar del renunciante Bielsa, transitaba desde el confort de los 25 puntos…
Desembarcar en Sudáfrica 2010 se volvió traumático. Alfio Basile comenzó con el viento de cola y se lo devoró una tormenta interna. Maradona llegó para barnizar de insensatez todo su mandato. La calma retornó con Alejandro Sabella, que tras algunas turbulencias al comienzo –primera derrota en la historia con Venezuela– condujo con holgura a la selección argentina hasta las costas de Brasil 2014.
Los 19 puntos actuales obedecen a una recolección muy discreta por el mapa continental. Con Rusia 2018 en el horizonte, Gerardo Martino fue el director técnico durante el primer tercio, cuando el conjunto albiceleste rescató 11 de 18 puntos y el paso por el estadio Monumental resultó muy improductivo: la primera caída en la historia con Ecuador (0-2) y un escaso empate 1-1 con Brasil. El Brasil de Dunga, no el actual de Tite. Después, por voluntad de los futbolistas, espantados por la atmósfera indiferente del público en Núñez, la selección comenzó a jugar en el interior del país: el Kempes de Córdoba, el Malvinas de Mendoza, el Bicentenario de San Juan…
Pero el segundo tercio de las eliminatorias, con Edgardo Bauza en un puesto que ni él se imaginaba poco antes, sería peor: 8 de 18 puntos, menos de la mitad. La Argentina ya arrastra dos derrotas como local (Paraguay ganó 1-0 en Córdoba), algo que jamás había sucedido rumbo a un Mundial. La campaña del Patón no escapa de un tinte mustio: seis partidos, con dos triunfos, dos empates y dos derrotas; 8 goles a favor y… 8 goles en contra. La selección reclama un shock de estilo y determinación. Bauza, como comentó recientemente en una entrevista con la nacion, se conforma con mucho menos: hoy solamente lo desvive sumar de a tres contra la Roja de Juan Antonio Pizzi. “Ganarle a Chile es fundamental, y no me importa cómo se gane, pero hay que ganar”, aceptó sin rodeos.
Increíblemente, a la Argentina le falta gol. Sí, aunque disfrute de varios de los matadores más temibles de las ligas de Europa, las eliminatorias reflejan esa sequía. El uruguayo Edinson Cavani lidera la tabla, con 8 conquistas, y lo siguen el chileno Arturo Vidal y el ecuatoriano Felipe Caicedo (ambos con 6) y más atrás los brasileños Gabriel Jesús, el venezolano Josef Martínez y el chileno Alexis Sánchez, todos con 5. Recién undécimo, con 3, aparece Lionel Messi. Apenas un síntoma, pero muy significativo, de un recorrido apagado. La Argentina necesita de todo, esqueleto y colmillo, para escapar de una situación perturbadora.