Cristina Kirchner deberá enfrentar el primer juicio por la causa del dólar futuro
Lo dispuso Bonadio tras considerar que perjudicó al Estado en $ 55.000 millones al ordenar ventas por valores inferiores a los de mercado; el proceso se iniciaría el próximo año
El recorrido judicial de la ex presidenta Cristina Kirchner entró ayer en una nueva fase con la decisión del juez Claudio Bonadio de enviarla a juicio oral en la causa del dólar futuro.
Es la primera vez que la ex mandataria deberá enfrentar un tribunal, aunque la escena podría repetirse, ya que tiene varias investigaciones abiertas por corrupción, en las que ya fue procesada o indagada, como la del direccionamiento de la obra pública y las causas Hotesur y Los Sauces.
Bonadio consideró que había cumplido la etapa de instrucción, en la que buscó demostrar que Cristina Kirchner ordenó vender dólares a futuro a un precio inferior al del mercado, lo que le terminó provocando un perjuicio al Estado de casi 55.000 millones de pesos.
Por sorteo, el Tribunal Oral Federal N° 1 quedó a cargo del juicio. Está integrado por los jueces José Antonio Michilini y Adrián Grünberg. El tercer lugar es ocupado por un subrogante, Gabriel Vega, cuya presencia en el proceso aún es in- cierta. Por las causas que tiene en trámite y en espera ese tribunal, lo más probable es que el juicio contra la ex presidenta sólo pueda iniciarse el próximo año. Al conocerse la noticia, Cristina Kirchner reaccionó de inmediato con mensajes irónicos en las redes sociales.
La causa del dólar futuro se inició con una denuncia de los legisladores Federico Pinedo (Pro) y Mario Negri (UCR), y estuvo inspirada intelectualmente en un planteo del ex ministro de Hacienda Alfonso PratGay.
Las acusaciones contra Cristina Kirchner llegaron a un nivel superior. La Justicia elevó a juicio oral una causa en su contra por fraude contra el Estado en la que la acusa de ordenar la venta de dólares a futuro a un precio menor que el de mercado, lo que provocó un perjuicio al Estado de casi 55.000 millones de pesos.
Junto con la ex presidenta serán juzgados otros 14 acusados, entre ellos el ex ministro de Economía Axel Kicillof y el ex titular de la Comisión Nacional de Valores Alejandro Vanolli. Así lo decidió el juez federal Claudio Bonadio, quien dispuso que se sortee el tribunal oral que juzgará a la ex presidenta.
El azar decidió que sea el Tribunal Oral Federal N° 1, integrado por los jueces José Antonio Michilini y Adrián Grünberg, el que realizará el juicio. El tercer integrante del tribunal es Gabriel Vega, que actúa como subrogante (ver aparte). El fiscal sorteado para el juicio oral es Diego Velasco. Cristina Kirchner recibió la noticia en Santa Cruz con un tuit en el que, irónica, cuestionó al macrismo (ver aparte).
Ésta es la primera causa contra Cristina Kirchner que llega a esta etapa del juicio oral. Y significa una victoria del oficialismo contra la ex Presidenta en el terreno judicial, pues la denuncia que dio origen a este expediente es de Mario Negri (UCR) y Federico Pinedo (Pro), los líderes legislativos de Cambiemos, y fue inspirada por Alfonso PratGay, que, como testigo, aportó pruebas contra la ex presidenta.
Ahora los jueces deberán analizar si la investigación que realizó el juez Bonadio está completa y los acusados podrán proponer nuevas medidas de prueba, en caso de que entiendan que faltan elementos. Un vez que los jueces determinen que no hay nada más que hacer se fijará fecha para el juicio y se establecerá la lista de testigos. Es probable que esto recién se produzca a partir del año próximo, por las otras causas que debe abordar el tribunal antes.
Además de esta causa, Cristina Kirchner enfrenta otros tres expedientes, que son los que más la complican. Está procesada por asociación ilícita en la causa por direccionar en beneficio de Lázaro Báez obras públicas santacruceñas por 16.000 millones de pesos; fue indagada por recibir dinero de Báez y de Cristóbal López en forma de alquileres, como supuesto retorno por los beneficios que les otorgó; está acusada de recibir millones de dólares por el alquiler de habitaciones hoteleras a Lázaro Báez como retorno, y finalmente está imputada en la causa de la “ruta del dinero K”, donde el empresario santacruceño está preso por lavado de dinero.
La causa del dólar futuro no es por corrupción, sino por fraude en contra del Estado.
No se acusa a la ex presidenta de quedarse con dinero ajeno, sino de provocar un perjuicio para el Estado al decidir que se vendan dólares en el mercado de futuros a un precio menor que el de mercado.
La defensa de Cristina Kirchner tuvo dos flancos: por un lado, señalar que se trató de una decisión de política económica de su gobierno, que no es judiciable, y, por otro, armar una causa paralela para perseguir a Bonadio y a funcionarios de Mauricio Macri por no impedir que se siguiera vendiendo el dólar en el mercado de futuros y denunciar a los compradores de esos contratos –muchos de ellos ejecutivos de empresas que en algunos casos fueron luego funcionarios– que se beneficiaron con la operación.
Pero la Cámara Federal, al confirmar el procesamiento de la ex presidenta, entendió que no había ninguna cuestión política, sino que se había violado la Carta Orgánica del Banco Central cuando señala que las operaciones de venta de dólares a futuro deben hacerse a precio de mercado. Los camaristas entendieron que se había distorsionado el precio al ofrecer contratos a un menor valor y con el Banco Central como único oferente.
Al mismo tiempo establecieron que el delito se configuró con la oferta de los contratos y no con la compra en el mercado de futuros, con lo que dejó afuera a los inversionista que se beneficiaron.
Entre septiembre y noviembre de 2015, el Banco Central negoció en el Mercado a Término de Rosario (Rofex) y en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) contratos de dólar futuro a valores inferiores al precio de mercado, transgrediendo lo establecido en su Carta Orgánica. Como consecuencia, el Banco Central llegó a tener contratos abiertos por casi 17.000 millones de dólares. Para hacer frente a tales obligaciones, el Banco Central sufrió pérdidas por $77.325.739.338,60.