El colmo del país del petróleo: no hay combustible en Venezuela
En Caracas y varios estados hubo largas filas para cargar nafta
CARACAS.– En el país del petróleo no sólo escasean las medicinas, el pan, los desodorantes y los preservativos. También falta el combustible, aunque parezca imposible. Caracas se contagió ayer de la distribución irregular que desde hace dos semanas golpea zonas del interior y amaneció colapsada en el Este por las largas filas de conductores que congestionaron las estaciones de servicio que estaban abiertas.
El nerviosismo y la falta de fe en la gestión gubernamental conspiraron juntos para prender las alarmas de los usuarios. De las casi 300 estaciones existentes en la ciudad, 90 estaban cerradas porque no tenían combustible.
El desabastecimiento llegó hasta la capital por sorpresa en el peor día posible para el chavismo: Nicolás Maduro también inauguraba ayer Expo Venezuela Potencia 2017, una feria, mitad económica, mitad propagandística, con la que se quiere demostrar que la nave bolivariana transita a todo vapor a pesar de la voraz crisis económica, social y política que transformó al país caribeño en el paria de América.
Las circunstancias que llevaron al desmoronamiento de la producción nacional de combustible asemejan una tormenta perfecta: la desinversión, desprofesionalización y falta de mantenimiento en las plantas de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), reconvertida por Hugo Chávez en el brazo económico del chavismo, y que obligaron a importar el combustible pese a la falta de dinero en efectivo del gobierno y los constantes impagos a los proveedores.
Iván Freites, secretario del sindicato petrolero, señala que “hasta de España traen nafta, también de Estados Unidos, Brasil y Curaçao, y hay que pagarla”.
Según el diputado José Guerra, hay 15 barcos varados en el Caribe a la espera del pago para concretar la importación. “Pdvsa acumuló tanta deuda con proveedores que hasta que no se les cancele no entran despachos. Es una empresa morosa”, añadió Guerra. Cada día de espera le cuesta al país 24.000 dólares por barco.
“Sólo una refinaría, la de Amuay, produce 40.000 barriles de los 200.000 necesarios”, señala Freites, que dijo que el resto está bajo mínimos por falta de insumos importados. Hasta 22 paradas se contabilizaron el año pasado por las averías de la tubería que conecta la refinería de El Palito con su centro de distribución, pudo saber la nacion de fuentes del sector, que temen que aún no fue reparada. La oposición añade que las plantas catalíticas (de combustible) trabajan al 8,4% de su capacidad.
El gobierno de Maduro admitió anteayer las colas producidas por “el retraso en el cabotaje de combustible”, pero lo redujo a cuatro estados en el corazón del país: Carabobo, Aragua, Guárico y Lara. Pdvsa se puso manos a la obra para agilizar la distribución y tapar así la nueva vía de agua de su revolución.
Cuestión de “minutos”, auguró Diosdado Cabello, jefe del ala militar chavista. Una nueva promesa incumplida: las colas continuaron en los cuatro estados y se sumaron las de Bolívar, fronterizo con Brasil, donde las protestas por la falta de comida y nafta también hicieron colapsar los accesos a San Félix. También Barinas, cuna de la revolución, sufrió esperas de hasta seis horas, lo que dificultó aún más el transporte público.
En Táchira, fronteriza con Colombia, las colas son habituales desde hace años.
En buena parte de las estaciones de servicio se repartieron instrucciones para que no se colocaran carteles de “no hay combustible” o “cerrado”, así como mantener a todo el personal “trabajando”, aunque no se distribuyera el combustible.