Incluyen a Robledo Puch en un régimen de semilibertad
Es una etapa previa a la libertad condicional: lo cumplirá en el penal de Sierra Chica
A partir de una resolución dictada ayer por una Sala de la Cámara Penal de San Isidro, Carlos Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino serial de la historia argentina, comenzó a recorrer el camino que, eventualmente, colocaría en una instancia en la que podría solicitar la libertad condicional.
Ayer, el magistrado de la Cámara Penal a cargo del control de la ejecución de la condena de Robledo Puch dispuso que el reo sea incluido en el régimen de semilibertad dentro de la cárcel, una etapa previa a la libertad condicional.
“El Ángel de la Muerte” fue condenado por un Tribunal de San Isidro a la pena de reclusión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado por once asesinatos cometidos en el inicio de la década del 70.
Robledo Puch había sido detenido en febrero de 1972 y lleva 45 años preso. Actualmente está alojado en el penal de máxima seguridad de Sierra Chica. La cláusula de reclusión accesoria por tiempo indeterminado que le fue impuesta junto con la condena establecía que, para recuperar la libertad, debía cumplir con los requisitos fijados por la ley de Ejecución Penal, que regula el cumplimiento de las condenas.
En función de esa norma, el condenado sobre el cual pesa la reclusión accesoria sólo puede salir de la cárcel una vez pasadas todas las etapas del cumplimiento de la pena privativa de libertad. Una de las instancias previas a la condicional es el acceso al régimen de semilibertad. Y, para lograr ese objetivo, Robledo Puch debía contar con informes psquiátricos y psicológicos favorables. Ese hecho se concretó recién el año pasado. Por tal motivo, la Suprema Corte de Justicia dispuso, en octubre último, que el condenado pase al régimen de semilibertad.
Ayer, luego de evaluar todos los estudios, el juez de la Sala I de la Cámara Penal de San Isidro, a cargo del control de la condena de Robledo Puch, ordenó que sea efectivamente incluido en esa etapa. Esto no significa que dejará la cárcel sino que seguirá en el penal de Sierra Chica con la asistencia de psicólogos y psiquiatras que deberán asistirlo. Además, contará con un régimen de seguridad más flexible. También deberá cumplir con una serie de tareas asignadas para que pueda adaptarse a una hipotética vida en sociedad.