Grieta o concordia
El calendario nos pone ante una fecha que merece una reflexión sobre la reiterada política argentina de tener dos posturas irreconciliables e inconducentes, que se mantendrán de no haber en los tres poderes del gobierno nacional una actitud ética y responsable que permita superar este omnipresente maniqueísmo ideológico. De otro modo, sería imposible borrar la grieta que justifica las conductas confrontativas en que especuladores empedernidos y contumaces fundamentan su inconstitucional modus vivendi, que los ubica al filo del comportamiento incurso en traición a la patria o la sedición (artículos 22 y 29 de la Constitución nacional). Doce años de autoritarismo y de un gobierno perverso han traicionado la democracia y la republicana voluntad popular de todos los argentinos. Pero desde diciembre de 2015 no han existido cambios eficientes para cerrar las heridas, afianzar la justicia y reordenar el Estado. Este 24 de marzo nos sorprende –por acción u omisión– con la misma grieta de las posturas equívocas, sólo que el oficialismo, asediado por los desestabilizadores, no cambia al paradigma constitucional que posibilita la inclusión y participación –a través de sus representantes– de la ciudadanía que se ha expresado en las urnas. La clave está en optar entre “la grieta” y la concordia democrática republicana. Yo opto por esta última. Horacio Domingo Marengo DNI 7.990.235