Ariel Rojas, como si nunca se hubiera ido: River ya lo disfruta
En las victorias por 3-1 ante Independiente Medellín y Lanús, el volante zurdo calzó como anillo al dedo en el equipo de Gallardo
Cuando eligió emigrar a México en junio de 2015, en pleno camino deRiver hacia la obtención de la Copa Libertadores, Ariel Rojas sabía que algún día iba a regresar a Núñez. El volante zurdo había encontrado su lugar, se sabía querido y respetado tras un ciclo de tres años, pero apostó a cambiar de aires y renovar sus objetivos, con una propuesta económica seductora. A pesar de su decisión, nunca se fue: el vacío que dejó su partida fue irremplazable y su nombre se repitió una y otra vez en los pasillos del Monumental. El equipo de Marcelo Gallardo había perdido un jugador fundamental, de doble rol y que costó suplir. Finalmente, el reemplazo llegó. Y es Ariel Rojas.
Luego de un año y medio en Cruz Azul de México, el ex Vélez y Godoy Cruz, de 31 años, eligió regresar a River, que siempre lo necesitó, y , rescindió su contrato con el club azteca. Fue titular en su primera práctica de fútbol, jugó los amistosos ante San Martín de San Juan y, oficialmente, los últimos 15 minutos ante Unión.
Pero lo mejor se empezó a ver en los últimos dos partidos. Tanto en el debut con victoria por 3-1 en la Copa Libertadores ante Independiente Medellín en Colombia, como en el festejo también por 3-1 ante Lanús en el Torneo Primera División, Rojas se volvió un pilar fundamental para el funcionamiento del sistema de juego. Ya sea en el centro del terreno como apoyado sobre la banda izquierda, jugó dos muy buenos partidos, como si nunca se hubiera ido. Al equipo le aportó distribución de pelota, precisión y profundidad, con la simpleza que lo caracteriza para jugar, además de su entrega para marcar.
Tal vez, nunca brilla, pero siempre está. Y su trabajo se nota: con él, Nacho Fernández jugó más suelto y pudo llevar las riendas del equipo, manejando la pelota a su anotojo –más activo en Colombia que ante Lanús–; Leonardo Ponzio pudo enfocarse más en la recuperación y la marca, y Pity Martínez quedó como el encargado del desequilibro individual por las bandas.
“Este funcionamiento le cae bien a mi juego. Me costó menos adaptarme porque me siento muy cómodo. Marcelo (Gallardo) me conoce y sé lo que pretende. En los últimos partidos, este equipo demostró su identidad”, explicó Rojas.
En aquel medio campo que brilló en su primera etapa estaba con Carlos Sánchez, Matías Kranevitter y Leonardo Pisculichi como enganche. Luego, ingresó Ponzio para pasar del 4-3-1-2 al 4-4-2. Esta vez, el esquema puede variar, pero el 4-4-2 se planta como opción más viable, con Ponzio como volante central; Nacho, suelto o por derecha y Pity, que venía ubicándose por la izquierda pero ante Lanús brilló en el sector opuesto. El puesto de Rojas también varía: ante el DIM jugó en el centro, ante el Granate se mostró en la banda.
¿Qué diferencias encuentra Rojas? “En estos partidos, el equipo ha demostrado un carácter como el de ese momento. Este equipo tiene muchísimo más para dar, tiene jugadores muy jóvenes. Es distinto al de mi etapa anterior. Por naturaleza y características de los jugadores es difícil hacer lo mismo”.
No siempre fue igual la situación de Rojas en River. En su primera temporada, durante el Torneo Inicial 2012 con Matías Almeyda como DT y el Final 2013 ya con Ramón Díaz, no tenía la titularidad asegurada y sus rendimientos eran dispares. De los 30 partidos que jugó, en 18 fue titular e ingresó en 12, yendo 19 veces en total al banco de suplentes. Luego, tras un irregular Inicial 2013, se consolidó en el equipo con una gran tarea en el Final 2014 que conquistó River con Ramón. A partir de allí, no salió más, y Gallardo lo pulió al máximo, para hacerlo funcionar a su gusto. Actualmente, lleva tres goles en 115 partidos en el club.
México terminó siendo una experiencia más corta de lo que se creía para Rojas. “Siempre es bueno ver otro fútbol. Es la mejor manera de aprender y de ver otras cosas, otra cultura. A nivel futbolístico me sirvió; a nivel táctico es otro tipo de planteo, de equipos que arriesgan un poco más. Son partidos muy abiertos. Me traje una experiencia muy linda de lo que pude vivir ahí”, destacó el zurdo. Pero no se olvidó de que en River se sentía cómodo y que su lugar estaba asegurado. Porque, al día de hoy, solo él puede darle al equipo lo que aportaba antes de partir.