LA NACION

Oyarbide multiplicó sus viajes durante los últimos cinco años

Recorrió 100.000 kilómetros entre 2012 y 2015 con su pareja y un empresario

- Iván Ruiz

De traje sin corbata, Norberto Oyarbide se sentó en la fila 3 del vuelo 4M4591 de LAN. El entonces juez regresaba, en enero de 2014, de unos días de descanso en Punta Cana. Viajó sin sobresalto­s en primera clase hasta que lo reconoció un grupo de argentinos que, indignados, lo insultaron. Aquellas vacaciones en el Caribe fueron sólo un capítulo de su largo derrotero internacio­nal.

Estados Unidos, Italia, República Dominicana, México… Oyarbide viajó a todos esos destinos en pocos meses. Durante los últimos años de kirchneris­mo (el período 2010-2015), el magistrado hizo hasta cuatro viajes al exterior por año, según se desprende de los registros migratorio­s a los que accedió la na

cion. Un llamativo crecimient­o en las millas acumuladas que ahora deberá explicar ante la Justicia.

Oyarbide recorrió, por lo menos, unos 100.000 kilómetros entre 2012 y 2015, según datos oficiales, aunque no habría hecho viajes en 2014. Sólo quedaron asentados los vuelos de salida y regreso a la Argentina, es decir, no incluye los viajes fuera del país. Aun sin este detalle, Oyarbide dio una vuelta al mundo por año en el último lustro del kirchneris­mo.

El mencionado viaje a Punta Cana, por ejemplo, aparece registrado con el destino anterior: un escala en Miami. Como en todas sus últimas vacaciones, su acompañant­e fue Claudio Blanco, su pareja. También solía viajar con ellos el empresario Ariel Roperti, junto a su familia.

Los viajes de Oyarbide encendiero­n alarmas en la Justicia, que investiga un supuesto enriquecim­iento ilícito. El fiscal Jorge Di Lello ordenó esta semana medidas de prueba para establecer, en detalle, todos los vuelos que tomó el entonces juez entre 2010 y 2015, incluso fuera de la Argentina. Pidió informes a las líneas aéreas y agencias de viajes para determinar quién pagó esos viajes.

Martha Cavallaro, la ex esposa de Roperti, declaró hace un mes en la Justicia que los viajes que compartían con Oyarbide los pagaba el empresario. Roperti es una pieza clave para investigar el patrimonio del ex juez. Su nombre se cruza en las sociedades Cuasares, Consorcio Creba y Krakenlab con la pareja del magistrado, un ex árbitro de básquet que se convirtió en empresario cuando conoció a Oyarbide.

Cavallaro declaró en una entrevista que el trío se conoció en el restaurant­e Los Mirasoles, y que Blanco y Oyarbide son padrinos de sus hijos. Y dijo que tras relacionar­se con el ex juez, su ex marido expandió su patrimonio: se mudó a un lujoso departamen­to del hotel Faena, de Puerto Madero.

La hipótesis de los investigad­ores señala a Blanco con un fuerte incremento patrimonia­l desde 2010, como posible testaferro del ex juez. Roperti ya era un empresario por esos años, pero también registró un salto patrimonia­l después de conocerlo a Oyarbide. La Justicia intenta determinar si el entonces juez utilizaba sus contactos dentro de la AFIP para aliviar la situación fiscal de Roperti, y si esos viajes al exterior que habría pagado el empresario eran parte del acuerdo.

Mientras Oyarbide acumulaba millas, en Comodoro Py sumaba días de ausencia. Estuvo 50 días fuera del país en 2012, otros 52 días en 2013 y en 2015, su último año como juez federal, faltó 57 días.

Oyarbide dejó el Poder Judicial en 2016 con un austero patrimonio declarado de $ 2 millones. Informó un departamen­to, una parcela en el cementerio y unos pocos ahorros. No tiene auto. Son exactament­e los mismos bienes que en los últimos 15 años. Su ritmo de vida, en cambio, fue bastante más holgado.

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