LA NACION

Vivir en la cárcel. Quiénes son los presos que llevan más de 20 años detenidos

Robledo Puch cumplió 45 años tras las rejas y es el recluso que pasó más tiempo en prisión; fue incluido en un régimen de semilibert­ad

- Gustavo Carabajal Con la colaboraci­ón de Gabriela Origlia y Pablo Mannino

En febrero pasado, Carlos Eduardo Robledo Puch cumplió 45 años de detención en el penal de Sierra Chica. Había sido condenado a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indetermin­ado por once asesinatos, dos violacione­s y 17 robos, cometidos entre 1972 y 1971. Un relevamien­to realizado por la

determinó que, en la Argentina nacion actual, no hay ningún otro preso que haya pasado más tiempo detenido que “El Ángel de la Muerte”.

Para encontrar algún condenado que lleve tanto tiempo tras las rejas hay que revisar los registros de la Justicia en Córdoba y en Mendoza.

Roberto José Carmona, con tres condenas perpetuas, lleva 30 años y unos meses detenido. Una de las sentencias a prisión perpetua fue aplicada por el asesinato de la adolescent­e Gabriela Ceppi, de 16 años, ocurrido el 15 de enero de 1986 en Córdoba. Después sumó otras dos condenas en distintas cárceles. Una parte de la pena la cumplió en una cárcel de Resistenci­a, Chaco.

Otro de los presos que lleva más tiempo detenido en Córdoba es José Roberto Eley, quien tiene 49 años. Fue capturado el 12 de febrero de 1988 y lleva 29 años tras las rejas. Condenado a prisión perpetua por robo calificado, hurto simple y homicidio. Está alojado en la cárcel de Cruz del Eje, a 200 kilómetros de la capital cordobesa. En mayo del año pasado, fue uno de los líderes de una revuelta que incluyó la toma de un guardiacár­cel como rehén.

En Mendoza, el preso que más años lleva en la cárcel es José Elías Gigena, quien se encuentra tras las rejas desde hace casi 30 años. Fue protagonis­ta de uno de los casos policiales más aberrantes de la historia de esa provincia. Cuando tenía 20 años fue detenido por asesinar y violar a una niña de 2 años, a quien luego enterró debajo de su cama, según informaron a fuentes la nacion penitencia­rias.

Sólo nueve de los 25.000 internos alojados en las cárceles del Servicio Penitencia­rio Bonaerense (SPB) llevan más de 20 años detenidos. De esos nueve Víctor Luis Reinaga, preso desde 1989 y condenado por un homicidio agravado ocurrido ese año, en Morón, fue quien pasó más tiempo en las cárceles bonaerense­s. Reinaga es, después de Robledo Puch, el preso más antiguo de la provincia de Buenos Aires.

Los casos bonaerense­s

La lista de los nueve presos que llevan más de 20 años detenidos en penales bonaerense­s la completan: Osvaldo Alejandro Longobuco, David Alberto Bevacqua, Estanislao Brizuela, Jorge Horacio Mendoza, Carlos César Fontanari, Roberto Luis Ramos, Luis Fernando Iribarren y Pedro Damián Soto. Todos fueron condenados por homicidios agravados.

Entre ellos figura el múltiple homicida Iribarren, condenado en 2002 por un tribunal de Mercedes por haber asesinado a su tía abuela Alcira Iribarren; a sus padres, Luis y Marta, y a sus hermanos, Marcelo y María Cecilia. Según la investigac­ión policial y judicial, en 1986, Iribarren mató a sus padres y a sus hermanos en el campo en el que vivían en el paraje Tuyutí, cerca de San Andrés de Giles. Nueve años más tarde asesinó a su tía abuela.

El otro homicida múltiple que figura entre los presos con más de 20 años detenido es Fontanari, condenado a prisión perpetua por haber violado y asesinado a niños de 10 y 8 años, en Boulogne.

En 1997, la Sala I de la Cámara Penal de San Isidro condenó a Fontanari por el homicidio de José Antonio de La Vedue. Dicho tribunal también lo consideró responsabl­e del asesinato de Damián Carrizo, cuyo cadáver fue hallado a un costado de las vías del ex ferrocarri­l Belgrano.

Actualment­e, Robledo Puch tiene 65 años, sigue alojado en un calabozo del penal de Sierra Chica. Allí, a diferencia de otros presos, pasa sus días solo en la celda. Tiene un televisor y una radio. Como es el preso más antiguo de la cárcel es respetado por los otros internos. Sufre de asma y enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica (EPOC) leves.

Hace 72 horas, la Sala I de la Cámara Penal de San Isidro ordenó que sea incorporad­o al régimen de semilibert­ad, paso previo a que, eventualme­nte, pueda pedir la libertad condiciona­l. Pero Robledo Puch insistió con que quiere la libertad y antes de pasar a una cárcel de condicione­s menos estrictas que las que rigen en Sierra Chica, prefiere quedarse en su calabozo.

La falta de lazos afectivos de Robledo Puch fuera de la cárcel también constituyó un motivo para que la Justicia rechazara los pedidos de libertad. Robledo Puch carece familiares que lo reciban una vez que salga de prisión. Sus padres falleciero­n. Cuando su madre murió, su padre comenzó una relación con una mujer. Al fallecer su padre, esa mujer se quedó a vivir en la casa de Villa Adelina en la que él había vivido. Esta mujer nunca quiso hacerse cargo de recibir en su casa al “Ángel de la Muerte”.

Por esto, Robledo Puch sigue detenido y es el preso más antiguo del país.

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Archivo Robledo Puch, el año pasado, al ser trasladado a San Isidro

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